“Mañana empiezo mi dieta”, reflexioné, mientras masticaba una dona.
Si esto te ha pasado alguna vez, has experimentado de primera mano de qué trata este artículo: qué sucede cuando actuamos de una manera que no se alinea con lo que creemos que somos.
Esa ligera sensación de incomodidad que percibimos al notar este desajuste se llama disonancia cognitiva.
La disonancia cognitiva es poderosa porque estamos muy motivados para eliminarla. La forma en que lo hacemos puede ser transformadora o destructiva. Curiosamente, a menudo lo hacemos sin darnos cuenta.
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Disonancia cognitiva: la teoría de Festinger
Un hombre con una convicción es un hombre difícil de cambiar. Dile que no estás de acuerdo y se va. Muéstrele hechos o cifras y cuestionará sus fuentes. Apela a la lógica y él no podrá ver tu punto.
León Festinger, Una teoría de la disonancia cognitiva
Hace más de 60 años, Leon Festinger (1957) postuló una de las teorías más conocidas de la psicología: la teoría de la disonancia cognitiva.
La teoría se basa en la idea de que dos cogniciones pueden ser relevantes o irrelevantes entre sí (Festinger, 1957). Estas cogniciones pueden referirse a comportamientos, percepciones, actitudes, emociones y creencias. A menudo, una de las cogniciones en cuestión es sobre nuestro comportamiento. Si las cogniciones son relevantes, pueden estar de acuerdo (consistentes) o en desacuerdo (inconsistentes) entre sí (Festinger, 1957).
La discrepancia entre una actitud y un comportamiento (comer una dona pensando en reducir la ingesta de calorías) conduce a un malestar psicológico llamado disonancia cognitiva (Harmon-Jones, 2019).
La disonancia cognitiva conduce a la motivación para reducir la disonancia (Festinger, 1957). Cuanto mayor sea la discrepancia entre pensamientos, mayor será la motivación para reducirla (Festinger, 1957).
Hay cuatro estrategias utilizadas para reducir la incomodidad de la disonancia cognitiva:
- Cambiamos nuestro comportamiento para que sea consistente con el otro pensamiento.
- Cambiamos uno de los pensamientos disonantes para restaurar la consistencia.
- Agregamos otros pensamientos (consonantes) que justifican o reducen la importancia de un pensamiento y por lo tanto disminuyen la inconsistencia.
- Trivializamos la inconsistencia por completo, haciéndola menos importante y menos relevante.
Hay otros dos factores que influyen en la magnitud de la disonancia cognitiva: si tuvo alguna opción sobre la inconsistencia y si espera que la inconsistencia tenga consecuencias negativas en el futuro. Cuantas más opciones haya sobre la inconsistencia (Linder, Cooper y Jones, 1967) y peores sean las consecuencias (Cooper y Worchel, 1970), más fuerte será la disonancia.
La disonancia también se puede experimentar indirectamente a través de personas de un grupo social con el que nos identificamos. Cuando actúan de manera inconsistente con su actitud, sentimos el mismo malestar que si nosotros mismos hubiéramos actuado de manera inconsistente con nuestra actitud (Cooper, 2016).
El concepto de disonancia cognitiva está muy bien explicado en este video de YouTube por el psicólogo social Andy Luttrell.
Un ejemplo de la vida real
La disonancia cognitiva ocurre con frecuencia y nos ocurre a todos (Harmon-Jones, 2019).
Imagínese confrontar a un bañista con la información de que la exposición excesiva al sol es la causa principal del cáncer de piel. Los dos pensamientos, ‘tomar el sol puede causar cáncer’ y ‘estoy tomando el sol’, causarán la incomodidad de la disonancia cognitiva. En consecuencia, estarán motivados para reducirlo.
Harán esto de una de cuatro maneras:
- Cambian su comportamiento. Al adquirir la información adicional, es posible que dejen de tomar el sol.
- Cambian un pensamiento. Podrían decidir negar la evidencia que muestra un vínculo entre la exposición al sol y el cáncer de piel.
