La esquizofrenia paranoide ya no se diagnostica como una afección, pero la paranoia puede desempeñar un papel en los síntomas de la esquizofrenia.
La esquizofrenia es una condición de salud mental crónica, que puede presentar desafíos únicos para quienes viven con ella.
Las personas con esquizofrenia a veces experimentan la realidad de forma distorsionada. Ciertos síntomas pueden tener un impacto significativo en la capacidad de funcionamiento de una persona, como:
- alucinaciones
- alucinaciones
- habla confusa
- comportamiento anormal
La esquizofrenia es una de las condiciones de salud mental más estigmatizadas e incomprendidas que existen. Muchos estereotipos sobre la condición son inexactos.
Por ejemplo, un mito común sobre la esquizofrenia es que involucra múltiples personalidades, o que las personas con esquizofrenia son violentas y peligrosas.
Las clasificaciones médicas de la esquizofrenia también han cambiado significativamente a lo largo de los años, lo que puede contribuir a esta confusión. “Esquizofrenia paranoide” es un ejemplo de un término que alguna vez fue ampliamente utilizado por los profesionales pero que ahora se considera obsoleto.
Aunque este diagnóstico ya no existe en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 5ª edición, revisión del texto (DSM-5-TR), la paranoia todavía puede desempeñar un papel central en muchos tipos de esquizofrenia.
La esquizofrenia paranoide es una de varias clasificaciones de esquizofrenia que se utilizaron en una versión anterior del DSM, el DSM-IV-TR.
Esta versión describía cinco tipos principales de esquizofrenia y sus síntomas, entre ellos:
- Tipo paranoico: Alucinaciones o creencias delirantes sobre ser perseguido, perseguido o conspirado.
- Tipo desorganizado: Habla y pensamientos desorganizados e incoherentes.
- Tipo catatónico: Falta de movimiento y afecto, pérdida del habla o acciones repetitivas.
- Tipo indiferenciado: Síntomas fluctuantes que no están lo suficientemente bien formados para encajar claramente en cualquiera de las categorías anteriores, o síntomas de cada una de las categorías anteriores.
- Tipo residual: Esto describe una forma de esquizofrenia donde los síntomas ya no son tan prominentes o severos.
En el DSM-5-TR, se eliminó este sistema de clasificación para la esquizofrenia. Los síntomas de estos subtipos todavía se consideran características de la esquizofrenia, pero no se ven como condiciones distintas.
Los síntomas de la esquizofrenia actualmente reconocidos por el DSM-5-TR incluyen:
- Alucinaciones: Escuchar, ver o percibir cosas que en realidad no existen.
- Alucinaciones: Una creencia muy arraigada en algo, a pesar de la evidencia de que la creencia es falsa. La paranoia puede ser un tema común en los delirios.
- Discurso desorganizado: Habla incoherente, incoherente o vagamente conectada que puede ser difícil de entender o seguir para otros.
- Comportamiento desorganizado: Esto puede significar una función motora anormal, aumento de la agitación o catatonia.
- Síntomas negativos: Esto describe la ausencia de un rasgo típico, como un afecto plano o un habla desorganizada.
Para que le diagnostiquen esquizofrenia, debe experimentar 2 o más de los síntomas anteriores, incluido al menos uno de los primeros tres síntomas enumerados, durante 1 mes o más, durante un período de 6 meses.
Cuando todavía se reconocía este subtipo, el criterio de diagnóstico clave era:
- una preocupación por los delirios, especialmente aquellos que implican ser perseguido, controlado o dañado de alguna manera
- frecuentes alucinaciones auditivas
- una ausencia de habla desorganizada, comportamiento desorganizado o catatónico, o afecto plano o inapropiado
Aunque la esquizofrenia paranoide ya no es un diagnóstico, la paranoia suele ser un síntoma destacado de la afección.
La paranoia es un proceso de pensamiento que provoca una sensación persistente de que las personas pueden estar:
- persiguiéndote
- conspirando contra ti
- «a por ti»
En la esquizofrenia, la paranoia suele adoptar la forma de delirios, alucinaciones o alguna combinación de ambos.
