La historia del amor de Nicole Krauss: Resumen y reseñas

Resumen de libros

Un libro perdido hace mucho tiempo reaparece, conecta misteriosamente a un anciano que busca a su hijo y una niña que busca una cura para la soledad de su madre viuda.

Un libro perdido hace mucho tiempo reaparece, conecta misteriosamente a un anciano que busca a su hijo y una niña que busca una cura para la soledad de su madre viuda.

La vida de Leo Gursky se trata de sobrevivir, tocando su radiador cada noche para que su vecino de arriba sepa que todavía está vivo. Pero la vida no siempre fue así: hace sesenta años, en el pueblo polaco donde nació, Leo se enamoró y escribió un libro. Y aunque Leo no lo sabe, ese libro sobrevivió, inspirando circunstancias fabulosas, incluso el amor. Alma, de catorce años, lleva el nombre de un personaje en ese mismo libro. Y aunque ella tiene las manos llenas, seguimiento de su hermano, Bird (que piensa que podría ser el Mesías), y tomando notas abundantes sobre cómo sobrevivir en la naturaleza, emprende una aventura para encontrar su homónimo y salvar a su familia. Con habilidad consumada de fascinante, Nicole Krauss gradualmente reúne sus historias.

Este extraordinario libro fue inspirado en los cuatro abuelos del autor y por un panteón de autores cuyo trabajo está perseguido por la pérdida: Bruno Schulz, Franz Kafka, Isaac Babel y más. Es realmente una historia de amor: una historia llena de risas, ironía, pasión y alto poder imaginativo.

Las últimas palabras en la tierra

Cuando escriben mi obituario. Mañana. O al día siguiente. Dirá, a Leo Gursky le sobreviven un apartamento lleno de mierda. Me sorprende que no haya sido enterrado vivo. El lugar no es grande. Tengo que luchar para mantener un camino despejado entre la cama y el inodoro, el inodoro y la mesa de la cocina, la mesa de la cocina y la puerta delantera. Si quiero llegar del inodoro a la puerta principal, imposible, tengo que ir a través de la mesa de la cocina. Me gusta imaginar la cama como plato de home, el inodoro como primero, la mesa de la cocina como segunda, la puerta principal como tercera: si el timbre anillo mientras estoy acostado en la cama, tengo que redondear el inodoro y la mesa de la cocina para llegar a la puerta. Si resulta ser Bruno, lo dejo entrar sin decir una palabra y luego trotar de regreso a la cama, el rugido de la multitud invisible sonando en mis oídos. A menudo me pregunto quién será la última persona en verme vivo. Si tuviera que apostar, apostaría por el repartidor de la comida para llevar chino. …