El camino que siguió Cortés para llegar a Tenochtitlán

Adivinar…

de donde Yucatán obtuvo su nombre…

El camino que siguió Cortés para llegar a Tenochtitlán: México se revela al mundo…

Este artículo ha sido generosamente escrito especialmente para nosotros por Xavier López Medellín y Felix Hinz. Xavier escribe: ‘Nací en la Ciudad de México y actualmente vivo en Baja California. Tengo un doctorado en Ciencias Biológicas, pero la Historia es una gran pasión mía, particularmente la conquista de América y el siglo XVI. Conocí a Félix en 2002 y somos socios desde entonces trabajando en nuestro proyecto. Página de Relación.’ Felix Hinz es profesor del Departamento de Historia de la Universidad de Hildesheim (Alemania); su tesis doctoral fue sobre ‘mecanismos de españolización y la transformación de las identidades colectivas durante y después de la conquista de México.’

Foto 1: Expedición de Cortés a México: 1. Cuba 2. Cozumel 3. Río Grijalva 4. San Juan de Ulúa, Chalchihuecan, Cempoala 5. Jalapa, Xico 6. Tlaxcala, 7. Cholula, 8. Paso de Cortés, 9. Tenochtitlán (Click en la imagen para ampliar)

Hernán Cortés y sus hombres partieron de Cuba el* 10 de febrero [1519] y se embarcó en una de las aventuras más extraordinarias de la historia de la humanidad: la conquista de México. En los meses siguientes, no solo se encontrarían con diferentes civilizaciones, caminarían por bosques con plantas y animales nuevos y extraños y comerían comidas y bebidas exóticas; también entablarían feroces combates con los nativos, sufrirían nuevas enfermedades y soportarían las duras condiciones de un país desconocido ya veces hostil.

*[See comment below…]

Foto 2: Las costas de Cozumel (Click en la imagen para ampliar)

El 27 de febrero llegaron a la isla de Cozumel en el Mar Caribe frente a la costa este de la Península de Yucatán en México. Cuando llegaron, notaron que los habitantes de los pequeños y dispersos pueblos habían huido hacia el interior de la isla, aterrorizados por la vista de los barcos. Cuando Cortés envió a dos de sus capitanes a buscar la población, encontraron y apresaron a un nativo y le pidieron que encontrara y trajera al resto de los habitantes con la promesa de que no serían dañados. Alguno caciques regresó, y Cortés supo por ellos que había al menos otros dos españoles mantenidos como esclavos en la península, por lo que les escribió cartas diciéndoles que estaban en la isla esperándolos.

Foto 3: Encuentro de Cortés y Jerónimo de Aguilar (Click en la imagen para ampliar)

Jerónimo de Aguilar llevaba ocho años esclavizado en Yucatán tras sobrevivir a un naufragio y fue el único que regresó con Cortés. El otro, Gonzalo Guerrero, ya estaba casado con una maya y tenía hijos con ella; quería seguir viviendo entre los mayas. El resultado de que Jerónimo de Aguilar se uniera a la expedición representó un gran beneficio para Cortés porque a través de él podría comunicarse con los mayas y conocer más sobre esta tierra desconocida.

Foto 4: Río Grijalva en el estado de Tabasco (Click en la imagen para ampliar)

La expedición salió de Cozumel y el 22 de marzo llegaron al río Grijalva en el actual estado de Tabasco. Los nativos allí eran hostiles porque ya habían entablado combate con españoles de una expedición anterior. Las tropas de Cortés derrotaron a los indígenas en la Batalla de Centla, su primera batalla que les permitió introducir los caballos como nueva arma. Después de este combate, los indígenas hicieron las paces con los españoles el 15 de abril y los cacique les trajo varios regalos que incluían comida, joyas y veinte mujeres para cocinar para ellos. Entre estas mujeres estaba Malinalli o Malintzin, a quien bautizaron como Marina, y Cortés se la entregó a uno de sus capitanes por estar ya casado con Catalina Xuarez.

