Estado de flujo: definición y consejos para entrar en el estado de flujo
¿Qué es un estado de fluidez y cómo puede ayudarte a disfrutar y concentrarte más en el trabajo? En este artículo, hablaremos sobre la investigación que hay detrás del estado de fluidez y cómo puedes entrar en un estado de fluidez.
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¿Qué es un estado de flujo? (Una definición)
Más específicamente, se cree que el flujo involucra nueve componentes (Csikszentmihalyi 1990):
- Equilibrio entre desafío y habilidad
- Fusión de acción y conciencia
- Objetivos claros
- Retroalimentación inequívoca
- Alta concentración
- Una sensación de control
- Pérdida de la autoconciencia
- Transformación del tiempo
- Experiencia autotélica
El estado mental de flujo
Equilibrio entre desafío y habilidad
Se cree que el estado de fluidez se produce cuando nos involucramos en actividades que tienen la dificultad adecuada para nosotros: son desafiantes pero factibles según nuestro nivel de habilidad. La actividad está en nuestro punto ideal.
Mientras estamos en estado de fluidez, no tenemos conciencia de que somos nosotros los que realizamos la actividad. Nuestras acciones parecen espontáneas o automáticas (Jackson y Marsh, 1996).
Objetivos claros
Los objetivos claros se establecen desde el inicio del estado de flujo o en el proceso de realización de la actividad. De esta manera, tenemos muy claro lo que tenemos que hacer.
Retroalimentación inequívoca
Esta es la retroalimentación que recibimos de nuestro compromiso con cualquier tarea que estemos realizando. En concreto, reconocemos que estamos teniendo éxito o que estamos en el camino correcto. Podemos sentir que lo estamos haciendo bien.
Alta concentración
Cuando estamos en estado de fluidez, nos sentimos totalmente concentrados en la actividad que estamos realizando. Nuestros pensamientos y acciones están bien aplicados a lo que estemos haciendo.
Una sensación de control
Cuando estamos en un estado de flujo, sentimos que podemos hacer cualquier cosa y que tenemos el control de lo que sucede.
Pérdida de la autoconciencia
En la vida diaria, solemos tener pensamientos ocultos sobre cómo nos ven los demás. Pero en un estado de fluidez, no nos preocupamos por lo que los demás piensen de nosotros. Sentimos y actuamos con confianza, sin sentirnos cohibidos.
Transformación del tiempo
En los estados de fluidez, el tiempo puede parecer más rápido o más lento de lo habitual. Podemos sentir que el tiempo se ralentiza, lo que nos permite pensar con claridad, o que el tiempo se acelera, lo que nos hace sentir como si volara.
Experiencia autotélica
Se cree que esta experiencia es el resultado final del flujo. Es una sensación de estar intrínsecamente motivado o de sentir que la tarea en sí fue agradable, independientemente de los objetivos a los que pueda estar asociada la tarea.
Cómo entrar en un estado de flujo
¿Qué nos ayuda a entrar en un estado de flujo?
Motivación intrínseca y fluidez. Algunos rasgos de la personalidad hacen que algunas personas sean más propensas a entrar en estados de fluidez. Por ejemplo, el disfrute intrínseco (o la tendencia a sentir placer al realizar actividades en sí mismas, incluso si no están vinculadas a recompensas externas como el dinero o el prestigio) puede estar vinculado a una experiencia más frecuente de fluidez. La capacidad de afrontar el aburrimiento (o la capacidad de realizar tareas aburridas de maneras que sean más agradables) también podría estar relacionada con la fluidez (Ullén, de Manzano, Theorell y Harmat, 2010). Esto sugiere que si nos esforzamos por potenciar nuestra motivación intrínseca, es posible que nos resulte más fácil entrar en un estado de fluidez.
Experiencia y fluidez. Los investigadores sugieren que es más probable que entremos en un estado de fluidez cuando trabajamos en tareas en las que tenemos cierta experiencia. Cuando tenemos experiencia en la realización de una actividad, ya hemos automatizado algunas de las partes difíciles de esa actividad. Por lo tanto, los investigadores sugieren que realizar una actividad desafiante relacionada con un área en la que ya tenemos experiencia puede ser cualitativamente diferente a realizar una actividad desafiante no relacionada con un área de experiencia (Ullén, de Manzano, Theorell y Harmat, 2010). Por estas razones, dicen que puede ser más fácil entrar en un estado de fluidez cuando trabajamos en tareas en las que tenemos cierta experiencia.
