Estilos de apego: definición, tipos y teoría

Estilos de apego: definición, tipos y teoría

Nuestro estilo de apego es una parte importante de cómo vivimos nuestras vidas. Siga leyendo para obtener más información sobre qué son los estilos de apego y de dónde provienen.

Por ejemplo, cuando somos niños, dependemos completamente de nuestros padres para sobrevivir. Nuestras necesidades de supervivencia incluyen comida, agua y refugio, así como una sensación de seguridad y conexión. Cuando todas estas necesidades se satisfacen de manera constante, desarrollamos un modelo del mundo en el que las personas están seguras y son amorosas y somos dignos de ese amor. Sin embargo, cuando nuestros cuidadores no son confiables y estas necesidades no se satisfacen, desarrollamos un modelo del mundo en el que no estamos seguros y no somos dignos de amor y seguridad. Son estas experiencias de la primera infancia las que dan lugar a lo que se conoce como nuestro estilo de apego. Hablemos más sobre los estilos de apego y cómo podemos comprenderlos mejor.

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¿Qué son los estilos de apego? (Una definición)

Los estilos de apego pueden describirse como la forma en que nos relacionamos con los demás (Levy et al., 2011). Son la plantilla de lo que podemos esperar del mundo que nos rodea. Un estilo de apego incluye la base de nuestro autoconcepto, nuestra disposición a confiar en los demás (o nuestros problemas de confianza) y las estrategias que utilizamos para gestionar nuestras emociones. La confluencia de todos estos factores determina cómo nos sentimos y nos comportamos en las relaciones con los demás. Por ejemplo, si hemos aprendido que las personas no son fiables y que no somos dignos de amor, estas creencias pueden expresarse en nuestras relaciones con los demás como ansiedad.

¿Por qué son importantes los estilos de apego?

Los estilos de apego son una parte importante de nuestra vida diaria. Podemos ver reflejos de nuestros estilos de apego en la forma en que nos relacionamos con nuestras parejas románticas, a quiénes elegimos como amigos y cómo nos expresamos. Comprender nuestro estilo de apego puede ayudarnos a comprendernos mejor a nosotros mismos y a nuestras conductas. Este conocimiento también puede mostrarnos qué viejas heridas aún debemos sanar.

Teoría de los estilos de apego

La teoría de los estilos de apego fue propuesta por primera vez por John Bowlby en la década de 1960 y fue desarrollada aún más hasta nuestra comprensión actual por Mary Ainsworth. (Bowlby y Ainsworth, 2013). Esta teoría afirma que, además de nuestras necesidades básicas, como comida, agua y ropa, tenemos una necesidad inherente de conexión con un cuidador. Este cuidador actúa como nuestra fuente de seguridad y consuelo mientras nos abrimos paso en un mundo nuevo y a veces aterrador.

La forma en que nuestro cuidador nos trata cuando somos bebés y niños nos enseña qué esperar de los demás. Por ejemplo, cuando tenemos un cuidador que está emocionalmente disponible y satisface constantemente nuestra necesidad de conexión y seguridad, aprendemos que las personas son generalmente seguras y confiables. El grado en que se satisfacen nuestras necesidades en nuestra juventud también influye en nuestro autoconcepto como adultos. Por ejemplo, un cuidador que siempre nos ama nos enseña que somos dignos de amor. Estas creencias y expectativas son la base de nuestro estilo de apego más adelante en la vida.

La teoría del apego de John Bowlby

La teoría del apego fue propuesta por primera vez por John Bowlby, quien estudió cómo reaccionaban los bebés cuando su madre los dejaba solos en una habitación y luego regresaba a ella. Describió a los bebés que se angustiaban cuando su madre se iba y se tranquilizaban cuando regresaba como «bebés con apego seguro». Los bebés que se angustiaban cuando su madre se iba de la habitación pero no se tranquilizaban cuando regresaba se consideraban bebés con apego inseguro.

La hipótesis es básicamente que los niños que se sienten más reconfortados por el regreso de su madre son más capaces de pensar en ella como una base segura porque su madre les ha proporcionado constantemente una sensación de seguridad. Sin embargo, los bebés que se sienten menos reconfortados por sus madres probablemente hayan experimentado inconsistencias en cuanto a si ella les proporcionará o no una sensación de seguridad.

Para obtener más información sobre este experimento, mira este video:

Vídeo: Apego ambivalente seguro, inseguro y evitativo en madres y bebés

La teoría de los estilos de apego fue desarrollada por Mary Ainsworth, quien creó un diseño experimental llamado la Situación Extraña. Este experimento de la Situación Extraña se desarrolla de la siguiente manera:

  • Una madre y su bebé juegan en una habitación desconocida durante unos minutos.
  • Un extraño entra en la habitación y se sienta junto a la madre durante unos minutos y luego comienza a jugar con el bebé.
  • La madre sale de la habitación y el extraño intenta consolar al bebé si está angustiado.
  • Después de unos minutos, el extraño también abandona la habitación.
  • Luego, el extraño vuelve a entrar en la habitación y trata de consolar al bebé si está angustiado.
  • Finalmente, la madre vuelve a entrar en la habitación y el extraño sale.

Se mide la respuesta de los bebés a cada una de estas situaciones y se utiliza para determinar su estilo de apego. Utilizando este diseño experimental, Ainsworth identificó tres estilos de apego: Seguro, ambivalente y evitativo.

Los bebés que se sentían angustiados cuando su madre salía de la habitación, que no podían ser consolados por el extraño y que se calmaban con el regreso de su madre, se consideraban que tenían un apego seguro.

Se consideró que los bebés que se sentían angustiados cuando su madre salía de la habitación, que no podían ser consolados por el extraño y que no se tranquilizaban con el regreso de su madre tenían un estilo de apego ambivalente.

