Escuche su instinto –

¡Tienes un cerebro en el estómago!

P: ¿Por qué el esqueleto tenía demasiado miedo de cruzar la calle?
A: Porque no tenía las agallas.

Todas las personas que he conocido han experimentado momentos en los que les ha faltado coraje. Yo lo he experimentado, y es probable que tú también. Tú sabes de qué estoy hablando. Todos hemos estado en una situación en la que fallamos en hacer el movimiento valiente. Tal vez no hablamos ni compartimos nuestra idea creativa, o nos alejamos de tomar una posición. Tal vez no tuvimos esa conversación difícil. O tartamudeamos en lugar de avanzar hacia lo que queremos hacer, tener o ser.

Michael D. Gershon, MD, dice que un movimiento valiente (tomar una acción significativa) es una función de nuestro «segundo cerebro» (también conocido como el cerebro entérico) Consulte su libro The Second Brain en Amazon aquí.

En el libro, mBraining: Using Your Multiple Brains To Do Cool Stuff (encuéntrelo en amazon.com aquí), Marvin Oka y Grant Soosalu declaran que la función principal de este cerebro entérico o segundo es el coraje.

Como resultado, podrían estar en algo. Con la ayuda de herramientas como la tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT), los escáneres cerebrales FMRI y los microscopios electrónicos, la investigación revela:

“Tienes un cerebro complejo e inteligente en tu intestino que contiene más de 500 millones de neuronas y tiene el tamaño y la complejidad equivalentes al cerebro de un gato”.

¿Será que el león o el tigre o la pantera que equiparamos como símbolo de valentía tiene la misma cantidad de neuronas en su cerebro que nosotros en nuestro sistema entérico?

Oka y Soosalu te dirían que esto no es solo una coincidencia.

Sugiero que tal vez sea hora de darle más crédito a su propio “sentido visceral” de las cosas.

Para ser específico, comience a notar cómo confiar en su instinto es como escuchar un cerebro inteligente, uno que tiene una conexión primaria con su centro de coraje, su identidad, sus motivaciones y su profundo sentido de autoconservación.

Y en caso de que quieras probar lo que tu instinto tiene que decir sobre todo lo que acabas de leer, sigue este ejercicio rápido:

Paso uno: siéntese en una posición cómoda.

Paso dos: cierra los ojos.

Paso tres: inhale y exhale contando por igual tanto la inhalación como la exhalación. Haga esto durante dos minutos.

Paso cuatro: comience a conectarse con el valor o los elementos de este artículo que le parecieron importantes.

Paso cinco: con el ojo de su mente, cree una película o, literalmente, vea formas en que podría usar esta información de manera beneficiosa.

Sexto paso: pregúntese qué le gusta de las aspiraciones que su mente pintó para usted.

Paso siete: pregúntese cuál es su motivación para tomar tal acción. Pregúntese cómo se conectó este artículo con una parte profunda de su identidad.

Paso Ocho—Revise todo lo que acaba de decirse a sí mismo y pídale a su cabeza, corazón e instinto que le den sentido a la experiencia por la que acaba de pasar.

Si su salud intestinal es relativamente buena y su estado mental/emocional relativamente coherente, probablemente haya obtenido valor de este ejercicio. Y al hacerlo, amigo mío, acabas de dar un paso para aprender a escuchar mejor a tu instinto.