Foto 5: La actual isla de San Juan de Ulúa (Click en la imagen para ampliar)

Reanudaron su viaje y llegaron a la isla de San Juan de Ulúa el 21 de abril. Esa noche Cortés y sus tropas contactaron a los primeros embajadores aztecas enviados por Motecuhzoma, e intercambiaron saludos y regalos. Como Jerónimo de Aguilar solo hablaba maya no podía comunicarse con los embajadores aztecas, en esta ocasión Malintzin saltaría al escenario, pues ella sabía hablar maya y náhuatl (la lengua azteca), entonces Cortés le habló en español a Jerónimo de Aguilar quien se lo tradujo al maya a Malintzin y luego lo tradujo al náhuatl para comunicarse con los embajadores de Motecuhzoma. Este fue el comienzo de una relación muy estrecha entre Cortés y Malintzin y ella sería fundamental como intérprete porque pronto aprendió español.

Foto 6: Playa Chalchihuecan (Click en la imagen para agrandar)

Con estas reuniones, Cortés se dio cuenta de que Motecuhzoma gobernaba un imperio grande, poderoso y rico con sede en el centro de México. A partir de ese momento su mente estuvo puesta en una sola cosa: llegar al corazón del imperio y conocer en persona a Motecuhzoma. Cortés también hizo un gran despliegue de sus fuerzas y disparó los cañones, algo que tuvo un tremendo impacto en los embajadores; ahora había mostrado las superiores fuerzas de combate de los extranjeros recién llegados a Motecuhzoma.
A la mañana siguiente, los españoles cruzaron a tierra firme y fundaron su primer, aunque rudimentario, asentamiento en un arenal conocido como Chalchihuecan y lo llamaron Villa Rica de la Vera Cruz que se convertiría en el primer centro político de España en México. Hernán Cortés era ahora Capitán General y ordenó a sus hombres que comenzaran a construir chozas para resguardarse del intenso sol y calor. Sin embargo, no había mucho para comer, las condiciones ambientales eran muy duras y los mosquitos eran imposibles de combatir.

Foto 7: Cempoala, Veracruz (Click en la imagen para agrandar)

Después de que los embajadores del imperio azteca salieran del campamento de Cortés en Chalchihuecan, otros indígenas que estaban en las cercanías pero no se acercaron por miedo a los aztecas, finalmente llegaron al campamento. Los españoles notaron que eran diferentes, usaban otro tipo de ropa y adornos y hablaban un idioma diferente. Sin embargo, algunos de ellos sabían hablar náhuatl y así Cortés supo que eran totonacas, habitantes de Veracruz y bajo el yugo de Motecuhzoma. Fueron enviados por su líder para invitarlos a su ciudad: Cempoala.
Los totonacas guiaron a algunos españoles a Cempoala, donde Cortés aprendió de los locales cacique que Motecuhzoma era un gobernante despótico que exigía tributos cada vez más altos cada año y que los totonacas eran severamente castigados si no cumplían a tiempo. Esta fue una gran oportunidad para hacer nuevas alianzas, por lo que Cortés les prometió liberarlos de los aztecas si se unían a él, y así lo hicieron. El ejército español comenzó a aumentar en número…

Foto 8: Ruinas del asentamiento de Villa Rica (Click en la imagen para ampliar)

El resto de los hombres de Cortés se encargaron de buscar un mejor lugar para anclar los barcos y trasladaron el asentamiento de Villa Rica a un nuevo sitio. Cuando Cortés llegó, inició la construcción de un asentamiento más desarrollado con casas de piedra, diseñó las calles y planeó la construcción de una pequeña fortaleza donde dejaría a uno de sus capitanes a cargo.
Mientras estaba en este nuevo asentamiento, Cortés escuchó que Diego Velázquez, el gobernador de Cuba, había recibido un decreto real que lo autorizaba a conquistar y poblar las regiones que Cortés ahora estaba descubriendo. En respuesta reunió a sus capitanes más leales y decidió enviar embajadores con grandes presentes al Emperador para ganarse su confianza y validar sus hazañas. Pocos días después de la partida de los embajadores de Cortés, se enteró de que algunos de sus hombres querían rebelarse robando un barco y regresando a Cuba. Para dar ejemplo al resto de sus hombres, los castigó severamente ahorcando a dos y cortando los dedos de los pies a otro.

Foto 9: Cortés quema sus barcos (Click en la imagen para ampliar)

Luego, Cortés comenzó los preparativos para el viaje al centro de México. Dejó una fuerte guarnición en su asentamiento recién fundado en Veracruz, y también tomó una decisión valiente: hundir sus barcos para evitar otro intento de rebelión para regresar a Cuba. Argumentó que los barcos ya no estaban en condiciones de navegar y decidió desmantelarlos y guardar todo lo que pudiera ser útil: cuerdas, cañones, madera, ¡hasta los clavos!

