La inteligencia emocional le permite mejorar áreas clave de su vida como el hogar, el trabajo y la escuela.
Los has visto: las personas que parecen ser geniales como un pepino en la fecha límite. Aquellos que manejan cenas familiares incómodas con gracia. Los que llegan a donde vienes, sin que tengas que decir mucho.
Eso es porque pueden poseer un cierto conjunto de habilidades: inteligencia emocional.
La inteligencia, en el sentido general, es la capacidad de aprender nuevos conceptos y aplicar su conocimiento a los problemas. La inteligencia emocional (EQ) es similar. Es la capacidad de aprender sobre ti mismo y aplicar esa sabiduría al mundo que te rodea.
La investigación sugiere que un EQ alto está asociado con una variedad de beneficios, desde una mejor salud mental y relaciones, hasta una mayor satisfacción laboral y rendimiento académico.
El término «inteligencia emocional» fue acuñado en la década de 1990 y luego popularizado por el psicólogo y autor Daniel Goleman en su libro «Inteligencia emocional: por qué puede importar más que el coeficiente intelectual».
Aquí están los 5 componentes a los que hace referencia:
Conciencia de sí mismo
Si eres consciente de ti mismo, puedes ver tus propios patrones de comportamiento y motivos. Sabes cómo tus emociones y acciones impactan a quienes te rodean, para bien o para mal. Puedes nombrar tus propias emociones cuando surjan y entender por qué están ahí.
También puede reconocer sus factores desencadenantes, identificar sus fortalezas y ver sus propias limitaciones.
Ser consciente de sí mismo también puede significar que eres humilde; después de todo, todos somos humanos.
Autorregulación
Si puedes autorregularte, tus reacciones emocionales estarán en proporción a las circunstancias dadas.
Sabes hacer pausas, según sea necesario, y controlar tus impulsos. Piensas antes de actuar y consideras las consecuencias.
También significa que sabe cómo aliviar la tensión, manejar conflictos, hacer frente a escenarios difíciles y adaptarse a los cambios en su entorno. Se trata de sacar a relucir la parte de ti mismo que ayuda a manejar las emociones.
Motivación
Si está intrínsecamente motivado, tiene sed de desarrollo personal. Está muy motivado para tener éxito, cualquiera que sea su versión del éxito.
Estás inspirado para lograr metas porque te ayuda a crecer como persona, en lugar de hacerlo por recompensas externas como dinero, fama, estatus o reconocimiento.
Empatía
Si eres empático, tienes un nivel saludable de interés propio, pero no egocéntrico.
En las conversaciones, puedes entender de dónde viene alguien. Puedes «caminar una milla en sus zapatos», por así decirlo. Incluso si el escenario exacto no le ha sucedido a usted, puede recurrir a su experiencia de vida para imaginar cómo se puede sentir y ser compasivo con lo que está pasando.
Eres lento para juzgar a los demás y tienes la conciencia de que todos estamos haciendo lo mejor que podemos con las circunstancias que se nos han dado. Cuando sabemos mejor, lo hacemos mejor.
Habilidades sociales
Si ha desarrollado sus habilidades sociales, es experto en trabajar en equipo. Es consciente de los demás y de sus necesidades en una conversación o resolución de conflictos.
Eres acogedor en la conversación, usando la escucha activa, el contacto visual, las habilidades de comunicación verbal y el lenguaje corporal abierto. Sabe cómo desarrollar una relación con los demás o expresar liderazgo, si la ocasión lo requiere.
Los humanos somos animales sociales, estamos conectados para la conexión. Cuanto más podamos construir relaciones positivas y desarrollar conexiones cooperativas, más enriquecedoras serán nuestras vidas.
Como era de esperar, la investigación ha demostrado que existe una correlación entre un EQ más alto y la felicidad.
Pero incluso cuando las cosas se ponen difíciles, EQ también puede ayudarnos con eso.
En un entorno académico, los estudiantes que demuestran una alta inteligencia emocional, especialmente en las áreas de regulación emocional y empatía, pueden tener menos probabilidades de sufrir acoso, según una investigación.
El trabajo es otro ejemplo. La investigación en 2013 sugiere que un EQ bien desarrollado puede ayudarlo a lograr los objetivos de su organización y aumentar su satisfacción laboral, en parte debido a las relaciones positivas que se fomentan en el lugar de trabajo.
De hecho, según ese mismo estudio, un EQ alto puede ayudar a otras personas a tu alrededor a lograr el éxito, particularmente en proyectos grupales. Cuando manejas tus emociones, esto influye en quienes te rodean para que hagan lo mismo. todos ganan
La inteligencia emocional existe en un continuo. Aquí hay algunos ejemplos comunes que exploran cómo puede ser un EQ más alto versus uno más bajo.