Por ejemplo, una persona que vive con esquizofrenia puede creer que la policía la está persiguiendo o que alguien está tratando de controlarla a través de su televisión o radio. O bien, pueden escuchar voces que dicen cosas maliciosas sobre ellos.
Trastorno de personalidad paranoica
Paranoia no siempre significa que una persona tiene esquizofrenia. También puede ser un signo de trastorno de personalidad paranoide.
Esta condición no suele implicar delirios o alucinaciones, pero puede causar sentimientos abrumadores de sospecha y desconfianza hacia los demás.
Se realizaron cambios significativos en la forma en que se clasifica la esquizofrenia por varias razones:
- los subtipos no eran una forma confiable de predecir cómo podría desarrollarse la condición
- los subtipos no ayudaron a los psiquiatras a encontrar un tratamiento eficaz
- las personas que viven con esquizofrenia no siempre experimentan una sola categoría de síntomas
La esquizofrenia ahora se describe como una combinación de cinco síntomas potenciales y como un espectro, en lugar de un conjunto de categorías claramente definidas.
Posteriormente, la investigación ha respaldado la decisión de eliminar los subtipos de esquizofrenia, incluida la esquizofrenia paranoide.
Según un estudio de 2014, los subtipos anteriores de esquizofrenia no marcaron una diferencia significativa en la mejor forma de tratar la afección. Los investigadores también encontraron que solo había diferencias menores entre las personas con tipos paranoicos, desorganizados e indiferenciados.
Aunque los criterios de diagnóstico para la esquizofrenia cambiaron, el proceso real de ser diagnosticado con la condición sigue siendo el mismo.
Actualmente no existe una sola prueba que pueda confirmar o diagnosticar la esquizofrenia. En cambio, un profesional de la salud o de salud mental evaluará sus síntomas e historial médico.
También pueden trabajar para descartar otros factores y condiciones médicas que pueden causar psicosis, como:
- consumo de sustancias
- tumores cerebrales
- afecciones neurológicas, como la encefalitis
- otras afecciones psiquiátricas, como el trastorno bipolar
Una vez que se han descartado otras causas, se puede hacer un diagnóstico de esquizofrenia.
Una combinación de medicamentos y psicoterapia puede ayudar a tratar la esquizofrenia.
Los medicamentos antipsicóticos pueden reducir la gravedad de los síntomas angustiantes, como delirios y alucinaciones, y pueden facilitarle la concentración y el pensamiento claro.
Con la esquizofrenia, los beneficios de la medicación a menudo pueden ayudar a mejorar la terapia.
La terapia cognitiva conductual (CBT, por sus siglas en inglés) es un tipo de terapia de conversación que se enfoca en identificar y cambiar patrones de pensamiento inútiles. La investigación de 2020 sugiere que la TCC puede ser efectiva para la paranoia, en particular.
La esquizofrenia paranoide solía ser un diagnóstico formal, pero ahora se considera obsoleto.
La esquizofrenia ya no se divide clínicamente en distintos subtipos. En cambio, el DSM-5-TR enumera cinco síntomas, que pueden existir en diversos grados en un diagnóstico de esquizofrenia.
La paranoia puede ser una característica tanto de los delirios como de las alucinaciones. Puede hacer que alguien con esquizofrenia crea que está siendo controlado o experimente alucinaciones auditivas angustiosas.
Los síntomas de la esquizofrenia pueden ser aterradores y agotadores para quienes los experimentan, así como para sus seres queridos. Pero con la investigación en curso, la esquizofrenia se comprende mejor ahora que nunca.
Hay disponible una gama de opciones de tratamiento eficaces para ayudar a controlar los síntomas de la esquizofrenia. El primer paso suele ser ver a un profesional de la salud o de salud mental. Si no está seguro de por dónde empezar, puede consultar el centro de Psych Central para encontrar apoyo de salud mental.