Solo necesitas motivación y querer cuidarte y en solo 3 semanas con esta dieta para bajar de peso que él diseñó, el volumen de tu estómago se reducirá naturalmente lo que te permitirá comer menos, estar más sano y bajar de peso.
Responda a estas preguntas
- ¿A veces tienes la sensación de que tienes hambre a todas horas, sobre todo por las tardes?
- ¿Te gustaría ser de esas personas que comen poco y se sienten llenas?
- ¿En ocasiones cuando empiezas a comer te cuesta parar y luego tienes molestias de estómago como pesadez, ardores, digestiones muy largas?
Si has contestado que sí a la mayoría de estas preguntas, esta dieta para bajar de peso te interesa porque te va a ayudar a «educar» tu apetito ya reducir tu estómago naturalmente, sin pastillas, sin cirugía.
Eo sí, este método está pensado para personas que quieran adelgazar de verdad y hacer realmente un cambio en su modo de alimentarse. También tienen que estar Altamente motivadas ya que las dos primeras semanas son bastante intensas. Además, es una dieta muy recomendable para personas con mucho estrés, dolores de cabeza o que suelen tomar antiácidos ya que, además de adelgazar, ayuda a mejorar estos trastornos. ¡Empezamos!
Una dieta sana y eficaz para bajar de peso.
Muchos pacientes vienen a mi consulta quejándose de que ninguna dieta les funciona porque siempre se quedan con hambre. Y yo les explico que es normal que pasen hambre porque su estómago tiene problemas para pasar de una ración grande a una más pequeña. Les digo que piensen en su estómago como si fuera un globo. Si lo llenan con un poco de agua, cuando se vacía vuelve a su tamaño normal. Pero si lo llenan demasiado y de forma habitual se va estirando y al final la goma cede.
¿Y qué pasa entonces? El estómago se acostumbra a consumir mucha comida y cada vez necesita más para sentirse lleno. Piensa que el estómago cuando nota la presión de los alimentos en sus paredes envía un mensaje de saciedad al cerebro. Un estómago que se ha dado de sí necesita mucho alimento para enviar esta señal. Por eso las dietas son un sacrificio porque el estómago se queda con hambre. Mi propuesta: lograr que la capacidad de ese globo que es tu estómago se haga más pequeña y que te sientas saciada comiendo menos.
Reducir el estómago de forma natural.
Hay muchas maneras de reducir el estómago. Puedes recurrir a la cirugía o ponerte una banda gástrica. También podrías ir a una isla como la de “Supervivientes” a comer arroz y pescado durante semanas… Pero con mi método lo conseguirás sin poner en peligro tu salud, porque cubre todas las necesidades nutricionales y supone un cambio que se mantiene en el tiempo. No es una simple dieta, cambiará tu forma de comer.
¿Se puede volver a hacer pequeño un estómago grande?
Seguro que después de lo que te he contado, esta es la duda que te asalta en estos momentos. Piensa en un culturista que entrena constantemente su musculatura para darle volumen y en lo que pasa cuando deja las pesas. ¿A que parece que su musculatura “encoge”? Pues es lo que vamos a conseguir: reducir tu volumen digestivo. Haré que tu estómago se mueva poco, lo volverá “perezoso” para que cuando comas medio plato ya te sientas llena.
Esta dieta para adelgazar tiene 3 fases.
Para conseguirlo, en la primera fase le Daremos muy poco trabajo a tu estómago. con alimentos muy fáciles de digerir (verduras en puré, pescado al vapor) y muchos de estos, además, se los daremos ya triturados. Casi como si estuvieran predigeridos. En las siguientes fases iremos recuperando poco a poco la alimentación normal, de forma que tu estómago se vaya acostumbrando poco a poco a cantidades menores.
***Puedes descargar los menús completos de las 3 semanas gratis aquí***
Primera fase: una «pre-dieta» para aprender a comer menos
Esta semana el objetivo es hacer trabajar muy poco al estómago. Te puede parecer una dieta monótona y algo exigente. Pero verás que es muy motivadora, porque enseguida tendrás resultados.
