Nuestros gatos son algunos de nuestros mejores compañeros peludos, pero la mayoría de la gente no sabe que existe una conexión maravillosa entre los gatos y el autismo. Son excelentes compañeros de abrazos y pueden brindar un apoyo único y mejorar la vida de los niños en el espectro.
La terapia y la intervención médica desempeñan un papel importante en el tratamiento del autismo, pero no se debe subestimar el vínculo tácito entre humanos y animales. Profundizaremos en la conmovedora conexión entre los gatos y el autismo y exploraremos cómo pueden ayudar, un ronroneo a la vez.
El papel de los animales de terapia
Según un estudio de investigación de 2013 sobre intervención asistida por animales para el TEA, los niños que tenían mascotas tenían mejores habilidades sociales en comparación con los que nunca tuvieron la responsabilidad de una mascota.
Los animales de terapia, incluidos perros y gatos, han ayudado eficazmente a personas con diversas afecciones físicas y mentales. Estos increíbles animales están entrenados para brindar consuelo, compañía y apoyo emocional.
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Autism Research Institute sobre cómo tener una mascota puede ayudar a las personas autistas.
Gatos y autismo: ¿Por qué es útil la compañía felina?
Los gatos ayudan a mejorar las habilidades sociales de los niños con autismo, pero ¿cómo lo hacen? ¿Es alguna magia peluda o algo más? Veamos algunas formas únicas en que los gatos pueden ayudar a transformar la vida social de su hijo.
Su presencia calmante y su rutina
Los niños del espectro suelen encontrar consuelo en rutinas y entornos predecibles. Según un estudio reciente, los padres informan que sus hijos tuvieron experiencias positivas con sus amigos felinos. Su naturaleza calmante y afectuosa ofrecía una presencia constante que creaba una sensación de estabilidad en sus vidas.
Beneficios sensoriales
El pelaje suave de los gatos, su suave ronroneo y sus movimientos rítmicos proporcionan una estimulación sensorial que muchos niños en el espectro del autismo encuentran relajante. Las investigaciones sugieren que estas experiencias sensoriales pueden ayudar a reducir la ansiedad y mejorar la regulación emocional.
Enseñar empatía y compasión
A los niños que viven con autismo les resulta difícil comprender señales sociales simples. Presentarles un gatito a sus hijos, especialmente a una edad temprana, les ayuda a desarrollar compasión y empatía por la mascota y los demás. La responsabilidad de cuidar a la mascota permite al niño comprender las emociones de otras personas.
Los gatos alivian la ansiedad
Los niños con autismo ven e interpretan las actividades cotidianas de manera única, lo que los hace susceptibles a la ansiedad y el estrés. Acariciar, jugar o alimentar al gatito ayuda al niño a mantener la calma, incluso en casos que podrían provocar ansiedad.
Fomentando conexiones
El tiempo de calidad con una mascota profundiza el vínculo entre las dos partes. Aunque la conexión es invisible, el dueño y el peludo compañero pueden sentirla. Es vital que los niños con TEA se conecten con otras personas, y ¿qué mejor manera de aprender esto que teniendo una mascota?
El autismo puede hacer que las personas se sientan aisladas a veces porque puede ser más difícil comprender las señales sociales. Los gatos carecen de señales sociales y aman el afecto. La conexión con otro ser social brinda consuelo a los niños que viven con autismo. La relación que se forma con la mascota proporciona la base para crear conexiones sociales con los demás.
Ayudan a suprimir los síntomas del autismo en los niños
Los síntomas del autismo, como la incapacidad de mantener el contacto visual y sentirse abrumado entre las multitudes, se pueden reducir cuando hay un gato en la imagen. Los niños que viven con autismo muestran comportamientos sociales mejorados, como presentarse y responder preguntas. Esto sucede porque los niños pasan tiempo hablando con la mascota.
Proporcionar confianza
Es posible que los niños con autismo no se sientan cómodos en las multitudes; esto puede hacer que se sientan aislados. Sin embargo, un gato los acepta tal como son y les brinda compañía incluso cuando los niños están de mal humor. Esto eleva su sentido de autoestima y autoestima, permitiéndoles sentirse seguros en las reuniones sociales.
