La procrastinación viene con beneficios y consecuencias, dependiendo de cómo la abordes.
Ciertas actividades son más difíciles de completar que otras. Después de todo, declarar tus impuestos sobre la renta no tiene el mismo factor de diversión que ver tu programa favorito de Netflix.
Si alguna vez pospones tareas importantes para más tarde, podrías considerarte un postergador. Casi todos los humanos posponen las cosas en un momento u otro, pero algunos retrasan lo inevitable con más frecuencia que otros.
Si bien la procrastinación persistente puede provocar estrés y un rendimiento más bajo, las investigaciones muestran que el estancamiento intencional no siempre es malo. A veces, retrasar una fecha límite puede generar un resultado positivo.
La procrastinación es el aplazamiento voluntario e innecesario de una acción importante. A menudo, las personas procrastinan porque no disfrutan realizar la tarea que requiere completarse.
Hay muchas otras razones válidas para procrastinar, que incluyen:
Las distracciones como los teléfonos y otros dispositivos digitales también son culpables comunes de la procrastinación.
La procrastinación crónica puede estar relacionada con ciertas condiciones de salud mental, como:
Procrastinación activa versus pasiva
En un estudio anterior de 2005, los investigadores dividieron la procrastinación en dos tipos: activa y pasiva.
La procrastinación activa es cuando las personas retrasan la acción a propósito porque trabajan bien bajo presión. La procrastinación pasiva es el tipo en el que piensa la mayoría de la gente, donde las personas se encuentran paralizadas por su incapacidad para completar una tarea a tiempo.
Algunos expertos afirman que la procrastinación activa puede no tener las mismas consecuencias negativas que la procrastinación pasiva. Puede ser constructivo.
Mucha gente considera que la procrastinación es dañina. Muchos lo encuentran frustrante y les gustaría reducir su procrastinación. Aquí hay algunas razones para evitar la procrastinación:
1. Vínculos con otros problemas de salud
La investigación de 2022 muestra que las personas que procrastinan crónicamente tienen niveles más altos de estrés y tienen más probabilidades de experimentar problemas de salud agudos, como:
- insomnio
- problemas digestivos
- tensión muscular y dolor
2. Posponer los chequeos médicos regulares
Las personas que procrastinan pueden correr el riesgo de tener problemas de salud si posponen citas importantes con el médico.
Un estudio anterior de 2007 muestra que aquellos que reportan una mayor procrastinación tienen menos probabilidades de estar al día con los chequeos médicos y dentales.
3. Bajo rendimiento académico
Entre el 80% y el 95% de los estudiantes universitarios informan que posponen las cosas.
Pero un análisis de 2015 muestra que posponer las tareas o el estudio puede conducir a:
- notas bajas
- peor rendimiento en las tareas
- mayores niveles de estrés
4. Impactos en el desempeño laboral
Al igual que los estudiantes, los empleados experimentan consecuencias negativas cuando procrastinan. Una investigación de 2013 encontró que la dilación se asoció con ingresos más bajos, más desempleo y una duración más corta del empleo.
5. Puede hacerte sentir mal
Las personas que posponen las cosas pueden experimentar más síntomas de depresión y ansiedad. Un estudio de 2012 encontró que los procrastinadores tienen menos probabilidades de demostrar autocompasión.
Si bien hay desventajas a considerar, no todos los tipos de procrastinación son perjudiciales. Aquí hay algunos aspectos positivos sobre la procrastinación:
1. La procrastinación activa puede no dañar su salud
El estudio mencionado anteriormente sobre la procrastinación activa e intencional encontró que este hábito no causaba una preocupación paralizante como la procrastinación pasiva.
Los investigadores dicen que los procrastinadores activos se parecían más a los no procrastinadores cuando se trataba de:
- uso intencional del tiempo
- creencia en su capacidad para ejecutar tareas
- control del tiempo
- desempeño académico
2. Más tiempo para planificar
Posponer una tarea por un tiempo específico puede darle más tiempo para planificar y desarrollar estrategias creativas. Es posible que se te ocurra una idea o una solución que de otro modo no habrías considerado.
3. Te permite terminar otras tareas
Si realmente eres un procrastinador activo, no estás simplemente sentado evitando todas tus tareas. Hay un propósito para tu procrastinación.
Esperar puede brindarle la oportunidad de marcar otros elementos importantes en su lista de tareas pendientes. Completar estas tareas podría motivarte a comenzar con la más grande que has estado retrasando.
4. Requiere que trabajes de manera eficiente
Si espera hasta el último minuto, deberá trabajar rápidamente para completar su tarea o proyecto.
Para alguien que prospera bajo presión, esto puede ser una ventaja. Es posible que pasen menos tiempo completando una tarea porque no tienen tiempo que perder.
5. Aumenta la motivación
Algunas personas encuentran que retrasar una tarea puede ser motivador. Una tarea que alguna vez se sintió mundana puede volverse emocionante para las personas a las que les gusta trabajar bajo presión.
Una persona que agradece la procrastinación activa podría necesitar una fecha límite que se acerque rápidamente para sentirse inspirada.
Aunque la procrastinación pasiva convencional puede conducir a un rendimiento deficiente y a efectos indeseables en la salud mental y física, un enfoque más activo puede no ser malo. Cuando la procrastinación se hace deliberadamente y con un propósito, podría ofrecer beneficios.
Si la procrastinación está afectando negativamente su vida, es posible que desee establecer un cronograma para sus proyectos y cumplirlo. Dar prioridad a su lista de tareas pendientes es otra forma de evitar posponer tareas importantes.
Si estás lidiando con depresión o ansiedad., es posible que desee ver a un profesional de la salud mental que pueda ofrecerle opciones de tratamiento efectivas y ayudarlo a diseñar estrategias para manejar la procrastinación.
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