- Agregan otros pensamientos (consonantes). Podrían pensar que la exposición al sol es necesaria para que el cuerpo produzca vitamina D, que es importante para la salud de los huesos, entre otros beneficios. Por lo tanto, pueden decidir que tomar un poco de sol es bueno para su salud.
- Ellos trivializan la inconsistencia. Podrían pensar que hechos como ese han sido refutados muchas veces antes y descartar la información por completo.
4 formas de abordar la disonancia cognitiva
La disonancia cognitiva no es necesariamente algo malo.
De hecho, es un mecanismo psicológico que nos ayuda a percibir nuestro mundo (y nuestro lugar en él) de manera consistente. Es un mecanismo que nos alerta cuando no estamos actuando de acuerdo con nuestras creencias, actitudes o planes.
En ese sentido, la experiencia de la disonancia cognitiva es una oportunidad para aprender y crecer, siempre que la tratemos de manera constructiva y respondamos de la manera que elijamos y sea beneficiosa.
1. Atención plena
A menudo, lidiamos con inconsistencias cognitivas sin ser conscientes de ellas. El primer paso es notar las inconsistencias entre nuestros pensamientos. Podemos aumentar nuestra conciencia a través de la práctica de la atención plena. Esto incluye abstenerse de juzgar y, en cambio, aceptar nuestras observaciones.
2. Desafía las creencias actuales
El siguiente paso es identificar la causa de las inconsistencias en nuestros pensamientos. Comprender sus creencias y valores detrás de las inconsistencias es una oportunidad para desarrollar un autoconocimiento más profundo.
A veces, es útil desafiar nuestras creencias actuales. Este puede ser un proceso difícil e incómodo e implica obtener información adicional.
3. Considere la importancia de los pensamientos disonantes
A veces, la información disonante parece ser importante a primera vista, pero puede disminuir con una reflexión más profunda.
Un buen ejemplo es la perspectiva de avergonzarnos frente a los demás, como olvidar nuestras palabras durante un discurso. Sin embargo, después de pensarlo más, podemos decidir que no importa lo que los demás piensen de nosotros y así podemos reducir la disonancia.
4. Justificar el comportamiento
Es posible que percibamos disonancia cuando adoptamos un nuevo comportamiento (p. ej., cuando rechazamos una invitación a un evento al que solemos asistir para proteger nuestro tiempo libre). Si bien esto puede parecer incómodo al principio, es útil reflexionar sobre las razones detrás de nuestro comportamiento.
Una mirada a los resultados de la investigación
Festinger y Carlsmith (1959) realizaron uno de los primeros estudios que examinaron la disonancia cognitiva.
En un diseño experimental de tres grupos, pidieron a los participantes que completaran una tarea aburrida y monótona. Posteriormente, a los participantes del grupo de intervención se les ofreció $ 1 o $ 20 (seleccionados al azar) para participar en el llamado comportamiento contrario a la actitud: decirle al siguiente participante que la tarea fue agradable.
Los investigadores plantearon la hipótesis de que los participantes del grupo de intervención experimentarían disonancia cognitiva como resultado de dos pensamientos en conflicto: 1) la tarea es aburrida y 2) le estoy diciendo a alguien que la tarea es divertida.
Además, presupusieron que los participantes se verían impulsados a reducir la disonancia justificando su comportamiento. Dado que los participantes en la condición de $20 ya tenían una justificación más sustancial (pago más alto), se asumió que percibían menos disonancia que aquellos en la condición de $1.
La disonancia cognitiva se midió indirectamente preguntando a los participantes sobre los cambios en su opinión acerca de cuán agradable fue la tarea después del experimento.
Como se planteó como hipótesis, aquellos en la condición de $1 informaron un cambio de opinión significativamente mayor sobre la tarea que los otros dos grupos. Puedes ver el siguiente videoclip sobre el estudio.
