Dios del Mes: Tezcatlipoca

Dios del Mes: Tezcatlipoca

Para los aztecas Tezcatlipoca representaba la creatividad celestial y el paternalismo divino. Él era el alma del mundo, el creador del cielo y la tierra, el señor de todas las cosas, tanto poderosas como arbitrarias. También era el patrón de todos los hombres ricos -nobles, líderes, guerreros y comerciantes- y probablemente el dios más ‘importante’ del panteón azteca… (Escrito/compilado por Julia Flood/Mexicolore)

Foto 1: Máscara de turquesa y obsidiana, que se cree que representa a Tezcatlipoca, Museo Británico

…Sin embargo, esto no significaba que siempre fuera bueno y leal a su gente. Fue obstinado, en un segundo dando o quitando riquezas, terribles enfermedades y pobreza. Los aztecas debían asegurarse de complacerlo, rezando regularmente, celebrando ayunos, rituales, ceremonias y banquetes en su honor. ¡No querían ver a Tezcatlipoca de mal humor!

Foto 2: Tezcatlipoca en el Códice Féjérvary-Mayer (Click en la imagen para ampliar)

Nombre de Dios: Tezcatlipoca, «Espejo humeante».
Padres: El creador original, el dios dual Ometeotl «Dos Dioses», también conocido como Omecihuatl, «Dos Damas» y Ometecuhtli «Dos Señores».
Hermanos: Ometeotl tuvo cuatro hijos, dos de los cuales eran aspectos diferentes del mismo dios: Tezcatlipoca Rojo y Tezcatlipoca Negro. Los otros dos eran Quetzalcóatl «serpiente emplumada» y, según los expertos, Tlaloc (dios de la lluvia) o Huitzilopochtli (patrón azteca y dios de la guerra).
domicilio actual: Por suerte para él, Tezcatlipoca puede estar en todas partes al mismo tiempo, en la tierra, en los cielos y en el inframundo.
colores favoritos: Negro y rojo. El título de «Espejo humeante» vinculaba a Tezcatlipoca con la obsidiana, una piedra volcánica negra cuya superficie brillante podía usarse como espejo. La oscuridad del espejo de obsidiana simbolizaba los aspectos negros/oscuros de su ser. La belicosa de Tezcatlipoca [warlike] la naturaleza lo relacionó con el rojo.

Foto 3: Tlalteotl retratado en el Codex Borbonicus (Click en la imagen para ampliar)

Tezcatlipoca fue un creador… Según los aztecas, el mundo tal como lo conocemos fue creado al comienzo de una era llamada el ‘Quinto Sol’. El comienzo del Quinto Sol siguió a un diluvio catastrófico que destruyó todas las cosas, tanto vivas como inanimadas, pertenecientes a la era anterior del ‘Cuarto Sol’. Después del diluvio existió sólo una gran extensión de agua, y en ella nadaba un ser monstruoso, Tlalteotl, o ‘Dios de la Tierra’ (Imagen 3). Estaba cubierta de ojos y bocas y cazada en todo el vasto océano en busca de carne viva.

Foto 4: Tezcatlipoca, cuyo pie ha sido tomado por Tlalteotl, diosa de la tierra. Codex Féjérvary-Mayer (Haga clic en la imagen para ampliar)

Tezcatlipoca y Quetzalcóatl, su hermano, fueron elegidos para crear el nuevo mundo del Quinto Sol, por lo que se convirtieron en serpientes y buscaron a Tlalteotl en sus profundidades acuosas. Al encontrarla la partieron en dos. Sin embargo, durante la batalla ella mordió uno de los pies de Tezcatlipoca (Foto 4). Sin embargo, derrotada, Tlalteotl hizo que los hermanos arrojaran su parte inferior hacia arriba, formando así los cielos. Su mitad superior se convirtió en la tierra; su espalda eran las montañas, y los ríos corrían por sus costados. Tlalteotl, diosa de la tierra, fue sacrificada por el bien de la humanidad, que vivía de su cuerpo: la tierra y el cielo. Por lo tanto, se entendió que ella debía ser recompensada con sacrificio: la sangre y los corazones de los hombres.

Foto 5: Tezcatlipoca como jaguar u ocelote en el Codex Borbonicus (Click en la imagen para ampliar)

EXPEDIENTE DE DATOS DE TEZCATLIPOCA
Muestra del calendario de trece días: Ce Ocelotl (1 Jaguar). Este signo de nacimiento trajo poca pero mala suerte. Los hombres nacidos bajo Ce Ocelotl probablemente se convertirían en prisioneros de guerra en tierras extranjeras, mujeriegos o esclavos, mientras que las mujeres cometerían adulterio y sufrirían una vida de penurias.