Foto 10: Jalapa (Click en la imagen para agrandar)

Los españoles regresaron primero a Cempoala donde juntaron recursos para su viaje y siguieron los consejos de los nativos sobre qué ruta seguir: El cacique de Cempoala recomendó tomar el camino del oriente a Jalapa y de allí proceder a Tlaxcala, tierra de los más feroces enemigos de Motecuhzoma. Partieron el 16 de agosto de 1519 y se dirigieron al este hacia Jalapa y Xico e iniciaron el ascenso de la Sierra Madre Oriental (cordillera oriental de México).

Foto 11: Zautla hoy (Click en la imagen para ampliar)

Continuaron su viaje hacia el este y atravesaron un altiplano con paisajes áridos y fríos en las partes altas de la Sierra. Después de tres días de hambre, frío extremo y fuertes lluvias, el paisaje fue cambiando gradualmente a bosques y finalmente llegaron al pueblo de Zacatula (Zautla). Estaban muy cansados, débiles y hambrientos y algunos de los nativos de su ejército que venían de tierras tropicales murieron a causa del intenso frío. En aquellos días, Zacatula era un asentamiento importante y con muchos recursos y los españoles pudieron recuperar su fuerza. Cortés preguntó al local cacique, un gordo y tembloroso llamado Olíntetl, si era vasallo de Motecuhzoma, a lo que respondió: “¿Qué? ¿Hay alguien que no sea su vasallo?

Foto 12: Cerca de Ixtacamaxtitlán (Click en la imagen para agrandar)

Olíntetl estaba aterrorizado por la reacción que tendría Motecuhzoma al saber que Zacatula recibía a estos extraños sin su permiso, pero Cortés le dijo que venía en nombre de un gobernante más poderoso, al que hasta Motecuhzoma tendría que someterse. En esta reunión los españoles escucharon por primera vez de la grandeza de la capital azteca: México-Tenochtitlán, una ciudad ubicada en medio de un lago con canales, grandes caminos y un sinfín de lujos.
Continuaron su viaje a Tlaxcala, y pasaron por tierras de Ixtacamaxtitlán donde vieron un gran muro hecho de rocas que representaba la frontera con Tlaxcala. Hoy no queda nada de esta muralla y la memoria de sus constructores parece perdida en la historia. Después de inspeccionar el área, los españoles cruzaron el muro y continuaron hasta Tlaxcala; sin embargo, pronto encontraron un grupo de hombres armados esperando para luchar contra ellos. Cortés envió algunos jinetes al ataque y los soldados hostiles echaron a correr, pero de repente se dieron la vuelta y atacaron a los jinetes, matando a dos caballos: los nativos ahora se dieron cuenta de que podían vencerlos…

Foto 13: El paisaje entre Ixtacamaxtitlán y Tlaxcala (Click en la imagen para ampliar)

Poco después aparecieron más fuerzas de Tlaxcala portando el estandarte de guerra de Tlaxcala con una grulla blanca, pero sus ataques no estaban coordinados entre sus capitanes y no pudieron derrotar a los españoles; después de algunas batallas se dieron cuenta de que no podían derrotar a su enemigo y se rindieron a Cortés. Esta nueva alianza no solo fue beneficiosa para Cortés, quien ganó nuevas fuerzas y recursos, sino también para los tlaxcaltecas, ya que habían vivido rodeados de aliados de los aztecas y no podían acceder a productos básicos como la sal o el algodón porque estos artículos no eran producidos en sus propias tierras.

Foto 14: Supuesta pila bautismal de los Señores de Tlaxcala (Click en la imagen para ampliar)

El 18 de septiembre de 1519 llegaron los españoles a Tlaxcala y fueron recibidos con festejos y obsequios, entre los que se encontraban las hijas de los cuatro gobernantes tlaxcaltecas. Cortés quiso imponer la fe cristiana y en los días siguientes un sacerdote bautizó a los gobernantes ya sus hijas. A Motecuhzoma le aterrorizaba que sus enemigos de Tlaxcala y los españoles hicieran una alianza y constantemente enviaba embajadores a Tlaxcala bajo la protección de…