- Todo cocido y triturado. El estómago es como una batidora. Si ponemos alimentos crudos tarda un rato en hacerlos puré, en cambio, si ya están cocidos, los mezcla en un momento sin esfuerzo. Esta es la idea para hacer trabajar muy poco a tu estómago.
- Nada de plancha. Suena raro, lo sé. Todas las dietas van con alimentos a la plancha pero en esta primera fase vamos a evitarlo. Ya que el doradito de la plancha hace que los alimentos sean muy apetitosos, activando el centro del placer del cerebro y reclamando más comida. Mejor opta por cocer al vapor, estofados… Sí, se trata de pasar una semana comiendo alimentos que no estimulen el apetito.
- Mezclar pocos alimentos. De esta manera, el sistema digestivo también tiene que esforzarse menos en hacer la digestión. Los platos tienen que ser monotemáticos.
- Caliente, mejor. Si tomas un alimento frío, el estómago se mueve más para calentarlo –lo que ya hemos dicho que no nos conviene– y además sale más rápidamente del estómago, por lo que no llena tanto.
- Los primeros son cremas o caldos de verdura. Verduras permitidas: calabacín, espárrago, acelga, espinaca, brócoli, pimiento y setas. Para batidos: apio, pepino, rábano, zanahoria, remolacha…. Las cremas de verduras hazlas con un sofrito ligero de cebolla (1 cuch. de aceite) y triturarlas poco para que haya algún tropezón que obligue a masticar un poco y tomarlas espacio.
- Los segundos, estofados, guisados o al vapor, Ni plancha ni fritos. La carne permitida: pollo, pavo o conejo.
- La fruta permitida: Pera o manzana y hay que tomarla cocida, no cruda.
- Intenta reducir al minimo la sal. No añadas ni vinagre ni especias, porque estimulan el estómago.
En esta fase, los primeros son crema de verdura y los segundos, guisados o al vapor, ni plancha ni fritos.
Como comer menos sin pasar hambre
- Hasta 6 tomas. Es muy importante clave es darle al estómago poca cantidad de alimentos de una vez. En lugar de 3 comidas grandes al día, mejores 5 y más ligeras. Incluso, si en un momento te asalta el hambre, puedes hacer una sexta (yogur, manzana cocida…)
- Bebé entre horas. Y no en la comida, para que el estómago no reciba mucha cantidad de comida y bebida de una vez. Incluso bebiendo entre horas, no debes tomar más de un vaso de agua (200 ml) de golpe.
- Plato blanco sobre mantel blanco. Y crema de verduras blancas seguida de pescado blanco al vapor. Si te cuesta controlar el hambre, reduce los estímulos visuales que proporcionan una comida muy variada.
- Horarios regulares. Son necesarios para “engañar” al cerebro y mantener el hambre bajo control porque impide que el estómago reclame la comida en todo momento.
Qué comer durante la primera fase
- Desayuno. Un batido de verduras (sin fruta) de 200 ml o copos de avena (40 g) cocidos con leche (150 ml) o con yogur (en este caso los deja la noche anterior en el yogur para que se reblandezcan; leche desnatada (150 ml) con cereales tipo muesli (40 g). Si necesitas un café que sea solo y endulzado con canela en polvo.
- Media mañana. Mini de pan de miga sin corteza (40 g) con queso fresco o requesón 60 go fiambre de pavo o jamón cocido bajo en sal (50 g).
- Comida. Puré de verdura (un plato pequeño), estofado de pavo o pollo (150 g) o atún encebollado (150 g) o potaje de lentejas y verduras, y una fruta cocida.
- Merienda. 1 yogur natural desnatodo (125 ml) con copos de avena (30 g) o cereales de arroz (30 g).
- Cena. Puré de verdura (un plato pequeño), pescado blanco (200 g) en papillote o al vapor o una tortilla de una yema y dos claras y una fruta cocida.
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2.ª fase: primeros resultados y ¡damos un paso más!