Foto 6: Ce Miquiztli (Una Muerte), Codex Borgia

Los informantes de Sahagún también atribuyeron poder a Tezcatlipoca en el período de trece días de Ce Miquiztli (1 Muerte). Este era un signo auspicioso para nacer si eras un súbdito obediente y devoto de Tezcatlipoca. Sin embargo, si no lo eras, te esperaba una vida de mala suerte.
El período de trece días de Ce Miquiztli era el momento perfecto para que los grandes líderes, nobles, guerreros y comerciantes oraran para que Tezcatlipoca no les quitara sus fortunas. Los plebeyos que suplicaban humildemente a Tezcatlipoca tenían la misma probabilidad de obtener su favor y recibir riqueza y buena salud.

Foto 7: Espejo de obsidiana, posclásico tardío (azteca), Ciudad de México

Signo de día: Acatl o Caña
Mes Festivo: Toxcatl o ‘Sequedad’. Este ‘mes’ de veinte días se desarrollaba a lo largo de mayo e involucraba una serie de rituales que, en su mayor parte, estaban dedicados a Tezcatlipoca. Las ceremonias comenzaban una vez sacrificado el Ixiptla o ‘imagen viva’ del dios, en forma de hombre joven. Durante los días siguientes se adoró una estatua de Huitzilopochtli, hecha de masa, y la gente le hizo ofrendas especiales en sus casas a este patrón azteca, matando codornices en su honor. Más tarde, mujeres jóvenes, con bastón y papel en la mano, iban junto con los sacerdotes y ejecutaban muchas danzas, entre las que se encontraba la Tlanaua, en la que Huitzilopochtli era simbólicamente ‘abrazado’ por ellas. Para terminar los veinte días, otro joven fue asesinado, esta vez la imagen viva de Huitzilopochtli, aunque se le consideró mucho menos importante que la contraparte de Tezcatlipoca.

Foto 8: Tezcatlipoca representado en el Códice Florentino

¿Travieso o malo? Tezcatlipoca estaba empeñado en destruir a Quetzalcóatl y los toltecas.
Quetzalcóatl y Tezcatlipoca, siendo dioses ‘creadores’ e hijos directos de la deidad original Ometeotl, lucharon constantemente entre sí por el poder. Alternándose como regentes de cada una de las cinco Eras, fue Quetzalcóatl quien se había convertido en la deidad solar durante el Quinto Sol. En uno de tantos episodios de la rivalidad de los dos hermanos, Tezcatlipoca descendió de los cielos sobre una cuerda hecha de telas de araña, persiguió y expulsó a Quetzalcóatl, ahora un anciano sacerdote, de su casa en Tollan Xicocotitlan (Tula). Utilizando su gran arte del disfraz, Tezcatlipoca apuntó a los habitantes de Tollan por su lealtad a su hermano. El Códice Florentino relata los muchos actos dañinos que la deidad infligió a los toltecas, Huémac (su rey) y Quetzalcóatl. En uno, Tezcatlipoca, disfrazado de anciano, engañó a Quetzalcóatl para que bebiera una poción para curarlo de su vejez y enfermedad. Después de consumir el líquido, Queztalcóatl se dio cuenta, demasiado tarde, de que se trataba de teómetl, una bebida alcohólica de la planta del Maguey, y se emborrachó, rompiendo sus votos religiosos y provocando así su destierro y caída.

Foto 9: La preparación de la imagen viva de Tezcatlipoca o ‘Ixiptla’ poco antes del sacrificio. Raúl Cruz, Arqueología Mexicana, no. 34

Lujo, mujeres y estatus divino… ¿por qué no convertirse en la ‘imagen viva’ de Tezcatlipoca o Ixiptla? Aunque solo un problema…
El Ixiptla de Tezcatlipoca era un joven atractivo sin una cicatriz en su cuerpo. Fue elegido para ser la propia imagen del dios y representante en la tierra por espacio de un año entre los cautivos atrapados en las campañas aztecas en el extranjero. Sus habilidades para aprender música eran notables, y durante su tiempo como la ‘imagen viviente’ de Tezcatlipoca estuvo constantemente acompañado por ocho pajecitos. Juntos deambulaban por las calles de Tenochtitlan por la noche, tocando melodías melancólicas con la flauta. Asistía a ceremonias y banquetes organizados por nobles, y todos los que se encontraban con él en la calle se postraban ante él con reverencia.

