#2 — Soportas la decepción de los demás con ecuanimidad.
23 de abril de 2021
Foto de Radu Florin en Unsplash
He eliminado y reinstalado mi Instagram un total de (al menos) 10 veces. ¿Alguien más es un eliminador compulsivo?
No lo hice simplemente porque quería «desconectarme» o abrazar la deriva nómada que ha encontrado refugio en nuestra cultura. Tú sigues tu camino, yo sigo el mío.. Es algo mucho más profundo.
Me retiro de las redes sociales (en arrebatos de frívola indignación) en parte porque el compromiso de la gente no cumple con mis expectativas y en parte porque me doy cuenta de que ese hecho me importa demasiado.
Cada vez que lo borro, no puedo evitar sentirme avergonzado, como si de alguna manera hubiera fallado en cautivar al mundo. Que me retiré porque no estaba lo suficientemente seguro para seguir usándolo. Ese algo fundamental en mí no era suficiente.
La mejor sensación con la que puedo compararlo es la de ser elegido el último para jugar balón prisionero; no porque no sea bueno siguiendo las reglas, sino debido a algún rasgo de personalidad evasivo que se me escapa pero que otros me aseguran.
He estado revisando mucho este sentimiento últimamente. Y la correspondiente e inquietante pregunta que plantea… ¿soy inseguro? Me gusta creer que no lo soy, que soy un gigante de 7 pies que puede enfrentar cualquier cosa que me proponga (con tacones, nada menos). Pero mi comportamiento en esto (y algunas otras cosas) me hace mirarme un poco más en el espejo proverbial estos días, lanzándome a una especie de búsqueda para discernir marcadores confiables de seguridad.
El tema de mis estudios vino de todas partes: familia, amigos, compañeros de trabajo, instructores de Peloton, gente de Starbucks, viejos partidos de Tinder que resurgieron. Cualquiera era presa fácil 😉. Este artículo es un resumen de mis hallazgos.
La seguridad personal se mide mejor en relación con los demás. Así verás que los cinco signos que te comparto se encuentran todos. en el contexto de las relaciones. No sabes lo que hay en un vaso opaco hasta que lo derramas. De manera similar, no sabes qué tan segura está una persona hasta que la expones a otras personas.
1. Las personas seguras agradecen las preguntas directas y responden del mismo modo.
Las personas seguras no dudan de la verdad, por incómoda que sea. Aceptan la franqueza, esperándola de…