Tener un aborto podría llevarte a experimentar diferentes emociones, incluido el dolor y la depresión. Esto es natural, y la curación es posible.
El duelo es una respuesta natural, ya veces inesperada, a experimentar una pérdida significativa. Todos lloran de manera diferente y por diferentes razones. Si estás de luto, tus emociones son válidas.
Someterse a un aborto puede hacer que usted y quienes la rodean se sientan de maneras que no esperaban.
Aunque no todos pasan por la experiencia de la misma manera, no es raro sentir dolor o emociones intensas y encontradas después de un aborto.
Sentir y expresar dolor es una respuesta natural a cualquier pérdida percibida.
Para algunas personas, los cambios hormonales que ocurren después de un aborto pueden causar trastornos emocionales. Esto puede conducir a sentimientos temporales de tristeza, irritabilidad y bajo estado de ánimo.
Las circunstancias particulares de su decisión también pueden afectar cómo se siente antes y después de un aborto. Por eso la experiencia de cada uno es diferente, aunque todas las reacciones son igualmente válidas.
Las señales de que está de duelo pueden incluir:
- cambios inesperados en su estado de ánimo que pueden pasar de sentir alivio a una tristeza intensa, por ejemplo
- sentirse separado de la situación o de los demás
- irritabilidad y episodios ocasionales de ira
- preocupación por los acontecimientos que llevaron al aborto
- tristeza persistente y bajo estado de ánimo
- preguntándose qué podría haber pasado si no hubiera pasado por la experiencia
La mayoría de las personas pasan por las etapas del duelo después de enfrentar una pérdida, ya sea esperada o no. Pero no todos viven estas etapas de la misma manera.
Las cinco etapas del duelo son:
- negación
- enojo
- negociación
- depresión
- aceptación
Es posible que pase algún tiempo en cada una de estas etapas, o tal vez se salte algunas. También puede experimentar algunas de estas emociones, como depresión y negación, al mismo tiempo o repetidamente. Tu experiencia de duelo es única.
Aunque no es una regla, otras posibles respuestas a tener un aborto pueden incluir:
- momentos de arrepentimiento, remordimiento y culpa
- ira hacia otros que ayudaron o motivaron la decisión
- ira hacia aquellos que no ayudaron o apoyaron la decisión
- Síntomas del trastorno de estrés postraumático (TEPT)
- sintomas de ansiedad
- Preocupación por poder volver a quedar embarazada.
- preocuparse por quedar embarazada demasiado pronto
- alivio
- indiferencia o entumecimiento acerca de la experiencia
El duelo y la depresión son dos conceptos diferentes. El duelo no es un diagnóstico formal de salud mental, mientras que la depresión sí lo es.
Pero los síntomas de la depresión pueden coincidir con algunas emociones relacionadas con el duelo. Y a veces, el duelo puede convertirse en un trastorno.
Cuando el duelo dura mucho tiempo y no se resuelve por sí solo, es posible que reciba un diagnóstico de trastorno por duelo prolongado. Esto es cuando experimenta una preocupación persistente con la razón de su dolor, en este caso, la pérdida asociada con un aborto.
Los síntomas del trastorno de duelo prolongado incluyen:
- negación significativa
- una sensación de que has perdido una parte de ti mismo
- evitando cualquier recordatorio de la pérdida
- emociones intensas
- dificultad para funcionar en el mundo, incluso en áreas sociales y ocupacionales
- sentirse separado o entumecido
- dificultad para motivarse o encontrar un propósito en la vida
- sentirse solo
En algunos casos, puede experimentar tanto un duelo prolongado como una depresión, o puede pasar de los síntomas del duelo a los de la depresión.
Algunos signos que pueden indicar que su duelo se ha convertido en depresión incluyen:
- cambios de humor o tristeza intensa y desesperación
- sentirse desesperanzado o pesimista acerca de la vida
- culpa e impotencia
- dificultad para encontrar alegría en las actividades regulares, incluido el sexo
- fatiga intensa o baja energía
- dificultad para concentrarse en una tarea
- desafíos de memoria
- cambios en sus patrones de sueño
- cambios en su apetito o hábitos alimenticios
- síntomas físicos que pueden incluir dolores de cabeza, dolor muscular o problemas digestivos
- preocupaciones o fantasías relacionadas con la muerte
Si tiene alguno de estos síntomas que dura más de dos semanas, hablar con un profesional de la salud mental puede ayudar a determinar si está experimentando dolor o depresión después del aborto.
¿Existe un vínculo entre el aborto y la depresión??
Esta es una pregunta controvertida porque no hay consenso sobre la respuesta.
Si bien algunas investigaciones sugieren que podría haber una asociación entre el aborto y la depresión, otros estudios no han encontrado un vínculo.
En entornos clínicos, los expertos han descubierto que algunas personas experimentan síntomas de depresión después de un aborto, mientras que otras no se afligen ni se sienten deprimidas.
La respuesta a la pregunta puede ser única para usted y sus experiencias pasadas y presentes, lo que indica que los factores contribuyentes son clave en la forma en que algunas personas procesan un aborto.
