Habilidades de trabajo social: 35 técnicas para ser un buen trabajador social

El trabajo social continúa desarrollándose y creciendo como profesión, a menudo con demandas y habilidades nuevas y crecientes para satisfacer las necesidades de los más vulnerables de la sociedad (Rogers, Whitaker, Edmondson y Peach, 2020).

Sin embargo, aunque el contexto en el que opera el trabajo social permanece en constante cambio, un elemento esencial sigue siendo el mismo: “el trabajo social se encuentra dentro de algunos de los problemas más complejos y áreas desconcertantes de la experiencia humana” (Trevithick, 2005, p. 1) .

Este artículo explora las cualidades y habilidades requeridas para formar una usuario del servicio-trabajador social relación como base para el trabajo futuro y para eliminar los obstáculos al cambio positivo.

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¿Qué cualidades hacen un buen trabajador social?

Los trabajadores sociales se dedican a ayudar y mejorar la vida de los demás, en particular los de los grupos vulnerables.

Hacer una diferencia oportuna y adecuada requiere algunas cualidades esenciales; algunos con los que nacemos y otros que podemos aprender, incluidos (Body, nd; Walden University, nd):

  • Empatía
    Con muchos clientes en un estado vulnerable y potencialmente en crisis o angustia, es importante mostrar empatía e imaginarse en su situación.
  • Paciencia
    Muchos casos serán complejos, con objetivos inicialmente poco claros. Un trabajador social paciente permanece enfocado y capaz de descubrir cómo un cliente que está menos capaz de comunicarse puede ser ayudado.
  • Confiable
    La confianza es esencial. Tiene que ganarse a través de la confiabilidad y la comunicación honesta y abierta junto con el apoyo incondicional.
  • Organización
    Una cantidad de casos potencialmente grande de clientes en situaciones complicadas requiere una gestión del tiempo, la toma de notas y la gestión de archivos bien organizadas. Las buenas habilidades de organización reducirán el estrés y ayudarán a entregar lo que se necesita mientras se mantiene enfocado.
  • Comunicación
    La capacidad de permanecer atento a las necesidades del cliente y escuchar atentamente sus problemas es esencial. Las excelentes habilidades de comunicación implican transmitir claramente cómo puede ayudar y observar la comunicación verbal y no verbal.
  • Objetividad
    Los trabajadores sociales son testigos de cómo las personas más vulnerables de la sociedad necesitan ayuda desesperada. Sin embargo, sin dejar de ser empático, es crucial mantenerse imparcial y tomar decisiones apropiadas e informadas.
  • Persistencia
    Servir a personas en relaciones y entornos complicados requiere paciencia y persistencia. Los contratiempos son inevitables. El trabajador social persistente se mantiene enfocado, da ejemplo y prueba enfoques alternativos.
  • Flexibilidad
    No hay dos días iguales en el trabajo social. Los problemas suelen ser inesperados y no siguen un horario típico de 9 a 5. Resolver situaciones difíciles a menudo implicará tratar con otras agencias y apoyar a las familias en extrema necesidad fuera del horario habitual.
  • Resiliencia
    Para evitar el agotamiento, los trabajadores sociales deberán aprender mecanismos de afrontamiento y saber cuándo decir ‘no’. La resiliencia ayuda a recuperarse de los días desafiantes y emocionalmente agotadores para enfrentar al próximo cliente y al mañana.
  • Conducir
    El trabajo social puede ser muy satisfactorio y gratificante. Ayudar a las personas que más lo necesitan requiere que las personas aprendan nuevas habilidades y estén motivadas para dar lo mejor de sí mismas. Mientras mantiene el autocuidado, un trabajador social motivado se compromete a brindar el mejor servicio a sus clientes.

El trabajo social se sustenta en teorías y modelos psicológicos y sociológicos que apoyan a los profesionales en su cuidado y servicio a los demás. Se pueden aprender habilidades para identificar y apoyar las necesidades de los clientes y desarrollar las cualidades anteriores (Davies, 2013; Rogers et al., 2020).

Más de 25 habilidades que todo trabajador social necesita

Las prácticas de atención social micro y macro se originaron a principios del siglo XX con Mary Richmond (1917) y Jane Addams (1912).