Por último, se consideró que los bebés que no se sentían angustiados cuando su madre salía de la habitación, jugaban felizmente con el extraño y no se veían afectados por el regreso de su madre tenían un estilo de apego evitativo.

Si quieres ver cómo se desarrolla este experimento, mira este vídeo:

Vídeo: La extraña situación y el apego

Hoy en día, el experimento de la Situación Extraña se sigue utilizando habitualmente para estudiar los estilos de apego. Desde el origen del experimento de la Situación Extraña, la teoría del apego ha evolucionado y ahora se considera que incluye cuatro estilos: seguro, ansioso, evitativo y desorganizado. Existen diferentes escuelas de pensamiento que definen estas categorías de diferentes maneras, pero en este artículo nos centraremos en estas cuatro.

Cómo la crianza contribuye a los estilos de apego

Como ya se ha mencionado, la teoría del apego sostiene que es la relación con nuestros padres la que da lugar a nuestro estilo de apego en la edad adulta. Nuestra relación con nuestros padres depende de cómo interactúan con nosotros y responden a nuestras necesidades (Whitfield, 1993). Esto hace que el estilo de crianza sea un factor importante en el desarrollo de nuestro estilo de apego (Ainsworth, 1989).

Se cree que los estilos de apego se transmiten de generación en generación (Fearon y Roisman, 2017). Es decir, la forma en que nuestros padres se relacionan con nosotros probablemente esté influenciada por la forma en que sus padres se relacionaron con ellos y sus padres anteriores, y así sucesivamente.

Estilos de apego: seguros

Un estilo de apego seguro surge cuando las necesidades de los niños se satisfacen de manera constante. Los padres o cuidadores cariñosos y generosos enseñan a los niños que son adorables, que sus necesidades son importantes y que las relaciones son seguras y confiables. Esta sensación general de seguridad con ellos mismos y con los demás hace que sea más fácil establecer y mantener límites.

Una persona con un apego seguro podría estar de acuerdo con afirmaciones como:

  • Me resulta fácil ser cariñoso.
  • Me siento cómodo dependiendo de los demás.
  • Creo que la mayoría de las personas son esencialmente honestas y confiables.
  • Para mí es importante honrar los acuerdos con mi pareja.
  • Soy bueno guardando secretos y respetando límites.
  • Me siento cómodo siendo cariñoso con mi pareja.

Estilos de apego: ansioso

Un estilo de apego ansioso se caracteriza por la inseguridad, el miedo al rechazo o al abandono y las tendencias codependientes. Este tipo de estilo de apego se desarrolla cuando tus necesidades fueron satisfechas de manera inconsistente cuando eras niño. Por ejemplo, si tus padres fluctuaban entre ser abrumadoramente atentos y distantes, priorizaban sus necesidades a expensas de las tuyas, te alejaban como castigo o te hacían sentir responsable de sus sentimientos volátiles, es probable que desarrolles un estilo de apego ansioso.

Las personas con un estilo de apego ansioso podrían estar de acuerdo con afirmaciones como:

  • Pienso mucho en mis relaciones.
  • Soy muy sensible a los estados de ánimo de mi pareja.
  • Me preocupa no estar a la altura de otras personas.
  • Me resulta difícil establecer límites realistas.
  • Siempre dudo de mí mismo.
  • Cuando doy más de lo que recibo, a menudo me resiento y guardo rencor.

Estilos de apego: evitativo

El estilo de apego evitativo se manifiesta generalmente como una dificultad para construir y mantener relaciones a largo plazo debido al miedo a dejar que los demás se acerquen demasiado. Este estilo de apego suele desarrollarse cuando los cuidadores están ausentes o son emocionalmente indiferentes. Las personas con un estilo de apego evitativo a menudo experimentan el abandono de sus cuidados, las críticas por su dependencia de su cuidador y el rechazo al expresar sus necesidades o sentimientos.

Las personas con un estilo de apego evitativo podrían estar de acuerdo con afirmaciones como:

  • Me resulta difícil brindar apoyo emocional.
  • Valoro mi independencia más que mis relaciones.
  • Me resulta difícil depender de los demás.
  • A veces minimizo la importancia de mis relaciones cercanas.
  • Tengo tendencia a preferir las relaciones con los animales antes que con las personas.
  • Tengo dificultades para acercarme y pedir ayuda.

Estilos de apego: desorganizado

La categoría de estilo de apego desorganizado surgió de una investigación que utilizó el paradigma de la situación extraña que se describió anteriormente. Los investigadores descubrieron que algunos bebés no encajaban en ninguna de las otras categorías y notaron que muchos de estos bebés mostraban conductas que parecían conflictivas, temerosas o desorientadas cuando el padre o la madre regresaban a la habitación (Granqvist et al., 2017). Decidieron crear una nueva categoría, el apego desorganizado, para describir las conductas de estos bebés.

Se cree que un estilo de apego desorganizado se desarrolla cuando un bebé experimenta a su cuidador principal como una fuente de miedo. Esto crea un conflicto porque la fuente de seguridad del bebé también es la fuente de su miedo (Granqvist et al., 2017). En la adultez, un estilo de apego desorganizado puede manifestarse como sentimientos y comportamientos erráticos y conflictivos, dificultad con la regulación emocional y ansiedad.

Alguien con un estilo de apego desorganizado podría estar de acuerdo con afirmaciones como:

  • Me cuesta sentirme seguro con mi pareja.
  • A menudo me desconecto, me disocio y me confundo.
  • Me cuesta recordar mis relaciones anteriores.
  • A menudo siento que los problemas no tienen solución.
  • Tengo tendencia a esperar que suceda lo peor.
  • Quiero cercanía pero también tengo miedo de…