Humanismo: definición, teoría y ejemplos

Humanismo: definición, teoría y ejemplos

Si te interesa la búsqueda racional del amor y la verdad, es posible que seas un humanista. Aprende más sobre el humanismo y sus aplicaciones prácticas en la vida diaria.

La oferta de alivio de algunos de los aspectos más irritantes de la condición humana es ciertamente atractiva. Sin embargo, la perspectiva humanista sostiene que evitar la incomodidad de la incertidumbre y negarse a buscar las propias respuestas a las grandes preguntas existenciales mediante la autorreflexión, la investigación científica y la conexión con los demás es negarse a uno mismo la experiencia de ser máximamente humano. El humanismo es la creencia en la capacidad de nuestra especie para ser racional y bondadosa, y en nuestra capacidad de vernos a nosotros mismos y a los demás como los organismos infinitamente complejos y milagrosamente improbables que todos somos, sin esperar castigo o recompensa eternos.

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¿Qué es el humanismo? (Una definición)

El término «humanismo», tal como se utiliza hoy en día, es relativamente nuevo y las definiciones aún varían de alguna manera según los individuos y los contextos, pero los humanistas generalmente coinciden en la siguiente definición:

“El humanismo es una postura de vida democrática y ética que afirma que los seres humanos tienen el derecho y la responsabilidad de dar sentido y forma a sus propias vidas. Defiende la construcción de una sociedad más humana mediante una ética basada en los valores humanos y otros valores naturales, en el espíritu de la razón y la libre indagación a través de las capacidades humanas. No es teísta y no acepta visiones sobrenaturales de la realidad” (Artículo 5.1 del Reglamento de la Unión Humanista y Ética Internacional).

Profundicemos un poco más en algunos de los componentes principales del humanismo.

Responsabilidad.
La autonomía y la responsabilidad personales son componentes vitales del humanismo. En lugar de atenernos a los dictados de una organización religiosa o a la opinión de alguna otra autoridad, la responsabilidad de decidir por nosotros mismos qué significa ser una buena persona y cómo vivir una vida que valga la pena es nuestra. También tenemos la responsabilidad de utilizar nuestro intelecto y nuestra razón para buscar la verdad y rechazar lo que consideramos un engaño.

Creación de significado.
Los seres humanos somos extraordinarios por nuestra capacidad de crear significados, y podemos aprovechar esta capacidad para afrontar el dolor que la existencia nos trae inevitablemente a todos. Nos permite decir: “mi sufrimiento es real y sin duda habrá más en el futuro, pero aquí es donde encuentro belleza”. O decir en nuestro dolor: “he sufrido una pérdida grande y permanente, pero este dolor vale la pena porque significaba mucho para mí”.

Bart Campolo, autor y ex capellán humanista de la Universidad del Sur de California, resumió bien una perspectiva humanista al describir su papel como educador. Expresó que la lección que espera enseñar a sus estudiantes es que “la manera de aprovechar al máximo sus vidas no es creer en la mitología, sino más bien buscar racionalmente el amor, el trabajo significativo y la capacidad de asombro”.

Ética.
La ética humanista nace del reconocimiento de la importancia de nuestros vínculos con otras personas y de nuestra interdependencia mutua y con el mundo que nos rodea. Se basa en la reverencia por el espíritu humano y en la fe en la capacidad humana para razonar y para investigar honestamente.

¿Qué es la psicología humanista? (Una definición)

La psicología humanista es un enfoque que prioriza la comprensión holística del individuo y busca ayudarlo a vivir una vida auténtica y significativa. Surgió de la convergencia de dos disciplinas filosóficas: la fenomenología y el existencialismo (Buhler, 1971).

Psicología humanista: fenomenología
El principio básico de la fenomenología, en particular cuando se aplica a la psicología, es que la totalidad de la experiencia humana subjetiva es más importante que sus partes. En otras palabras, tratar de comprendernos a nosotros mismos únicamente en términos de mecanismos o de acuerdo con diversos marcos teóricos es un poco como tratar de describir los colores del Gran Cañón al atardecer hablando de longitudes de onda de la luz y de lo que sucede cuando los fotones inciden en la retina. Los mecanismos de la visión del color son realmente fascinantes y saber cómo funcionan puede ser ciertamente útil, pero en realidad no ayuda a comprender la parte más importante, que es cómo se experimentan los colores del Gran Cañón al atardecer.

El filósofo Rollo May resume bien esta perspectiva:
“Porque por muy interesante y teóricamente cierto que sea el hecho de que estoy compuesto de tales o cuales sustancias químicas o actúo mediante tales o cuales mecanismos o patrones, la cuestión crucial siempre es que existo en este momento dado en el tiempo y el espacio, y mi problema es cómo puedo ser consciente de ese hecho y qué debo hacer al respecto” (May, 1958).

Psicología humanista: existencialismo
La cuestión de «qué debo hacer al respecto» es una de las preocupaciones principales del existencialismo. El existencialismo se parece un poco a la fenomenología en el sentido de que para ambas disciplinas la realidad y la primacía de la experiencia humana es un tema central, pero el existencialismo pone un énfasis particular en la acción, en cómo se debe responder a la existencia. El existencialismo también destaca la importancia del contexto en el que existe una persona. Martin Heidegger, un filósofo fenomenológico existencial del siglo XX, denominó esta noción ser-en-el-mundocon lo que quería decir que un individuo y el mundo en el que vive están inextricablemente vinculados. Volveremos a la idea de ser-en-el-mundo Un poco más tarde.

