Cuando llega el estrés, muchos de nosotros tendemos a arremeter. A nosotros mismos. Nos criticamos por no hacer lo suficiente, por estar demasiado cansados, por dejar tareas importantes sin hacer, por cometer errores estúpidos.
Por supuesto, esto solo nos hace sentir peor: más ansiosos, molestos, deprimidos, nerviosos.
Intelectualmente, sabemos que la autocrítica cruel no es la respuesta. Pero es difícil hacer el cambio.
Una solución poderosa es orientar nuestro diálogo interno hacia la compasión. Estas frases son solo algunos ejemplos de cómo puede verse esto:
- Hoy es muy difícil para mí.
- El estrés es agotador. Es comprensible que esté cansada, y puedo moverme un poco más lento hoy. Está bien.
- Estoy molesto y decepcionado de no haber hecho eso y lo que necesito ahora es descansar.
- Estoy luchando hoy como tantas personas. Y como tantas personas, también merezco amabilidad.
- Estoy haciendo lo mejor que puedo en estas difíciles circunstancias.
- Me siento triste en este momento. Puedo tomar un breve descanso para escribir un diario al respecto.
- Me perdono por….
- En este momento necesito….
- Acepto mi tristeza.
- Acepto mi frustración.
- Cometí un error y puedo corregirlo.
- Puedo crecer a partir de esto por….
- Está bien sentirse así.
- No soy un robot. Necesito descansar.
- Estoy aprendiendo todos los días.
- Tengo dolor y respiraré un poco.
Cuando reformule su diálogo interno, recuerde concentrarse en reconocer sus sentimientos y ser comprensivo. Piense en usted mismo como un padre que nutre a su niño interior. Piense en qué palabras de apoyo pueden ayudar en el momento. Piensa en pequeñas formas en las que puedes sentirte mejor y cómo podría sonar la amabilidad para ti.
La clave para un diálogo interno efectivo es elegir frases que le parezcan significativas y auténticas, que serán diferentes para cada persona. Algunas personas pueden preferir usar «I», como en «Estoy molesto, y esto pasará». Otros pueden preferir decir «tú», como en «Estás molesto, y esto pasará».
También puede ayudar cerrar los ojos y poner las manos sobre el corazón mientras recita una frase de autocompasión. Esta es una pequeña manera de apagar el ruido del mundo externo y volver a conectar contigo mismo.
Es posible que tenga un largo historial de reprenderse a sí mismo en circunstancias difíciles, o en cualquier circunstancia. Muchos de nosotros lo hacemos. Que es difícil de desmontar y cambiar. Es por eso que puede tomar una palabra amable y reconfortante a la vez.
Sí, no se pueden deshacer años de diálogo interno dañino y devastador. Pero un cambio significativo comienza pequeño. Comience poco a poco en este momento con un poco de autocompasión.
Foto de Khadeeja Yasseron Unsplash.