Esta segunda semana, con el estómago ya más tranquilo después de siete días en los que lo hemos hecho trabajar muy poco, vamos a empezar a tener más variedad en los menús para que te sea fácil seguir perdiendo peso y no te estanques en la dieta.
- Primeros alimentos crudos. Puedes introducir ya las primeras ensaladas, pero la condición es que sean de un solo alimento: o ensalada verde, o de pepino o de tomate, pero nada de mezclar. Y, de momento, para no estimular mucho el estómago, no las aliñes con vinagre ni limón. Si quieres empezar a usar alguna especia, que sea muy digestiva, como el orégano.
- Más variedad de cocciones. Ya puedes cocinar a la plancha, pero procurando que los alimentos no queden muy tostados, para seguir controlando el estímulo que hace que el cerebro reclame más comida. Para ello, pon el fuego fuerte al principio, hazlos un poco por los dos lados y, antes de que se doren, bájalo y acaba la cocción. También puedes cocer al horno regando los alimentos con sus jugos o con caldo de verduras, para que queden tiernos. También puedes incorporar nuevas cocciones, como el wok, pero sigue siendo recomendable no dejarlo demasiado crujiente. Para no añadir más aceite, riegue el wok con caldo vegetal.
- Para los desayunos, Puedes hacer cremas de arroz integral o quinoa (30 g) con leche de vaca (200 ml) o leches vegetales sin azúcar.
- Marinar antes de cocer. Si vas a cocinar alimentos a la plancha, marínalos en leche o cerveza, porque fomentan el desarrollo de ciertas bacterias “buenas” que ayudan a mejorar las digestiones.
- Sin renuncias al café. ni a la carne, El chocolate o el té. Estos alimentos hacen que se libere una hormona, la gastrina, que ayuda a que los alimentos permanezcan más tiempo en el estómago. Por lo tanto, para tener más sensación de saciedad, tómalos al final de tu comida.
- Verduras permitidas. A las verduras de la primera semana puedes agregar ahora como otras calabazas, puerros, tomates, pimientos rojos, zanahoria, pero estos en menor cantidad.
- Frutas permitidas. Toda, menos cerezas, plátanos, higos, uvas, nísperos o caquis. Mejor que sea muy madura y sin piel, para poder digerirla mejor.
- Carne y pescado. Sigue siendo recomendable no introducir todavía la carne roja (cerdo, ternera, cordero).
- Tofu y seitán. Puedes incorporar carnes vegetales como tofu (120 g), seitán (120 g) o tempeh (120 g).
- Pan o cereales. El pan sigue siendo recomendable que sea poco crujiente e integral. Los cereales para el desayuno, mejor en copos y cocidos.
Se pueden tomar alimentos crudos y optar por la plancha o el wok.
Por la noche la dieta debe ser más tranquila
Si las comidas se animan, en las cenas seguimos recomendando cremas, cocidos, guisos y vapor, para digerir con facilidad y descansar bien. Para tranquilizar el estómago también es recomendable cenar pronto para que pasen al menos unas 8 a 10 horas entre la cena y el desayuno.
Qué comer durante la segunda semana
Planifique con éxito Los menús se animan con una gama más amplia de ingredientes disponibles.
- Desayuno. Batido de frutas y yogur; o mini de pan sin corteza (50 g) con queso fresco (80 g) o pavo o jamón dulce bajos en sal (50 g) o atún al natural; o crema de copos de cereales (40 g).
- Media mañana. Una pieza de fruta y un té.
- Comida. Wok de verduras, verdura al vapor (200 g) o ensalada de pepino o de endibia (200 g) o de tomate (150 g). De segundo, añade a las propuestas de la primera fase pollo o pavo a la plancha. Fruta.
- Merienda. Yogur con copos de avena (40 g) o mini o una fruta con frutos secos (20 g).
- Cena. Puré de verdura, pescado blanco (200 g) en papillote o al vapor o una tortilla de una yema y dos claras y un yogur natural desnado.
3º FASE: El reto de mantenerte ahora es más fácil
La tercera y…