La ira se expresa en una de cuatro maneras. Tres de los cuatro tipos son manifestaciones malsanas: agresivas, pasivo-agresivas y represivas. Mientras que uno solo, asertivo es saludable. La mayoría de las personas permanecen consistentemente en una o dos categorías dependiendo de las circunstancias. Por ejemplo, una persona puede ser agresiva en casa (porque se siente más cómoda) pero represiva en el trabajo (porque no tolera la agresión).
El objetivo del manejo de la ira es hacer que una persona pase de expresiones de ira poco saludables a comunicaciones saludables. Pero esto es difícil sin definir con precisión los comportamientos dañinos. Utilice esta lista para identificar las expresiones de ira poco saludables en las principales relaciones (cónyuge, padre e hijo) y diferentes entornos (hogar, trabajo y escuela).
Agresivo:
- Cuando está frustrado, puede ser directo y contundente.
- La voz se hace más fuerte cuando está enojado
- Cuando se confronta, hay una refutación rápida.
- Conocido por expresar opiniones.
- Los sentimientos de otros se pasan por alto a la luz de la resolución de un problema.
- Historia de peleas con la familia.
- La tendencia a ser repetitivo durante las discusiones.
- Es difícil resistirse a señalar los errores o errores de otros.
- Voluntad fuerte
- Un arrebato no es proporcional al evento.
- Tira cosas cuando está enojado
- Dar consejos sin que otros te lo pidan
- Puede ser físicamente intimidante
- Hits durante un desacuerdo
Pasivo agresivo:
- Cuando se sienta frustrado, guarde silencio sabiendo que irrita a los demás.
- Enfurruñamientos y pucheros
- Usa sarcasmo mordaz para desviar
- Procrastina con proyectos indeseables
- Cuando está frustrado, miente y dice que todo está bien.
- Elude la responsabilidad alegando olvido
- Deliberadamente evasivo para que otros se vayan solos
- Se acerca a los proyectos de trabajo a medias.
- Mira fijamente al frente cuando se le confronta
- Plazos incumplidos intencionalmente
- Culpa a los demás por los errores
- Se queja de los demás a sus espaldas.
- Sabotea proyectos no deseados
- Se niega a hacer un favor sabiendo que esto lo irritará.
supresor:
- No le gusta que los demás conozcan sus problemas personales.
- Cuando está frustrado, se muestra como si lo tuviera todo bajo control.
- Impaciente por las pequeñas cosas
- Reservado sobre compartir problemas
- No admitirá estar enojado
- No mencionaré cuando otros hayan dicho algo molesto.
- Deprimido y malhumorado
- Vive al borde de la explosión
- Pensamiento resentido pero nunca hablado
- Síntomas físicos como dolores de cabeza, estómago, problemas para dormir
- Se pregunta si las opiniones son válidas.
- Cuando se enfrenta, se siente paralizado
- Evita conversaciones sobre temas delicados.
- Estalla raramente y se avergüenza rápidamente
Por el contrario, la lista de verificación asertiva se puede utilizar para resaltar expresiones apropiadas de ira y nuevas formas de abordar el conflicto. Puede parecer antinatural al principio, pero el resultado final de relaciones interpersonales más fuertes vale la pena un poco de incomodidad.
Asertivo:
- Cuando se siente frustrado, lo expresa sin culpar a los demás.
- No hace comentarios amenazantes o intimidatorios.
- Es honesto acerca de los sentimientos de ira sin ser contundente o manso
- Busca resolver conflictos mutuamente
- Aborda temas delicados sin insistir en tener la razón
- Acepta la responsabilidad por los errores.
- Disposición a perdonar y dejar los errores de los demás en el pasado.
- Cronometrar los enfrentamientos de forma que se minimice la intensidad
- Se enfrenta a los demás con amabilidad y gentileza.
- Escucha otras opiniones sin enfadarse
- es respetuoso
- Ve el valor de las diferentes opiniones
- La postura es neutra, sin amenazar ni retroceder.
- Gana más confianza después de la confrontación.