Evaluación de la disonancia cognitiva: 2 cuestionarios
Una de las críticas sobre la disonancia cognitiva es que no podemos medirla directamente (Harmon-Jones, 2019). Hasta ahora, los estudios de investigación generalmente han evaluado la disonancia cognitiva utilizando varias medidas indirectas que incluyen:
- Cambios de actitud hacia un tema específico que depende del contexto, como el disfrute de la tarea mundana en el experimento descrito anteriormente (Festinger & Carlsmith, 1959)
- Búsqueda de información tras un cambio en el comportamiento habitual (Engel, 1963)
- Diferencias en el desempeño de tareas como resultado de la excitación física asociada con la disonancia (Elliot & Devine, 1994)
- Respuestas galvánicas de la piel (Elkin & Leippe, 1986)
Más recientemente, se desarrollaron escalas de medición psicométricas. Dado que la disonancia cognitiva a menudo ocurre naturalmente después de una decisión como una compra, esto es en lo que se han centrado los cuestionarios.
Sweeney, Hausknecht y Soutar (2000) desarrollaron una escala de 22 ítems que mide la disonancia cognitiva inmediatamente después de una compra. Examina tres dimensiones de la disonancia cognitiva:
- Consecuencias emocionales de la compra (‘Después de comprar este producto, me sentí molesto’)
- Juicio sobre la sabiduría de la compra (‘Me pregunto si tomé la decisión correcta’)
- Preocupación por el trato (‘Después de comprar este producto, me preguntaba si me habían engañado’)
El cuestionario se puede descargar de forma gratuita desde ResearchGate.
Koller y Salzberger (2007) desarrollaron una escala de comportamiento del consumidor de ocho ítems. Su cuestionario incluye elementos relacionados con el proceso de toma de decisiones antes y después de la compra. El texto completo se puede solicitar a los autores de forma gratuita a través del sitio web de ResearchGate.
Cómo lidiar con la disonancia en la terapia: 4 consejos
Según el profesor de psicología Joel Cooper (2007), «La mayoría de las terapias buscan cambiar las reacciones desadaptativas de las personas a su mundo social a respuestas más adaptativas».
Los terapeutas tienen como objetivo ayudar a sus pacientes mediante la comprensión y el cambio de sus actitudes, emociones o comportamientos. La disonancia puede ser difícil de abordar constructivamente. Los siguientes consejos consideran su uso o presencia en la terapia.
1. Inducir el esfuerzo
La propia teoría de la disonancia cognitiva sugiere que si los pacientes invierten tiempo, dinero y esfuerzo emocional en la terapia, es probable que trabajen duro para alcanzar sus objetivos terapéuticos a fin de justificar sus esfuerzos.
2. Ofrece opciones
Si a los pacientes se les brinda la oportunidad de codiseñar aspectos de su terapia, es más probable que actúen de acuerdo con sus elecciones al alcanzar sus objetivos terapéuticos.
3. Proporcionar un espacio seguro y considerar el uso de técnicas de relajación
Es probable que los pacientes se sientan incómodos cuando se discuten pensamientos disonantes, lo que puede impedir su capacidad de pensar constructivamente.
4. Discutir el comportamiento discrepante
La terapia puede ayudar a los pacientes a reflexionar y tomar control de sus pensamientos. A veces, cuando los pacientes se involucran en un comportamiento nuevo y más constructivo, pueden percibir la disonancia simplemente porque es contrario a la forma en que solían actuar. Proporcionar el espacio y el tiempo para comprender su nuevo comportamiento y justificarlo puede ayudar a reducir la disonancia.
Una nota sobre la disonancia cognitiva en las relaciones
La disonancia cognitiva y la forma en que la enfrentamos regularmente también afectan nuestras relaciones, tanto positiva como negativamente.
Las relaciones generalmente se construyen sobre actitudes, creencias y valores compartidos. Cuando nuestros amigos o socios actúan en contra de nuestras creencias y valores, percibimos disonancia.
Los mecanismos de afrontamiento pueden incluir justificar su comportamiento (y nuestra relación con ellos), trivializar su comportamiento o la importancia del mismo, intentar cambiar su comportamiento o cambiar nuestro propio comportamiento.
Esto ofrece oportunidades para discutir las discrepancias, profundizar la relación y realinear valores. Por el contrario, podemos justificar o trivializar el comportamiento negativo o incluso terminar la relación.
En las relaciones románticas, los valores importantes representan puntos críticos para la cognición…