Diferenciar entre el trastorno límite de la personalidad (TLP) y el autismo

Los estudios han descubierto que algunas personas con trastorno del espectro autista (TEA) también presentan una forma de trastorno de la personalidad. De las diversas formas de trastornos de la personalidad, el trastorno límite de la personalidad (TLP) y el autismo como combinación parecen ser los más prevalentes.

El trastorno del espectro autista (TEA) no es un trastorno de la personalidad en sí mismo. El TEA se caracteriza por dificultades persistentes en la comunicación e interacción social, así como por intereses y comportamientos repetitivos/restrictivos. La dificultad con la etiqueta social se destaca particularmente ya que algunas personas encuentran desafíos con el enfoque social de la conversación, dificultades para integrar las etiquetas de comunicación, dificultad para establecer contacto visual y dificultad para comprender y utilizar gestos. El autismo es una condición heterogénea dada la variedad de experiencias en todo el espectro.

El trastorno límite de la personalidad es una afección caracterizada por deficiencias en el funcionamiento interpersonal y, principalmente, incluye experimentar emociones intensamente. Debido a esto, muchas personas con TLP experimentan una desregulación emocional.

Debido al aumento del interés y la investigación, en este artículo analizaremos qué es el trastorno límite de la personalidad, analizaremos la diferencia entre TLP y TEA y exploraremos la superposición existente entre los dos. El artículo también pretende responder si algunos individuos autistas son diagnosticados erróneamente con BPS.

¿Qué es el trastorno límite de la personalidad?

De acuerdo con la Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), el trastorno límite de la personalidad (TLP) es un patrón de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y los afectos, y una marcada impulsividad.

En términos generales, el TLP se caracteriza por deficiencias en el funcionamiento interpersonal, es decir, poca empatía y dificultades con la confianza y la intimidad. BPS también tiende a incluir rasgos de personalidad como la desinhibición, el antagonismo y la impulsividad. Las personas con TLP normalmente experimentan emociones intensamente y sus emociones pueden durar algún tiempo después de que haya ocurrido un evento desencadenante, es decir, es más difícil establecer una estabilidad emocional.

Como se indica en el DSM-5, a continuación se detallan los síntomas del TLP:

1. Miedo intenso al abandono por parte de amigos y familiares.

“Esfuerzos frenéticos para evitar el abandono real o imaginario. (Nota: No incluya conductas suicidas o de automutilación…)”

2. Relaciones personales inestables, también conocidas a veces como “separación”

“Un patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas caracterizado por la alternancia entre extremos de idealización y devaluación”.

3. Problemas de autoimagen que afectan los estados de ánimo, valores, opiniones, objetivos y relaciones:

«Perturbación de la identidad: autoimagen o sentido de uno mismo marcada y persistentemente inestable».

4. Impulsividad y cambios de humor frecuentes:

«Impulsividad en al menos dos áreas que son potencialmente dañinas para uno mismo (por ejemplo, gastos, sexo, abuso de sustancias, conducción imprudente, atracones)…»

5. Comportamiento autolesivo

Comportamientos, gestos o amenazas suicidas recurrentes, o comportamientos de automutilación”.

6. Períodos de estado de ánimo deprimido intenso, irritabilidad o ansiedad

“Inestabilidad afectiva debida a una marcada reactividad del estado de ánimo (p. ej., disforia episódica intensa, irritabilidad o ansiedad que generalmente dura unas pocas horas y rara vez más de unos pocos días)”.

7. Sentimientos crónicos de vacío”

8. “Ira intensa e inapropiada o dificultad para controlar la ira (p. ej., demostraciones frecuentes de temperamento, ira constante, peleas físicas recurrentes)”.

9. “Ideación paranoide transitoria relacionada con el estrés o síntomas disociativos graves”.

Similitudes entre el trastorno límite de la personalidad y el autismo

El resultado de un estudio de Dudas, et al. (2017) al comparar la empatía entre TLP y TEA encontraron que la empatía en ambas condiciones era baja. Se ha descubierto que la sintomatología del TLP y el trastorno del espectro autista se superponen entre sí. Algunos rasgos comunes incluyen dificultades en la cognición social, como leer las emociones de los demás.

