ta cosa más romántica que hizo el marido de mi amiga fue irse de vacaciones solo. Él la dejó en casa durante una semana entera para que pudiera terminar su tesis, sin interrupciones.
Cuando mi amiga nos lo contó, casi chilló. Había estado trabajando en esa estupidez durante meses.
Mi amiga aprovechó su semana sabiamente. Dio sus clases y luego se fue directamente a casa a escribir. Se tomó pequeños descansos para tomar un café y salir a caminar. Su marido no la acosaba con mensajes de texto ni con llamadas telefónicas. Él la dejó trabajar y solo se registró una o dos veces para hacerle saber que no lo habían asaltado ni había muerto en un accidente automovilístico. Más tarde ese semestre, defendió a tiempo. Agregar ese doctorado detrás de su nombre la llenó de gratitud.
Lo que necesitaba desesperadamente era lo que le daba su marido: tiempo a solas para concentrarse. “Él me entiende”, decía.
Ahora eso es amor.
El sexto lenguaje del amor es el más difícil.
A estas alturas, probablemente al menos hayas oído hablar de los cinco lenguajes del amor de Gary Chapman. Describen las formas en que nos preocupamos unos por otros: tiempo de calidad; actos de servicio; regalos; palabras de afirmación; contacto físico.
Sólo un pequeño problema aquí…
Ha habido un lenguaje de amor adicional observándonos todo el tiempo, claramente resumido como la necesidad de espacio: «Si amas a alguien, a veces tienes que dejarlo en paz».
Es contrario a la intuición, lo sé. Estamos condicionados a pensar que si amamos a alguien, nunca deberíamos cansarnos de verlo. Entonces, cuando reclaman espacio para sí mismos, pensamos que es personal. Asumimos que debe haber algo mal, cuando no es así.
La gente habla el sexto lenguaje del amor todo el tiempo, sin saberlo. Sucede cuando la persona que te gusta de Tinder se desmorona en el último minuto o tu esposa desaparece durante una hora. Te aman, pero no saben cómo explicar lo que necesitan. Se sienten culpables por querer pasar tiempo a solas.
El amor se trata de establecer límites
Cualquiera que tenga un lado artístico o “intelectual” comprende lo agotador que resulta vivir con alguien. Si estás en la casa, se te considera “disponible” incluso cuando intentas…