Aunque se necesita más investigación, una revisión científica publicada en la revista SAGE Open Medicine sugiere que algunas personas tienen importantes problemas de salud mental causados, provocados, agravados o complicados por una experiencia de aborto.
Otra investigación no ha encontrado evidencia de que el aborto provoque condiciones o síntomas de salud mental. Sin embargo, los investigadores dicen que se necesita más investigación para determinar si tener un historial de experiencias de vida negativas o problemas interpersonales y de relación puede desempeñar un papel en la depresión después del aborto.
No importa lo que diga la investigación, si te sientes de cierta manera después de experimentar un aborto, esos sentimientos son reales y válidos. Cómo tú sentir es importante.
Una vez más, aunque falta investigación, alguna evidencia sugiere que ciertos factores pueden aumentar su probabilidad de experimentar angustia después de un aborto.
Éstas incluyen:
- incertidumbre o dudas acerca de abortar
- creencias personales o religiosas negativas sobre el aborto
- un historial de condiciones de salud mental
- falta de apoyo emocional o social
- las razones de tu aborto
- estigma percibido o sentirse devaluado por no cumplir con las expectativas sociales
Un estudio de 2016 sugiere que el estado de salud mental antes del aborto es un fuerte predictor de la respuesta posterior al aborto.
En otras palabras, si tiene antecedentes de depresión, por ejemplo, puede tener una mayor probabilidad de experimentar síntomas de depresión después de un aborto.
Los investigadores que realizaron el estudio de 2016 también encontraron una fuerte asociación entre el estigma del aborto percibido y los síntomas de depresión, ansiedad y estrés previos al aborto. Sugieren que las personas que se sienten menos estigmatizadas por tener un aborto pueden tener menos posibilidades de tener problemas de salud mental después del aborto.
Si está experimentando dolor o depresión después de un aborto, es útil saber que no está sola. Las estimaciones indican que alrededor del 24% de las mujeres se someterán a un aborto inducido cuando cumplan 45 años.
Pero manejar las emociones y el duelo después de un aborto es posible.
Aquí hay algunas maneras de comenzar su proceso de curación:
- Aceptación. Puede resultarle útil aceptar lo que siente, incluso si fue inesperado. Permitirse sufrir y darse tiempo para hacerlo puede ser una experiencia curativa por sí sola.
- Explorando sus circunstancias. Observar su historial familiar y personal puede ayudarlo a reconocer los factores subyacentes que pueden estar contribuyendo a su angustia. Identificar condiciones previas, presiones sociales, creencias personales y traumas no resueltos puede ayudarlo a comprender cómo se siente.
- Pidiendo apoyo. Es posible que sientas que no quieres hablar de eso, o que estás distanciado de los demás, pero pedir ayuda o espacios para desahogarte de aquellos en los que confías puede marcar una diferencia significativa.
- Autocompasión. Si está de duelo, a veces puede sentirse inclinado a ser duro consigo mismo. Es importante recordar que está haciendo lo mejor que puede con los recursos disponibles. «Qué pasaría si» podría llevarte a dar un paseo sin destino. Considere enfocarse en el ahora y planificar para el futuro.
- Manejo del estrés. Considere explorar maneras de calmar su mente y cuerpo. La meditación, el yoga y el tai chi pueden ayudar. Puedes encontrar videos de YouTube gratis con diferentes opciones.
- Compartir experiencias. Encontrar a otras personas que compartan esta experiencia puede ayudarlo a sentirse menos aislado y ofrecerle un lugar seguro para descargar sus sentimientos. Si no tiene a nadie con quien se sienta seguro hablando, hay grupos de apoyo que pueden ayudar.
- All-Options ofrece apoyo a las personas que están decidiendo sobre el aborto o lo han tenido. Puede comunicarse con ellos al 888-493-0092.
- Exhale ofrece apoyo post-aborto por mensaje de texto o por teléfono. Puede llamar al 866-439-4253 o enviar un mensaje de texto al 617-749-2948.
A veces, a pesar de centrarse en la autoayuda u otros métodos para manejar su duelo, aún puede tener dificultades para procesarlo.
Si los sentimientos de dolor y tristeza persisten por más de un mes, o si le preocupa cómo está manejando las emociones relacionadas con el aborto, puede ser útil comunicarse con un profesional de la salud mental para que lo ayude.
Además, si sospechas que estás experimentando síntomas de depresión u otras condiciones de salud mental, así como desequilibrios hormonales, un profesional puede apoyarte.
Todos experimentan el duelo de manera diferente. Del mismo modo, abortar puede provocar diversas respuestas emocionales y físicas. Lo que estás experimentando es válido y natural.
Después de un aborto pueden surgir reacciones como alivio, tristeza, irritabilidad, negación y, a veces, depresión. Si bien no todos pasan por estas emociones, considere que no hay una forma correcta o incorrecta de sentirse después de esta experiencia.
Ya sea que se haya sometido al procedimiento o sea un padre, amigo o familiar afectado por él, la forma en que se siente es válida y real, y la curación es posible.