Autorregulación
- Guión: Estás en una reunión y un jefe te critica frente a otros compañeros de trabajo.
- Mayor ecualización: Mantienes la compostura, luego te disculpas cortésmente para procesar tus emociones en un ambiente seguro.
- Ecualizador inferior: Puede ponerse a la defensiva y salir corriendo de la oficina.
Empatía
- Guión: Tu compañero de cuarto te dice que hiere sus sentimientos cuando te olvidas de sacar la basura, a lo que accediste.
- Mayor ecualización: Explicas por qué dejaste caer la pelota y les dices que entiendes por qué están heridos, luego elaboran un plan de acción juntos sobre cómo satisfacer las necesidades de ambos.
- Ecualizador inferior: Te resulta difícil entender por qué están tan molestos y se sienten atacados por sus críticas.
Conciencia de sí mismo
- Guión: Usted y su colega se postularon para el mismo ascenso, pero lo obtuvieron en lugar de usted.
- Mayor ecualización: Reflexionas y te das cuenta de que, si eres honesto contigo mismo, no estabas trabajando tan duro como tu compañero de trabajo y su promoción es bien merecida.
- Ecualizador inferior: Puede enviar un correo electrónico enojado a su jefe, exigiendo una explicación o amenazando con renunciar.
Motivación
- Guión: Aprobaste un examen y lo publicaste en las redes sociales.
- Mayor ecualización: Estás orgulloso de ti mismo por la meta que lograste y aprecias cualquier apoyo que recibas.
- Ecualizador inferior: Puede cuestionar su éxito o valor porque su publicación no obtuvo muchos «me gusta».
Habilidades sociales
- Guión: Estás en una cita y no parece ir muy bien.
- Mayor ecualización: Hace preguntas abiertas, mantiene un buen contacto visual y practica la escucha activa.
- Ecualizador inferior: Puede dejar de prestar atención y decidir que debe haber algo mal con su cita.
Algunas personas nacen con EQ, mientras que otras pueden pensar en ello como un conjunto de habilidades que deben adquirirse. Con la práctica, es posible desarrollarlo o fortalecerlo.
Aquí hay algunas maneras de hacer precisamente eso:
- Conciencia de sí mismo. Considere establecer una hora o día regular para escribir un diario. Esto puede permitirle reflexionar sobre cómo se comportó en las interacciones y tomar nota de las cosas que le molestaron. Puede volver y leerlos de vez en cuando y «estudiar» usted mismo. También puedes meditar y observar tus pensamientos.
- Autorregulación. Puede ser útil practicar ejercicios de respiración profunda con regularidad, especialmente durante un conflicto. Puede aprender a reformular los desafíos como oportunidades disfrazadas y los «fracasos» como experiencias de aprendizaje. Trate de practicar la aceptación radical de cualquier emoción que surja y verbalice lo que siente.
- Motivación. Considere tomarse un tiempo y celebrar cada una de sus victorias. Cuando decidas que quieres hacer algo nuevo, es una buena idea identificar tu “por qué”. También puede ayudar dividir su lista de tareas pendientes en partes pequeñas o microtareas, y trabajar con un socio o entrenador responsable.
- Empatía. Para generar empatía, intente prestar atención a su entorno. Vea si puede captar la «energía» de su entorno. También podría intentar hablar con gente nueva o ser voluntario para una causa que le interese. Si está atascado en el tráfico, considere observar a las personas sentadas en sus automóviles y ver qué puede encontrar sobre ellas.
- Habilidades sociales. Trata de ponerte en situaciones nuevas. Cuando lo haga, intente prestar atención a su lenguaje corporal y mantenga el contacto visual. Practicar la escucha activa también puede ser beneficioso. Considere esta cita de Gandhi: «Habla solo si mejora el silencio».
Algunas personas tienen inteligencia emocional de forma natural, mientras que otras necesitan trabajar un poco más en ello. Sin embargo, vale la pena el esfuerzo que pones, ya que puede mejorar muchas áreas de tu vida.
Si está listo para dar el siguiente paso, pregunte si su lugar de trabajo tiene capacitación en inteligencia emocional disponible.
También puede inscribirse en capacitación en línea, como la del Instituto para la Salud y el Potencial Humano. Lo crea o no, incluso puede encontrar cursos de EQ en Skillshare o Udemy, dos plataformas de aprendizaje en línea basadas en suscripción.
Si necesita un punto de partida, realice una prueba de ecualización gratuita aquí. Esto puede darte una buena idea de dónde estás sobresaliendo y en qué áreas podrías mejorar.
La conclusión es: eres tú quien controla tus emociones, así que ellas no te controlan a ti. Una vez que aprenda esta habilidad útil, su calidad de vida puede mejorar. Cuanto mejor se pone, mejor se pone.