La convergencia de estas dos escuelas de pensamiento produjo las preguntas básicas de las que procede la psicología humanista (Schneider y La(inglés, 2015):

  1. ¿Qué significa ser plenamente humano? Y
  2. ¿Cómo puedes utilizar tu comprensión de lo que significa ser humano para vivir una buena vida?

Terapia humanista

En un entorno terapéutico, el humanismo se manifiesta como un enfoque en alcanzar una comprensión holística del individuo y ayudarlo a vivir una vida plena identificando lo que es significativo para él (Angus et al., 2015). El objetivo general es ayudar al cliente a cultivar relaciones significativas consigo mismo, con los demás y con el mundo que lo rodea, empoderándolo para que determine por sí mismo lo que significa ser un ser humano y vivir una buena vida.

Uno de los principales objetivos de la terapia humanista es ayudar al cliente a experimentar su existencia como algo real (Buhler, 1971). Sin la capacidad de reconocer y creer en su experiencia vivida (a menudo una consecuencia del gaslighting), no es posible vivir con conciencia y autenticidad. La terapia suele centrarse en el desarrollo y la educación del individuo y prioriza la creatividad y la expresión creativa.

Teoría humanista de la personalidad

La personalidad, desde una perspectiva humanista, es la forma en que alguien intenta resolver el conflicto entre su miedo a la muerte y a la nada y su impulso hacia el crecimiento, la conexión y el significado en un mundo que es incontrolable e incomprensible. Con este enfoque, la mejor manera de evaluar la personalidad de un individuo es escuchar cómo cuenta su historia de vida (Wong, 2006). Cuando alguien intenta organizar su vida en una historia, revela aspectos significativos de su personalidad, incluidos sus valores fundamentales, cómo se relaciona con el mundo, qué lo motiva y dónde encuentra significado.

Otro aspecto importante de la perspectiva humanista de la personalidad es su visión holística del individuo (Wong, 2006). La teoría postula que una persona sólo puede ser verdaderamente comprendida cuando se la considera en el contexto más amplio en el que existe. Esto nos lleva de nuevo a la tesis de Heidegger. ser-en-el-mundo El concepto que mencioné antes es que eres fundamentalmente una conciencia que está situada en un entorno. Influyes en tu entorno y éste te influye de tal manera que no puedes ser comprendido completamente como fenómenos separados. Hay una hermosa cita de una de mis novelas favoritas de Salman Rushdie: Los hijos de la medianocheque creo que ofrece una excelente descripción resumida de la perspectiva holística en la teoría de la personalidad humanista:

  • “¿Quién soy yo? Mi respuesta: soy la suma total de todo lo que me ha precedido, de todo lo que me han visto hacer, de todo lo que me han hecho. Soy todo aquel que ha sido afectado por mi ser en el mundo. Soy todo lo que sucede después de mi partida y que no habría sucedido si no hubiera venido. Tampoco soy particularmente excepcional en este asunto; cada “yo”, cada uno de los más de seiscientos millones que somos, contiene una multitud similar. Lo repito por última vez: para comprenderme, tendrán que tragarse un mundo.”

Teoría del aprendizaje humanista

La teoría del aprendizaje humanista postula que los sistemas educativos deben apuntar a ayudar a los estudiantes a desarrollarse como seres humanos responsables, racionales y conscientes de sí mismos que se preocupan por sí mismos y por el mundo que los rodea, además de proporcionarles el conjunto de conocimientos designado. La idea básica es que las personas, especialmente los niños, tienen un impulso natural para aprender y crecer. Al brindarles la libertad y la oportunidad de explorar lo que les resulte más interesante, mejora su comprensión del tema que se les enseña y los ayuda a descubrir quiénes son, en qué son buenos y cómo aprenden mejor. Estos descubrimientos sirven como base para desarrollar una conexión con uno mismo y con el entorno, que son condiciones previas necesarias para la capacidad de moverse por el mundo de manera reflexiva y cuidadosa.

El profesor de alfabetización, Andrew Johnson (2014), describió cinco principios que pueden ayudar a los educadores humanistas a alcanzar sus objetivos:

Aprendizaje autodirigido
El aprendizaje de los estudiantes debe ser lo más autónomo posible. El aprendizaje autónomo, en el contexto de los sistemas educativos, consiste básicamente en ofrecer a los estudiantes la posibilidad de elegir, siempre que sea posible. Por ejemplo, permitirles elegir entre una selección de tres libros diferentes para su informe de lectura, en lugar de asignar un solo libro a toda la clase.

Tema relevante
Por supuesto, los profesores no siempre tienen el control sobre el contenido de lo que enseñan, pero existen formas creativas de ayudar a los estudiantes a sentirse conectados con ello. Por ejemplo, en una clase de álgebra, se pueden utilizar los cambios en la popularidad de un meme o un hashtag a lo largo del tiempo como ejemplo de una función.

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