El estrés puede afectar todos los sistemas del cuerpo, incluso provocando niveles más bajos de oxígeno en la sangre y el cuerpo.
Si a veces le falta el aire cuando está estresado o ansioso, no está solo. Este es un síntoma común de la ansiedad.
Cuando su cuerpo y mente están bajo estrés, las vías respiratorias entre la nariz y los pulmones pueden contraerse, lo que puede provocarle síntomas desagradables como mareos o frecuencia cardíaca acelerada.
La cantidad de oxígeno que pasa de los pulmones a los glóbulos rojos, y luego se transporta al resto del cuerpo, se denomina nivel de saturación de oxígeno en la sangre. Sentirse estresado y respirar rápidamente puede reducir el nivel de oxígeno en la sangre.
Si experimenta problemas respiratorios debido al estrés, hay algunas maneras de aumentar naturalmente los niveles de oxígeno y dejar que se sienta más tranquilo.
Cuando respira normalmente, su cuerpo regula naturalmente la cantidad de oxígeno en su sangre. Pero cuando una situación te hace sentir ansioso o estresado, tu cuerpo libera hormonas del estrés y activa tu respuesta de lucha, huida o congelación. Esta respuesta prepara su cuerpo para reaccionar ante un posible peligro.
La respuesta de huida, huida o congelación puede hacer que su cuerpo se ponga tenso, que su corazón se acelere y que su frecuencia respiratoria aumente. En algunos casos, puede hiperventilar (respirar muy rápido) o puede convertirse en un ataque de pánico.
Respirar de manera rápida significa que no está obteniendo tanto oxígeno de la respiración y no está exhalando tanto dióxido de carbono. Esto puede hacerle sentir que le falta el aire.
Un estudio de 2014 informó que las personas que experimentaban ansiedad y depresión eran más propensas a reportar dificultad para respirar, sibilancias y síntomas respiratorios nocturnos (falta de aire u opresión en el pecho durante la noche) que las personas sin ansiedad ni depresión.
¿Cómo puede saber si sus niveles de oxígeno son bajos?
Es posible que tenga niveles de oxígeno más bajos si nota los siguientes síntomas:
- dificultad para respirar
- tener problemas para recuperar el aliento
- un dolor de cabeza
- un latido del corazón rápido
- dolor en el pecho
- coloración azul en la cara, los labios o las uñas
- sentirse inquieto
También puede saber si su nivel de oxígeno es bajo midiendo su nivel de oxígeno en la sangre. Un oxímetro de pulso es un pequeño dispositivo que lee su nivel de oxígeno cuando se coloca en la punta de su dedo. Muestra qué tan bien llega el oxígeno a los puntos más alejados del corazón, como los dedos de las manos y los pies.
La mayoría de las personas necesitan un nivel de saturación de oxígeno del 89 % o superior para mantener sus células sanas. Si tiene una afección respiratoria o cardíaca, es posible que desee un nivel diferente, por lo que es posible que desee trabajar con un médico para comprender qué niveles son seguros para usted.
Si le preocupa la lectura de su oxímetro de pulso o si sus síntomas empeoran, considere comunicarse con su médico.
El estrés no es la única causa potencial de la caída de los niveles de oxígeno en la sangre. Otras causas incluyen:
Anemia
La anemia es una condición definida por la falta de glóbulos rojos sanos. Sus glóbulos rojos transportan oxígeno por todo el cuerpo a través del torrente sanguíneo. Si hay una cantidad reducida de glóbulos rojos, la cantidad de oxígeno en la sangre será menor, lo que provocará un nivel bajo de oxígeno en la sangre.
Asma
El asma es una enfermedad pulmonar crónica que hace que las vías respiratorias se estrechen, lo que dificulta que el aire entre y salga de los pulmones. Cuando esto sucede, puede afectar su nivel de oxígeno. Las personas que viven con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) también pueden experimentar episodios de bajo nivel de oxígeno.
Alta altitud
Visitar un lugar elevado como Colorado puede afectar la cantidad de oxígeno que su sangre puede transportar a través de su cuerpo. Las personas que viven en áreas de gran altitud pueden desarrollar más glóbulos rojos para compensar la menor cantidad de oxígeno en el aire.
Apnea del sueño o medicamentos para dormir
La respiración demasiado superficial o demasiado lenta se denomina hipoventilación. Cuando esto sucede, su cuerpo no puede eliminar adecuadamente el dióxido de carbono, lo que puede resultar en menos oxígeno en la sangre. Condiciones como la apnea del sueño o la intoxicación por drogas o alcohol pueden causar hipoventilación.
muy poco movimiento
Un estilo de vida con poca actividad física puede afectar su nivel de oxígeno. Cuando te mueves o haces ejercicio, tus pulmones llevan oxígeno a tu sangre y tu corazón bombea el oxígeno a los músculos que estás usando. Hacer más ejercicio, como caminatas diarias, puede ayudar a elevar los niveles de oxígeno en la sangre.
Así como el ejercicio aeróbico puede mejorar su corazón y fortalecer sus músculos, los ejercicios de respiración pueden ayudar a que sus pulmones sean más eficientes, según la Asociación Americana del Pulmón.
Aquí hay dos ejercicios de respiración útiles que pueden ayudar a aumentar los niveles de oxígeno en la sangre de forma natural. Considere usarlos en momentos de estrés.
1. Respiración diafragmática
La respiración diafragmática también se conoce como “respiración abdominal”.
Comience inhalando suavemente por la nariz durante unos 10 segundos, usando su mano en el estómago para sentir que su vientre se llena de aire. Luego, exhala lentamente por la boca asegurándote de que la exhalación sea más larga que la inhalación.
2. Respiración con los labios fruncidos
Comience bajando el hombro y cerrando los ojos. Luego, inhala por la nariz y exhala con los labios fruncidos (frunciendo los labios como si fueras a soplar algo).
El estrés puede afectar su cuerpo y mente y puede dejarle sin aliento. Cuando no pasa suficiente oxígeno a través de su sangre, su nivel de oxígeno en la sangre puede ser más bajo de lo normal.
Por lo general, la respiración superficial y la respuesta del cuerpo al estrés reducen los niveles de oxígeno.
Si te sientes estresado y crees que tienes niveles bajos de oxígeno, considera contarle tus síntomas a un médico que pueda darte un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Si sus síntomas son causados por el estrés u otra afección de salud mental, el tratamiento puede incluir el manejo de la raíz de sus síntomas con terapia, como la terapia cognitiva conductual (TCC) o actividades de cuidado personal para reducir el estrés.