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Otra superposición incluye los síntomas de autolesión donde, en el caso de personas con autismo, la autolesión se debe a una sobrecarga sensorial (en algunos casos), mientras que en las personas con TLP, la autolesión se debe a un conflicto interpersonal y una desregulación emocional.

Superposición en empatía

Esta superposición parece la más destacada. Cuando profundizamos en el tema de la empatía, encontramos que hay dos constructos críticos, a saber: empatía cognitiva y empatía afectiva. Empatía afectiva significa la capacidad de reconocer y percibir los sentimientos y emociones de los demás, y compartir esa experiencia. Mientras que la empatía cognitiva permite comprender la perspectiva de otra persona adoptando su punto de vista.

Tanto en el autismo como en el TLP, se analiza la teoría de la mente (ToM). La ToM es la capacidad de percibir e interpretar los estados mentales/emociones de los demás y predecir el comportamiento relacionado. La teoría de la mente informa la capacidad de uno para empatizar con otro, especialmente en relación con la empatía cognitiva.

Cuando observamos la superposición entre TEA y TLP en términos de empatía, encontramos que debido a la falta de regulación emocional en el TLP, esto conduce a una capacidad alterada para empatizar, especialmente dentro del constructo de empatía cognitiva. En el TEA se puede decir lo mismo donde la escala de empatía entre empatía afectiva y empatía cognitiva no parece equilibrada. En ambos casos, estos síntomas son el resultado de dificultades en la interacción social e interpersonal.

¿Se está diagnosticando erróneamente a las personas autistas con un trastorno límite de la personalidad?

Es posible diagnosticar a una persona tanto con el trastorno del espectro autista (TEA) como con el trastorno límite de la personalidad (TLP). A menudo, para tal diagnóstico, el riesgo de suicidio aumenta debido a los síntomas y la angustia causados ​​por esta comorbilidad; resaltando así la importancia de un diagnóstico adecuado y preciso.

Chabrol, et al. (2018) mencionaron un estudio que descubrió que “el 15% de 41 pacientes femeninas con TLP cumplían los criterios de TEA”. Chabrol, et al. También agrega que las personas con comorbilidad diagnosticada y no diagnosticada de TLP y TEA experimentaron intentos de suicidio más frecuentes, una autoimagen negativa y un funcionamiento global más bajo.

No está claro si las personas autistas están siendo diagnosticadas erróneamente con TLP, pero más bien hay evidencia suficiente para considerar un diagnóstico de ambas afecciones para descartar cualquier posibilidad de comorbilidad o coexistencia. El diagnóstico preciso es esencial ya que, si los síntomas tanto del TEA como del TLP no se tratan, podrían representar un riesgo si se descubre que son comórbidos.

En resumen

Se desconoce si a algunos niños autistas se les diagnostica erróneamente TLP, pero es evidente que estas dos afecciones pueden coexistir. Es importante que los padres consideren consultar con un médico calificado si les preocupa que su hijo o hijos autistas muestren síntomas de trastorno límite de la personalidad.

Como siempre, más vale prevenir que curar, por lo tanto, si se sospecha que existe alguna posibilidad de que un niño autista también presente TLP, se requiere un diagnóstico oportuno para recibir el tratamiento adecuado y prevenir el riesgo asociado a llevar ambos diagnósticos debido a la salud mental. retos que se presenten.

Referencias

Trastorno límite de la personalidad. Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentaleshttps://www.nami.org/About-Mental-Illness/Mental-Health-Conditions/Borderline-Personality-Disorder

Chabrol, H. y Raynal, P. (2018). La coexistencia de rasgos autistas y rasgos del trastorno límite de la personalidad se asocia con una mayor ideación suicida en adultos jóvenes no clínicos. Psiquiatría integral, 82, 141-143. https://doi.org/10.1016/j.comppsych.2018.02.006

Dudas, RB, Lovejoy, C., Cassidy, S., Allison, C., Smith, P. y Baron-Cohen, S. (2017). La superposición entre las condiciones del espectro autista y el trastorno límite de la personalidad. Más uno, 12(9), e0184447. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0184447

Vegni, N., D’Ardia, C. y Torregiani, G. (2021). Empatía, mentalización y teoría de la mente en el trastorno límite de la personalidad: posible superposición con los trastornos del espectro autista. Fronteras en psicología12, 626353. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2021.626353