Si bien vieron las habilidades micro y macro como «dos caras de la misma moneda de trabajo social», no podrían haber imaginado cómo en los 100 años siguientes, las especialidades dominaron la profesión (Austin, Anthony, Knee y Mathias, 2016).

La práctica micro está dominada por un enfoque en disciplinas específicas como niños, adolescentes, familias, poblaciones que envejecen y salud mental. La práctica macro se centra en áreas como la comunidad, las organizaciones y las políticas (Austin et al., 2016).

Más recientemente, algunos reconocen que, si bien las prácticas micro y macro tienen diferentes enfoques, se pueden encontrar beneficios cuando las dos se informan entre sí (Austin et al., 2016).

Microhabilidades dentro del trabajo social

La práctica del micro trabajo social es un proceso de resolución de problemas, trabajando con individuos, grupos y familias para mantener “una sensibilidad a la diversidad social así como la promoción de la justicia económica social” (Austin et al., 2016, p. 273).

La micro práctica se puede dividir en habilidades personales, interpersonales y grupales. Su uso depende de los clientes y el contexto, e incluye lo siguiente (modificado de Austin et al., 2016).

Microhabilidades básicas

  • Establezca y construya una relación mientras entrevista a los clientes usando “comportamiento verbal y no verbal, contacto visual, escucha activa, expresiones faciales, posición del cuerpo, respuestas empáticas, clarificación, aliento y reformulación” (Austin et al., 2016, p. 273).
  • Demostrar conciencia profesional, uso de sí mismo y la importancia de los límites profesionales.
  • Abordar los problemas de diversidad y adquirir y utilizar la competencia cultural para promover la justicia social y económica dentro de un contexto de privilegio.
  • Tener en cuenta los valores y la ética en la toma de decisiones de la micropráctica.
  • Comprender y utilizar múltiples etapas de tratamiento, incluido el inicio, las fases de trabajo y el proceso de terminación.
  • Obtenga y use estrategias efectivas de resolución de problemas para promover la autodeterminación y el empoderamiento del cliente.
  • Involucrar a individuos, parejas, familias y grupos en el pensamiento crítico relacionado con la teoría y la práctica.

Microhabilidades avanzadas

  • Vincule la evaluación con la toma de decisiones de intervención.
  • Planificar y evaluar intervenciones.
  • Utilizar el modelo de intervención generalista adecuado o modelos de tratamiento específicos (Terapia Cognitivo-Conductual, etc.).
  • Aplicar conocimientos y criterios diagnósticos.
  • “Participar en un examen crítico de los modelos de diagnóstico y prestar atención a las fortalezas, las competencias, el desarrollo resiliente y la importancia del contexto” (Austin et al., 2016, p. 273).
  • Comprender el papel de la medicación y la neurobiología.
  • Mostrar comprensión de los derechos del paciente y de los modelos de recuperación.
  • Aprenda las habilidades de liderazgo apropiadas para grupos de tratamiento, psicoeducativos y de trabajo.
  • Aplicar habilidades de gestión de casos y desarrollo de recursos.
  • Involucrar y comunicarse de manera efectiva con poblaciones diversas y vulnerables.

Muchas de estas microhabilidades informan la práctica macro, “particularmente cuando se trata de promover una amplia participación y atender y registrar información” (Austin et al., 2016, p. 274).

Habilidades macro dentro del trabajo social

Varios dominios de habilidades macro (práctica comunitaria, práctica de gestión y práctica de políticas) informados por la sociología macro, la psicología organizacional, las ciencias políticas y la economía ahora se han desarrollado hasta el punto de tener sus propios diarios de trabajo (Austin et al., 2016).

Cada uno de los dominios es complejo y extenso, pero se puede representar con los siguientes ejemplos (modificado de Austin et al., 2016).