Vídeo: Cómo entrar en el estado de flujo
Cómo entrar en un estado de flujo
Por ejemplo, un artículo de revisión nos recuerda que las emociones positivas pueden provocar una menor autoconciencia y alteraciones en la percepción del tiempo. Esto sugiere que los sentimientos positivos pueden ayudarnos a entrar en un estado de fluidez y que las emociones negativas como la preocupación pueden interferir en dicho estado (Ullén, de Manzano, Theorell y Harmat, 2010).
Tareas desafiantes y fluidas. Si queremos entrar en un estado de fluidez, un buen primer paso es preparar el terreno para los estados mentales que hemos comentado anteriormente. Por ejemplo, no podemos fluir cuando hacemos cosas demasiado fáciles o aburridas. Por lo tanto, podemos reflexionar sobre la dificultad de las tareas que estamos realizando, asegurándonos de que sean lo suficientemente desafiantes, pero no tan difíciles como para que nos cueste trabajo. Que una determinada tarea nos suponga un desafío o no depende de nuestras áreas de especialización, por lo que es posible que tengamos que hacer una lluvia de ideas y experimentar para encontrar nuestro punto óptimo (Ullén, de Manzano, Theorell y Harmat, 2010).
Vídeo: Perderse en el estado de flujo
Cómo mantenerse en estado de flujo
Para mantener el flujo, es necesario que mantengamos la atención constante. Sentir ansiedad, aburrimiento o apatía puede sacarnos de ese estado. El aburrimiento hace que nuestra mente divague. La ansiedad conduce a la preocupación y puede llevarnos a la timidez, que nos roba la atención y reduce nuestro enfoque (Nakamura y Csikszentmihalyi, 2014). Eso significa que para mantener el flujo es posible que debamos aumentar el nivel de dificultad de nuestras tareas con el tiempo. Este tipo de seguimiento continuo de nuestras actividades y nuestro nivel de habilidad puede ayudarnos a asegurarnos de mantenernos en un estado de flujo y a lograrlo con más frecuencia.
Música para entrar en estado de fluidez
Vídeo: Música para el estado de fluidez: ritmos binaurales alfa, música para estudiar y concentrarse
Vídeo: Estado de flujo (mezcla continua)
Estado de flujo y enfoque
Dado que el estado de fluidez se produce cuando nos involucramos en actividades que tienen el nivel de desafío adecuado, es un estado precario y frágil. Un ligero cambio en el que la tarea se vuelve más desafiante (o nos volvemos más hábiles, haciendo que la tarea sea aburrida) puede sacarnos del estado de fluidez (Nakamura y Csikszentmihalyi, 2014). Para mantenernos concentrados necesitamos la cantidad justa de «sustancia» que nos mantenga completamente concentrados. Si estamos aburridos, nuestra mente querrá hacer otras cosas. Y si la tarea es demasiado difícil, nos sentiremos abrumados, cansados o ansiosos. Eso significa que la concentración y el estado de fluidez se benefician de tener las condiciones adecuadas.
Estado de flujo y atención plena
Dado que ambos estados son buenos para nosotros, puede resultar beneficioso reflexionar sobre cómo y cuándo priorizar cada experiencia. La atención plena puede ayudar a evitar que nuestra mente se desvíe hacia pensamientos desagradables o irrelevantes. Pero si buscamos un estado de fluidez, mientras trabajamoso por ejemplo, Es posible que no queramos controlar nuestros pensamientos. De hecho, es posible que queramos simplemente dejarnos llevar y permitir que nuestros pensamientos, ideas y acciones surjan y se vayan de forma natural. Para beneficiarse de estos dos procesos, es posible que simplemente debamos pensar en cuándo utilizar nuestra mente para diferentes propósitos.
Los beneficios de un estado de flujo
- Enfocar. El flujo puede ayudarnos a concentrarnos en nuestro trabajo, ayudándonos a hacerlo mejor y a ser más productivos.
- Confianza en sí mismo. El flujo puede ayudarnos a sentirnos seguros de nuestras habilidades y de nosotros mismos mientras realizamos nuestro trabajo.
- Sentimiento de claridadEl flujo puede ayudarnos a tener claridad sobre los próximos pasos que debemos dar para alcanzar nuestras metas.
- Sentimientos positivos. El flujo es una sensación agradable. Puede ayudarnos a disfrutar más de nuestro trabajo y a experimentar emociones más positivas mientras trabajamos.
- Sentimiento de recompensa. El flujo va acompañado de sentimientos de motivación intrínseca, lo cual es un sentimiento de recompensa por haber hecho un buen trabajo.