Foto 10: El glifo azteca de Toxcatl

Entonces, ¿dónde estaba la falla en este estilo de vida idílico? Un año después de la elección del Ixiptla, éste fue sacrificado para marcar el inicio de las festividades primaverales del Toxcatl. Veinte días antes de esta fecha, se casó con cuatro doncellas que representaban a diosas. Su sacrificio tendría lugar sin espectadores, en un templo abandonado lejos del centro de la ciudad. El Ixiptla subió lentamente a la parte superior del templo por su propia voluntad, rompiendo una de sus flautas con cada paso hacia arriba (Foto 11). Una vez con los sacerdotes, cuatro de ellos lo sostuvieron, con las alas abiertas, mientras su líder le abría el pecho y le sacaba el corazón.
Así que ya ves, para nosotros, ser la Ixiptla de Tezcatlipoca no valía todos los banquetes del mundo. Sin embargo, ser elegido para este papel fue considerado por los aztecas como un gran honor.

Foto 11: Escena del sacrificio de Toxcatl, Códice Florentino (Libro 1) (Click en la imagen para ampliar)

Los diferentes nombres de Tezcatlipoca:
Como Titlacauan o ‘Nosotros sus esclavos’, Tezcatlipoca representó una fuente de poder universal, al igual que su identidad como Moyocoyatzin o ‘Hacedor de sí mismo’. En este papel, la deidad hizo todo lo que quiso sin que nadie, mortal o inmortal, pudiera detenerlo. La creencia nahua en el potencial de Tezcatlipoca para destruir y derribar el cielo, matando a todos los seres vivos, sirvió para medir su posición como posiblemente la más poderosa de todas las deidades aztecas. Otros nombres como Nécoc Yaotl, ‘Enemigo’, confirman su posición como el ‘sembrador de discordia’. Telpochtli o ‘Juventud Masculina’, lo catalogaron como patrón de la Telpochcalli, escuela para plebeyos. Además, se le llamaba Yohualli Ehécatl, ‘Viento de la noche’, Ome Acatl, ‘Dos cañas’, e Ilhuicahua Tlalticpaque, ‘Poseedor del cielo y de la tierra’.

Foto 12: Una familia de esclavos, Códice Florentino (Click en la imagen para ampliar)

Un buen momento para ser un esclavo…
Durante el período de trece días de Ce Miquiztli, aquellas familias que poseían esclavos los desataban, los lavaban, vestían y les daban regalos. Eran considerados como hijos de Tezcatlipoca. Si alguien trataba mal a un esclavo durante este período, se pensaba que sería castigado, perdiendo todas sus riquezas o enfermando de lepra, tumores, gota, sarna o hidropesía.
Si los esclavos desaparecían, se volvían libres y prósperos, o el propietario de un esclavo perdía su fortuna, todo se debía a Tezcatlipoca. Aparentemente era simple: la humildad ayudaría a alcanzar la grandeza o apaciguaría a la deidad y la arrogancia podría asegurar su ira y, por lo tanto, la caída de uno. Tezcatlipoca no era amigo fiel de nadie; solo estaba buscando una razón para arruinar y arruinar, o crear y prodigar. Esa era su naturaleza.

Foto 13: Tezcatlipoca disfrazado de pavo o ‘huexólotl’, Códice Borbónico (Click en la imagen para ampliar)

¿Moctezuma realmente era dueño de un zoológico?
El último de los emperadores aztecas, Moctezuma Xocoyotzin, albergaba una gran colección de animales vivos, que según algunos formaban un zoológico, dentro de los lujosos límites de su palacio. Algunos investigadores, sin embargo, piensan que estos animales representaban a los ‘nahualtin’, los representantes animales de los dioses en la tierra. Según su teoría, los animales habrían sido símbolos religiosos, no meros entretenimientos para el emperador y su séquito. El mismo Tezcatlipoca fue representado en varias formas animales, como coyote, langosta, mono, pavo y buitre. En su majestuosa forma de jaguar, representaba la oscuridad, la tierra y la feminidad. Al final del Primer Sol o edad, del cual Tezcatlipoca era regente, Quetzalcóatl lo derrotó en una de sus tantas batallas, convirtiéndolo en un jaguar (entonces considerado el animal más poderoso de Mesoamérica).

Foto 14: El Coyote Emplumado (Cóyotl Ináhual) era el patrón de los trabajadores de las plumas. Lleva el glifo ‘dos ​​cañas’ en el pecho que lo vincula con Tezcatlipoca. Una de sus formas animales fue el coyote.

La estatua de Tezcatlipoca:
Tezcatlipoca siempre fue representado como un dios joven y algunos elementos importantes de su forma humana se pueden encontrar en la estatua dedicada a su culto. Hecha de obsidiana, estaba adornada con ricas túnicas, aretes de oro y plata, y de su labio colgaba un cristal con una pluma en su interior. Llevaba un adorno de oro con rizos de humo grabados, el humo representaba las súplicas de las personas que sufren. Otra característica interesante estaba en su mano izquierda: un adorno de oro tan brillante como un espejo. Se llamaba ‘itlachiaya’ o ‘su vigía’, lo que significaba que vio todo eso…