Aunque las ACE pueden afectar enormemente su vida diaria, puede sanar de estas experiencias y vivir una vida feliz y plena.
Las Experiencias Adversas en la Infancia (ACE, por sus siglas en inglés) son eventos potencialmente traumáticos, como abuso emocional, físico o sexual, experimentados en los primeros 18 años de vida.
Junto con la violencia familiar, el abuso o la negligencia y la separación o muerte de los padres, cualquier evento que socave el sentido de unión, seguridad y protección de un niño se define como una ACE.
Experimentar ACE durante la infancia puede interrumpir el desarrollo de un niño y afectar su bienestar social, emocional y cognitivo hasta la edad adulta.
Los ACE están vinculados a
La investigación de 2018 ha documentado la relación de las ACE con el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y el trauma complejo (efectos a largo plazo de experimentar eventos traumáticos).
Si ha experimentado ACE en su infancia, no está solo. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), aproximadamente el 61 % de los adultos estadounidenses han experimentado al menos un tipo de ACE, y casi 1 de cada 6 ha experimentado 4 o más tipos de ACE.
Si bien las ACE pueden afectarlo en gran medida a usted y a su vida diaria, es posible recuperarse de estas experiencias con las herramientas y el apoyo adecuados.
Cómo el trauma en la primera infancia afecta el cerebro y el desarrollo
Las experiencias de la vida temprana impactan el desarrollo del cerebro y sientan las bases del futuro de una persona, ayudando a dar forma a la composición de sus emociones, personalidad y salud y bienestar en general.
Cuando un niño experimenta un evento traumático o estrés tóxico, definido como exposición a adversidades frecuentes/prolongadas, la respuesta de estrés del cuerpo puede interrumpir el desarrollo del cerebro. Esto puede conducir a conexiones neuronales subdesarrolladas en las partes del cerebro necesarias para un aprendizaje exitoso y un comportamiento apropiado en la escuela y el lugar de trabajo.
Cuando el cerebro de un niño experimenta estrés tóxico, libera una hormona que encoge el hipocampo, la parte del cerebro donde se maneja el estrés y se procesan los recuerdos y las emociones.
Los estudios de resonancia magnética muestran que hay menos materia gris en la corteza prefrontal en las personas que han experimentado ACE, lo que puede explicar por qué muchas personas con ACE pueden tener dificultades para regular las emociones, luchar con el control de los impulsos y participar en comportamientos potencialmente inseguros.
El trauma de la primera infancia puede aumentar el riesgo de una persona de sufrir enfermedades relacionadas con el estrés a lo largo de su vida. Algunas investigaciones indican que el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas es mayor cuanto más ACE experimenta una persona.
Señales de que estás experimentando los efectos de un ACE
Las ACE pueden tener efectos duraderos hasta bien entrada la edad adulta. Si ha experimentado ACE durante su infancia, estas experiencias pueden tener un impacto en su salud física, emocional y conductual. Algunos de los efectos de las ACE incluyen un mayor riesgo de:
- problemas de salud física en la edad adulta (p. ej., diabetes, enfermedad cardíaca, cáncer)
- dificultades de salud mental (p. ej., ansiedad, depresión, TEPT)
- trastorno por uso de sustancias o abuso de sustancias
Otras cosas que la exposición a las ACE puede afectar incluyen:
- Habilidad para reconocer, procesar y manejar las emociones.
- capacidad para construir y mantener amistades y relaciones saludables
- lucha para concentrarse, tomar decisiones y/o retener información
- educación inestable y/o historial laboral
Cómo se relacionan las ACE con el trauma y el TEPT
El trauma puede involucrar una sola experiencia, múltiples eventos o exposición repetida/prolongada a eventos dañinos y estresantes. Estas experiencias abruman la capacidad de una persona para integrar las emociones e ideas involucradas en la experiencia y sobrellevarlas.
La investigación retrospectiva muestra que aquellos que han experimentado un trauma durante la infancia tienen un mayor riesgo de desarrollar afecciones de salud mental, que incluyen:
Aunque las ACE pueden afectar significativamente su salud mental y física, es importante comprender que es posible curar los efectos del trauma. No importa cuánto tiempo hace que ocurrieron estos eventos, abordar los efectos de estas experiencias puede ayudarlo a sanar, prevenir enfermedades crónicas e incluso ayudar a curar enfermedades existentes.
Si creció con experiencias infantiles adversas, es probable que estas experiencias hayan tenido un tremendo impacto en usted, pero no tienen por qué definirlo.
Hay muchas maneras de entender su pasado y sus desafíos personales y empoderarse para crear cambios significativos en su vida, que incluyen:
- Escribiendo: Investigaciones anteriores encontraron que escribir sobre experiencias pasadas y emociones fuertes puede mejorar el enfoque, mejorar el rendimiento cognitivo y fortalecer el sistema inmunológico. Un estudio más reciente también concluyó que la escritura expresiva puede ayudar a quienes han experimentado un trauma.
- Consejería o terapia: La terapia basada en el trauma puede ayudarlo a procesar sus experiencias de vidas pasadas, comprender su salud mental actual, superar las respuestas tóxicas al estrés y guiarlo hacia mejores mecanismos de afrontamiento.
- Meditación de atención plena: Las investigaciones de 2011 y 2020 sugieren que las personas que practican la meditación consciente experimentan un aumento de la materia gris en partes del cerebro que afectan los procesos de aprendizaje y memoria, la autoconciencia y la regulación de las emociones, que son las mismas regiones del cerebro que pueden estar afectados negativamente por las ACE.
- Ejercicio regular: La actividad física regular puede ayudar a disminuir las hormonas del estrés, reducir la inflamación y mejorar la neuroplasticidad, que es la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse a lo largo de la vida.
- Cuida tus relaciones/comunidad: El tipo correcto de relaciones puede ayudarte a sanar. Pedir ayuda, desarrollar relaciones de confianza y fomentar lazos sociales saludables puede brindarle apoyo, amistad e incluso aumentar la producción de oxitocina (la hormona que “siente bien”) en su cuerpo.
Una de las cosas más importantes que puede hacer es aceptar y reconocer las experiencias difíciles que tuvo cuando era niño para que pueda comprender mejor la trayectoria de su vida y comenzar a sanar del trauma pasado.
Si cree que tuvo eventos adversos en la infancia cuando era más joven, completar el cuestionario ACE es un buen primer paso para comprender su pasado y poder comenzar a sanar.
Es importante recordar que no importa lo que haya experimentado, siempre hay esperanza para un futuro positivo. Tu pasado no define hacia dónde te diriges.
Para obtener más información sobre las ACE y cómo encontrar apoyo en línea y en persona, hay más información en estos recursos: