Errores: definición, ejemplos y cómo aprender de ellos
Cometer errores puede ser vergonzoso y, a veces, doloroso, pero los errores son oportunidades importantes para aprender y crecer como persona. Siga leyendo para obtener más información sobre los errores y cómo aprender de ellos.
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Muchos de nosotros nos movemos por la vida con miedo a cometer errores. Pasamos nuestro valioso tiempo extrapolando descontroladamente diferentes futuros posibles y luchando con nosotros mismos sobre qué futuro preferimos. Incluso podemos tener problemas con decisiones mundanas, ya que nos preocupa un futuro en el que hemos elegido algo diferente. Sin embargo, la realidad es que no podemos evitar cometer errores, sin importar cuánto tiempo y cuidado pongamos en nuestras deliberaciones.
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¿Qué es un error? (Una definición)
Un error puede definirse como una conducta que resulta de un error de juicio, de un conocimiento inadecuado o inexacto, o de una falta de atención. Por lo general, un error es algo de lo que luego nos arrepentimos o que causa cierta cantidad de lucha, pérdida o dolor.
Por qué son importantes los errores
Los errores son importantes porque nos ayudan a aprender y a convertirnos en mejores versiones de nosotros mismos cuando respondemos a ellos de manera eficaz. Cometer errores es parte de la condición humana y es algo que podemos aprender a aceptar y utilizar como una forma de mejorar nuestra comprensión de nosotros mismos y del mundo que nos rodea.
Las investigaciones en neurociencia incluso sugieren que los errores son, en realidad, una parte importante del aprendizaje. Por ejemplo, los investigadores han demostrado que, al intentar que un ratón asocie el sonido de un tono con una recompensa, el aprendizaje es más rápido y más fuerte cuando los ratones predicen una recompensa después de un tono y se equivocan de vez en cuando (Watabe-Uchida et al., 2017).
Esto se debe a que los cerebros (tanto los de los ratones como los nuestros) están preparados para hacer predicciones y luego determinar la precisión de esas predicciones. Cuando hay una discrepancia entre la predicción y el resultado, nuestros cerebros liberan moléculas llamadas neurotransmisores, que básicamente envían una señal que dice «oye, algo no está bien aquí, recordémoslo». La respuesta de nuestros cerebros a esta discrepancia, también conocida como error de predicción, es un poderoso mecanismo de aprendizaje y es tan confiable que se ha convertido en una característica central de los modelos neurocientíficos de aprendizaje y comportamiento.
Otros modelos neurocientíficos del aprendizaje (en concreto, los que se refieren al aprendizaje de una nueva habilidad motora, como el tenis o el patinaje) sugieren que los errores son importantes porque ayudan a reducir el abanico de movimientos posibles a los correctos. Esto se basa en la idea de que hay muchas más formas de hacer algo mal que de hacerlo bien. Por tanto, al cometer errores estamos básicamente participando en un proceso de eliminación que hará que sea más fácil acertar en el futuro. Esta famosa cita atribuida a Thomas Edison es un resumen perfecto de esta línea de pensamiento: “No he fracasado, simplemente he encontrado 1000 formas que no funcionan”.
Aunque cometer errores puede ser ciertamente decepcionante y doloroso a veces, es una parte vital (e inevitable) del aprendizaje y el crecimiento. Un error solo es un problema cuando nos negamos a aprender de él o, cuando es posible, a corregirlo.
Ejemplos de errores (errores que comete la gente)
- Permitir que la gente te empuje/ser un felpudo
- Ser un acosador
- Engañar a una pareja
- Hacer trampa en un examen
- Salir con la persona equivocada
- No escuchar el consejo de su médico
- Comer en exceso
- Olvidar cumpleaños o aniversarios
- Beber en exceso
- Conducir distraído
- Mintiendo
- Gasto excesivo
- Procrastinando
- Hacer clic accidentalmente en “responder a todos” en un correo electrónico confidencial
- Enviar mensajes de texto a la persona equivocada
- Perdiendo el control
- Sacar conclusiones precipitadas antes de conocer todos los hechos
- No comprobar la validez de las fuentes antes de compartir publicaciones y artículos en Internet
- Referirse a alguien usando pronombres incorrectos
Cómo superar los errores
Perdonarnos a nosotros mismos significa reconocer el mal que hemos cometido, dejar atrás el resentimiento y mostrarnos compasión, generosidad y amor (Enright, 1996). Hay tres componentes fundamentales del perdón a uno mismo: la autoaceptación, la voluntad de aceptar la responsabilidad y un esfuerzo genuino por cambiar.
Si queremos perdonarnos a nosotros mismos y superar nuestros errores, es importante que primero aceptemos que somos seres imperfectos que cometemos errores. Si no aceptamos que los errores son parte de la condición humana, perdonarnos a nosotros mismos se vuelve casi imposible. También es importante que nuestro proceso de autoperdón incluya la rendición de cuentas. En otras palabras, aceptar la responsabilidad por el error que cometimos es una parte esencial del perdón a nosotros mismos. Por último, para realmente superar nuestros errores, es importante que hagamos un esfuerzo genuino para evitar que vuelvan a cometerlos. Convertirnos en mejores personas en respuesta a un error es la mejor manera de superarlo.
Cómo aprender de los errores
La ciencia nos muestra que el aprendizaje también puede producirse mediante el refuerzo negativo. En otras palabras, cuando no se tiene éxito y nos sentimos mal, se produce igualmente el aprendizaje. Los modelos científicos de aprendizaje mediante refuerzo negativo muestran que el aprendizaje mediante refuerzo negativo puede ser incluso más fuerte y más eficiente que el aprendizaje mediante refuerzo positivo (Chialvo y Bak, 1999). Este hallazgo sugiere que, en realidad, es mejor cometer errores que acertar a la primera.
La idea de que cometer errores es una forma eficaz y eficiente de aprender ha sido apoyada por la investigación sobre las mejores prácticas de enseñanza, también conocida como investigación pedagógica. El proceso de enseñar fomentando los errores se conoce como fracaso productivo (Kapur, 2008). La investigación pedagógica ha demostrado que cuando a los estudiantes se les enseñan nuevos principios matemáticos utilizando el enfoque del fracaso productivo, obtienen mejores resultados que los estudiantes a los que se les enseña utilizando el enfoque tradicional (en el que se les muestra cómo resolver correctamente el problema; Kapur, 2008).
A pesar de los evidentes beneficios que tiene para nuestro aprendizaje, cometer errores no nos hace sentir bien y, en ocasiones, puede tener efectos negativos en nuestra autoeficacia y compromiso con los objetivos. Dadas las desventajas asociadas a cometer errores, existen algunos trucos que podemos utilizar para poder sacarles el máximo provecho. Estos trucos incluyen replantear el error (también conocido como reevaluación cognitiva), asumirlo y analizarlo. Profundicemos un poco más en cada una de estas estrategias.
Reformulando los errores
Reformular un error significa cambiar la perspectiva que tienes de lo que significa ese error en el contexto más amplio de tu vida. Por ejemplo, supongamos que presentas información incorrecta por accidente en una reunión importante. En lugar de castigarte por tu error, puedes reformularlo como una experiencia en la que aprendiste a verificar dos veces tus fuentes y la precisión de tu información antes de la próxima reunión. Al gestionar tu respuesta a un error, recuerda que, a pesar de lo decepcionado o incómodo que pueda hacerte sentir, los errores pueden hacer maravillas para ayudarnos a aprender y crecer.
Reconocer los errores
Puede que nos sintamos obligados a echarle la culpa a los demás por nuestros errores para evitar sentir vergüenza e incomodidad. Sin embargo, desviar la culpa de nosotros mismos nos impide aprovechar los beneficios que nos ofrecen los errores. Para aprender verdaderamente de nuestros errores es necesario que examinemos dónde nos equivocamos y qué podríamos haber hecho mejor para evitar cometer el mismo error en el futuro.
Analizando errores
Analizar nuestros errores implica hacernos preguntas sobre el error, su contexto y lo que lo llevó a cometerlo. Por ejemplo, podrías hacerte las siguientes preguntas después de cometer un error:
- ¿Cuales fueron mis motivaciones?
- ¿Qué estaba intentando lograr?
- ¿Por qué elegí el curso de acción que elegí?
- ¿Cómo puedo asegurarme de tomar la acción apropiada en el futuro si surge una situación similar?
- ¿Qué oportunidades de crecimiento personal me ofrece este error?
Las investigaciones han demostrado que hacer estas preguntas y comparar nuestras respuestas con lo que podemos identificar retroactivamente como el curso de acción correcto es una poderosa herramienta de aprendizaje (Loibl y Leuders, 2019).
Para saber más sobre cómo podemos aprender de nuestros errores, consulte estas charlas TED:
Vídeo: Diana Laufenberg: Cómo aprender de los errores
Vídeo: Aprendiendo de los errores
Citas sobre errores
- “El fracaso debería ser nuestro maestro, no nuestro enterrador. El fracaso es un retraso, no una derrota. Es un desvío temporal, no un callejón sin salida. El fracaso es algo que sólo podemos evitar si no decimos nada, no hacemos nada y no somos nada”. – Denis Waitley
- “Una vida dedicada a cometer errores no sólo es más honorable, sino más útil que una vida dedicada a no hacer nada.” – George Bernard Shaw
- “Los errores siempre son perdonables, si uno tiene el coraje de admitirlos.” – Bruce Lee
- “No soy perfecta; cometo errores todo el tiempo. Todo lo que puedo hacer es intentar aprender de mis errores, responsabilizarme de ellos y hacer un mejor trabajo mañana”. – Lana
- “Hoy elijo la vida. Cada mañana al despertar puedo elegir la alegría, la felicidad, la negatividad, el dolor… Sentir la libertad que da poder seguir cometiendo errores y…