La ciencia detrás de este hermoso vínculo
Los efectos de la compañía felina en su hijo en el espectro pueden parecer mágicos, pero en realidad existe una explicación científica para su maravilloso vínculo.
Liberación de oxitocina
Según un estudio de investigación, la interacción con gatos se ha relacionado con la liberación de oxitocina, a menudo llamada «hormona del amor». Desempeña un papel crucial en la formación de vínculos emocionales y la promoción de sentimientos de empatía y confianza.
Reducción de estrés
Pasar tiempo con gatos se ha relacionado con niveles más bajos de estrés en niños con autismo, todo gracias a la reducción de la producción de cortisol, una hormona asociada con el estrés. Este efecto reductor del estrés puede beneficiar a los niños en el espectro con altos niveles de ansiedad.
Historias de éxito de la vida real
Un estudio de 2022 entrevistó a seis madres de niños con TEA sobre sus experiencias con la propiedad de un gato durante la pandemia de COVID-19. Las madres informaron que tener un gato tenía varios beneficios para sus hijos, entre ellos:
- Proporciona estimulación sensorial y una influencia calmante.
- Fomentar la empatía y las habilidades de responsabilidad.
- Fomentar un sentido de compañerismo
- Reducir el estrés y la ansiedad
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Consideraciones y precauciones
Tener un gato a veces puede ser un desafío, pero los beneficios superan los desafíos. Aunque tener un gato puede ser una valiosa terapia complementaria para los niños con autismo, hay algunas cosas que debes tener en cuenta.
Alergias y sensibilidades sensoriales
Si bien la compañía felina puede ofrecer beneficios importantes, es importante considerar las posibles alergias y sensibilidades sensoriales que pueda tener su hijo. Se recomienda una estrecha vigilancia y consulta con su profesional médico.
Preferencias individuales
Recuerde, no todos los niños con autismo pueden tener la misma respuesta ante los gatos. Algunos niños pueden preferir otros animales o diferentes formas de compañía, y siempre se deben respetar sus preferencias.
Conclusión
La maravillosa conexión entre los gatos y el autismo es un testimonio del profundo impacto que nuestros amigos peludos pueden tener en nuestras vidas. Las cualidades únicas de los gatos, incluida su presencia calmante, sus beneficios sensoriales y su compañía sin prejuicios, los convierten en compañeros extraordinarios para los niños del espectro.
Preguntas frecuentes
P: ¿Puede cualquier gato ser un compañero adecuado para un niño con autismo?
A: Las diferentes razas de gatos tienen temperamentos diferentes. Si bien muchos gatos tienen un carácter amable, es esencial elegir un gato con un temperamento que se alinee con las necesidades del niño. Siempre es buena idea consultar conductistas animales para ayudarle a identificar la pareja adecuada.
P: ¿Existe algún riesgo asociado con la interacción de niños con autismo con gatos?
A: Como ocurre con cualquier interacción con mascotas, la supervisión es clave. Empiece por enseñarle a su hijo a manejarlo con suavidad y a respetar los límites del gato.
P: ¿Cómo le presento un gato a mi hijo con autismo?
A: Siempre debes presentarle un gato a tu hijo gradualmente. Permita que el niño observe al gato desde la distancia y fomente gradualmente la interacción a medida que se construye la confianza.
P: ¿Pueden los gatos sustituir las terapias tradicionales para niños con autismo?
A: Aunque los gatos son una valiosa adición a los enfoques terapéuticos, no deben reemplazar las intervenciones médicas o profesionales.
P: ¿Existen razas de gatos específicas más adecuadas para niños con autismo?
A: Ciertas razas, como los Ragdolls y los Maine Coons, son conocidas por su naturaleza amable y sociable. Por eso, pueden ser buenos compañeros para los niños con autismo.
P: ¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a vincularse con nuestro gato?
A: Anime a su hijo a jugar, arreglar y alimentar su automóvil. Estas actividades compartidas promoverán el vínculo entre ellos.