Las causas más habituales de los “bajones” son la falta de confianza, el miedo a tomar decisiones, una baja autoestima, la falta de objetivos y de expectativas de futuro, la incertidumbre ante situaciones importantes o la desmotivación, entre otras. También hay elementos físicos, como el dolor corporal, que repercute directamente en tu estado de ánimo. No tener un sueño reparador o no llevar una dieta sana también tienen una influencia directa.
¿Por qué las mujeres son más propensas a sufrir bajos?
Algunos estudios hablan de una prevalencia de los trastornos depresivos por lo menos dos veces más alta en mujeres que en hombres. La explicación viene determinada. por las hormonas que producen los ovarios (estrógenos y progesterona) durante el ciclo menstrual y que dan lugar a cambios en varios neurotransmisores como la serotonina, noradrenalina, endorfinas o dopamina. Esto puede provocar cambios psicológicos que a su vez pueden causar depresión, ansiedad… Pero no todas las mujeres sufren estos síntomas ni lo hacen con la misma intensidad.
Las causas pueden ser psicológicas o físicas.
El estrés también nos afecta
El estilo de vida occidental es muy propicio a que se pueda sufrir estrés o bajos de ánimo debido a la presión en el trabajo, horarios poco compatibles con la vida familiar… Los atascos, las noticias pesimistas, las malas perspectivas en el ámbito laboral y económico, etc., tampoco ayudan a que nuestro nivel de estrés baje. Descubre cómo acabar con el estrés en 5 sencillos pasos.
¿Qué puedo hacer para evitar el bajón?
Es importante practicar actividades que te permitan desarrollar tus aptitudes y talento. Márcate objetivos alcanzables (por muy pequeños que sean) y pon todo tu empeño en conseguirlos.
Además, estos pequeños trucos te vendrán muy bien para evitar los bajos:
- Tener pensamientos positivos. No te centres en lo negativo y piensa que de todo se aprende. Para romper con los pensamientos negativos, haz cosas que te levanten el ánimo y que te pongan de buen humor: ver tu serie favorita, leer un libro, ir de compras, hacer puenting… ¡Tú eliges!
- Distraer los bajos. Para ello, busca algo muy bueno que te haya pasado. Entrénate para evocarlo cuando estés alegre y tranquila. De esta manera te será más fácil traerlo a la mente cuando aparezcan los bajos.
- Ordenar la casa. Puede parecer una tontería, pero te servirá para relajar la mente. Además, haces ejercicio, que ayuda a tonificar el cuerpo ya alejar los momentos de bajón.
- Reír todos los días. Y no, no vale una sonrisita. Reír es la mejor terapia y es que, además de liberar endorfinas, estimula los músculos faciales, torácicos y los abdominales, y te oxigena.
- Hablar con tus amigos. Es terapéutico porque nos permite desahogarnos, liberar preocupaciones y sentirnos acompañados. Puedes quedar o llamar por teléfono a una amiga.
- Respirar bien. Practica la respiración abdominal, la mejor para serenarte, mientras atraes a tu mente visualizaciones positivas.
- Darte un homenaje. Dedica tiempo cada día a realizar algo que desees. Además, sé consciente de las buenas causas que llevas a cabo. Puedes hacer un repaso mental cada noche.
- Caricaturizar un problema. Haz tres respiraciones profundas y atrae un pensamiento negativo de baja intensidad durante 20 segundos. Vuelve a pensarlo otros 20 segundos más, pero esta vez imaginando que es un personaje de dibujos animados alegre, feliz y no creíble quien habla de este pensamiento. Practícalo durante varios días y acabarás interpretando ese pensamiento con mejor humor.
- No te quedes en casa. De nada sirve compadecarte de ti misma ni encerrarte en casa sin salir. Socializa y sal, verás cómo poco a poco la situación mejora. Evita también caer en la tentación de regodearte en tu tristeza y escuchar canciones tristes, o ponerte Titánico tres veces seguidas. Haz más bien lo contrario: música alegre (incluso canciones infantiles) y comedias.
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La importancia de los pensamientos.
Nuestros pensamientos producen una emoción y esta, a su vez, una Actitud. Por este motivo, es importante cuidar los pensamientos, ya que son los que van a alterar el estado de ánimo. Practicar poco a poco cómo podemos pasar los pensamientos negativos a positivos da unos resultados extraordinarios. Al principio cuesta, pero con la práctica comprobarás que pensar en positivo mejora tu estado de ánimo. No te pierdas estos trucos para lograr ser más positivo y feliz.
Focaliza tu mente hacia pensamientos y recuerdos positivos.
¿Cuándo debo preocuparme?
Todos pasamos por bajos de ánimo. Sin embargo, tenemos que estar alerta ante el cambio de nuestra manera de sentir, de pensar y de actuar. Si sentimos un malestar que afecta a todo el cuerpo, a nuestro humor, a la manera de comer, al sueño, al deseo sexual, baja nuestra autoestima, dejamos de salir, de hacer lo que nos gusta, nos llena una sensación de desesperanza, etc., podríamos estar ante una depresión y hay que acudir a un especialista.