Dominios de práctica comunitaria y política

Los trabajadores sociales deben demostrar habilidades en el análisis de políticas, defensa basada en casos y sistemas, habilidades de presentación y prácticas de políticas relacionadas con la gestión de organizaciones de servicios humanos, resumidas como la capacidad de (Austin et al., 2016):

  • Organizar servicios, programas y grupos comunitarios.
  • Planificar, monitorear y evaluar programas de desarrollo comunitario y servicios humanos.
  • Colaborar con organizaciones sin fines de lucro, públicas y privadas y grupos de interés de la comunidad.
  • Practique la defensa, la práctica de políticas, la justicia social y los derechos humanos.

Gestión de servicios humanos

Los trabajadores sociales deben tener conciencia y habilidades en el liderazgo y la administración de organizaciones que apoyan los servicios para las personas y las comunidades, lo que incluye ser capaz de (modificado de Austin et al., 2016):

  • Liderar a través del compromiso con las partes interesadas clave y la visión organizacional mientras dirige el cambio innovador.
  • Administrar los recursos (humanos, financieros y de información).
  • Administrar la estrategia a través del diseño de programas y la implementación de la planificación estratégica.
  • Mantenga y construya relaciones con múltiples agencias mientras colabora con las comunidades.

Habilidades cruzadas (micro y macro) dentro del trabajo social

“[M]Los profesionales de micro y macro comparten un conjunto común de habilidades transversales que son muy valoradas dentro de las organizaciones y en múltiples contextos profesionales” (Austin et al., 2016, p. 271).

Si bien las siguientes habilidades micro y macro a menudo se ven de forma aislada, se informan rutinariamente entre sí para beneficiar la práctica y los clientes del trabajador social (modificado de Austin et al., 2016).

Personal

Habilidades clave – La autoconciencia, el manejo del estrés y la resolución de problemas son vitales para reconocer y manejar situaciones que conducen a emociones negativas. Son igualmente esenciales para los micro y macro practicantes.

La autoconciencia es crucial para manejar el estrés de los demás y de uno mismo de manera efectiva.

interpersonales

Habilidades clave – Las habilidades de comunicación escrita y verbal y las habilidades para influir, motivar a otros y manejar conflictos son necesarias para:

  • Realizar evaluaciones, crear planes de servicio, enseñar nuevos comportamientos y habilidades y monitorear el progreso.
  • Trabajar dentro de equipos multidisciplinarios o administrarlos, escribir informes, desarrollar programas de servicio, escribir propuestas de subvenciones y evaluar políticas y procedimientos organizacionales.

Negociar conflictos mientras se motiva requiere mucha habilidad.

Grupo

Habilidades clave – Es crucial aprender a empoderar a otros, delegar, formar equipos, liderar y gestionar el cambio.

Las habilidades anteriores son cruciales para “administrar clientes, casos, programas y diversos grupos de personas en diferentes contextos” y los profesionales micro y macro confían en ellas (Austin et al., 2016, p. 272).

10 habilidades clínicas clave para poner en práctica

Muchas habilidades sustentan “un compromiso con la práctica humana basada en las relaciones” y son esenciales para un buen trabajo social (Rogers et al., 2020, p. 9). Práctica basada en relaciones es una perspectiva centrada en la persona que aplica algunos de los valores más fundamentales del trabajo social, como el respeto y la empatía.

El siguiente es un resumen de varias de las habilidades clínicas que fomentan la “reflexividad y el ‘uso de uno mismo’ en la aplicación de las habilidades y conocimientos del trabajo social” (Rogers et al., 2020, p. 9). Están estrechamente alineados con la práctica antiopresiva y la justicia social.

1. Comunicación centrada en la persona

Adaptar la comunicación a la singularidad del individuo y su estilo de comunicación. El cliente puede no ser neurotípico, puede tener un impedimento físico o puede estar experimentando angustia mental.

2. Habilidades de escucha activa

Ayude a garantizar que “lo que una persona está tratando de decir sea completamente comunicado y correctamente recibido y entendido por el oyente” (Rogers, 2020c, p. 23). La habilidad requiere un alto grado de autoconciencia y sintonía con los sentimientos y pensamientos de la otra persona.

3. Comunicarse con los niños

Es vital entender a los niños más allá de sus palabras. La conciencia del desarrollo infantil es necesaria para reflexionar sobre cómo dicen las cosas, cómo…