Cambiar los hábitos que ha tenido durante años puede ser difícil, pero no imposible.
Todos tenemos esos hábitos que desearíamos no tener, pero parece que no podemos romperlos.
Puede pensar que pasa demasiado tiempo en las redes sociales o jugando juegos, o que su tiempo transmitiendo videos podría ser mejor empleado leyendo esa novela clásica que siempre quiso probar.
Aunque ha intentado muchas veces romper estos hábitos, puede parecer que nada funciona.
Incluso cuando creas que finalmente lo has superado, es posible que vuelvas a hacer el mismo hábito semanas o incluso horas más tarde.
Entonces, ¿cómo podemos parar? ¿Cuánto tiempo lleva romper un hábito?
Puede ser un desafío, pero con algo de tiempo y esfuerzo, los hábitos se pueden cambiar.
Cada año, llega la víspera de Año Nuevo y hacemos una lista de nuestras resoluciones, o más bien, hábitos que queremos cambiar o deshacernos para el año.
Pasa menos tiempo en las redes sociales. Comer mejor. Hacer más ejercicio. Dejar de fumar. Deja de morderte las uñas.
Hacer una lista de tus hábitos es no destinado a hacerte sentir mal contigo mismo, sino a hacerte más consciente de las cosas que quieres cambiar.
Esta lista puede parecer abrumadora, especialmente si sigue creciendo y creciendo cada año.
No estás solo. Todos tenemos hábitos, viejos y nuevos, que queremos cambiar. En lugar de tratar de cambiarlos todos, solo elija uno o dos.
Ahora que ha hecho una lista de sus hábitos, trate de encontrar lo que los impulsa.
Tal vez busca ese cartón de helado o barra de chocolate cuando está estresado o tiene un mal día. Tal vez pasas tanto tiempo desplazándote por las redes sociales porque estás aburrido.
El nerviosismo o la ansiedad en situaciones estresantes pueden llevarte a morderte las uñas.
Aprender lo que pone en marcha su hábito puede ayudarlo a pensar en ideas para detener o cambiar el comportamiento.
Una vez que sepa la causa, eliminarla o encontrar formas de aliviar esos sentimientos en el momento puede ayudarlo a romper ese hábito.
Si tiende a buscar alimentos que no quiere comer, considere tirarlos (o donarlos). Si lo primero que hace cuando se despierta es revisar su teléfono, intente dejarlo fuera de su habitación o en otra área que no esté tan cerca de su cama.
Esto no tiene que ser para siempre, solo hasta que estés seguro de que has roto el hábito.
Solo conocer el hábito y la causa detrás de él no es suficiente para que desaparezca.
La investigación en 2011 sugiere que reemplazar un hábito con un comportamiento alternativo es una buena manera de cambiar o romper un hábito.
En lugar de buscar un cigarrillo cuando está estresado, pruebe técnicas de manejo del estrés, como caminar o meditar, para encontrar alivio.
Cuando la ansiedad te haga morderte las uñas nuevamente, algunos ejercicios de respiración profunda pueden ayudar a aliviar tus sentimientos.
Intentar no para reemplazar su nuevo comportamiento con algo que es similar al anterior. Por ejemplo, si desea dejar de desplazarse tanto por las redes sociales, intente no usar otra aplicación de transmisión como reemplazo.
Pruebe estas ideas de reemplazo:
- comer fruta cuando piensas en un dulce procesado
- llevar un diario cuando estás estresado o ansioso
- leer un libro cuando estas aburrido
- mascar un chicle cuando quieres un cigarrillo
Los expertos creen que los hábitos son difíciles de romper porque se han convertido en una parte automática de nuestras rutinas y patrones cotidianos. De hecho, nuestros comportamientos que forman hábitos se han relacionado históricamente con los ganglios basales, la parte del «piloto automático» de nuestro cerebro.
Hacer cambios simples, como mover el teléfono de la mesita de noche antes de acostarte, puede facilitar que el nuevo comportamiento se convierta en parte de tu rutina de piloto automático.
Es natural tener deslices.
En lugar de castigarte por eso, recuerda que solo eres humano y que está bien.
Si vuelve a caer en el hábito, recuerde que puede ser necesario más de un intento para cambiarlo.
Motívate a cambiar tus hábitos usando incentivos o recompensas.
No tiene que ser nada caro o elaborado. Puede ser algo tan simple como un baño de burbujas o una comida favorita.
Considere establecer una meta para la semana y, si la alcanza, regálese. Saber que hay una recompensa en el futuro podría motivarlo a seguir con su plan para romper ese hábito.
Los hábitos son difíciles de romper. Los hábitos no se forman de la noche a la mañana, por lo que tampoco cambiarán de la noche a la mañana.
Se necesita tiempo y paciencia para que los nuevos comportamientos se conviertan en rutina. Los hábitos pueden tardar varias semanas en cambiar. ¡Pero no te rindas!
Si continúa, también puede convertir esos nuevos comportamientos en hábitos.
No es fácil romper o cambiar un hábito que has tenido durante mucho tiempo.
Puede tomar algo de prueba y error y un poco de tiempo para hacer ese cambio. Pero con un plan y mucha paciencia, sus nuevos comportamientos pronto pueden convertirse en una segunda naturaleza.
Si necesita ayuda para terminar con un hábito, considere comunicarse con un profesional de la salud mental. Un profesional mental capacitado puede ofrecer orientación y apoyo si desea abordar un problema más profundo, como el uso de sustancias, las compulsiones o la adicción.