«Derrota»: un poema que cambia la vida en tiempos oscuros de Kahlil Gibran.

Los últimos meses han sido oscuros.

Para los estadounidenses, los últimos días y semanas han sido más oscuros. Además de la pandemia que ha cambiado la vida tal como la conocíamos, también luchan contra la agitación política y social. A pesar de la inminente noticia de un cambio de guardia en la Casa Blanca, las elecciones presidenciales estadounidenses han dejado al descubierto un profundo abismo en el tejido social que quizás existe desde hace tiempo.

En medio del alivio y las celebraciones, también hay derrota: la comprensión de que un número increíblemente grande de personas abraza valores que son la antítesis de todos y cada uno de los valores estadounidenses (y globales) y los principios básicos de la humanidad.

Mientras enfrentamos una serie continua de desafíos a nivel mundial, desde enfermedades y dolencias, luchas económicas, crisis climática, tensiones raciales y religiosas hasta desastres naturales (tormentas, inundaciones, incendios), es natural sentirse derrotado, en ocasiones. La pandemia continúa y, aparte de las enfermedades y muertes visibles, ahora está generando fatiga emocional y problemas de salud mental. Algunos de nosotros podemos sentirnos estancados, desolados y frustrados.

Khalil Gibran tiene algunas palabras sabias que ofrecer, que nos empoderan y nos ofrecen la oportunidad de revisar y cambiar nuestra relación con la derrota y las emociones percibidas que siguen.

Me tomó algunas lecturas sentir su esencia y, a menudo, lo leo (o escucho esta interpretación conmovedora) como un recordatorio para aceptar todas y cada una de las situaciones que se nos presenten.

Escuche aquí y lea a continuación:

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Derrota ante Kahlil Gibran

Derrota, mi Derrota, mi soledad y mi alejamiento;
Eres más querido para mí que mil triunfos,
Y más dulce para mi corazón que toda la gloria del mundo.

Derrota, mi Derrota, mi autoconocimiento y mi desafío,
Por ti sé que todavía soy joven y de pies ligeros
Y no dejarse atrapar por laureles marchitos.
Y en ti he encontrado la soledad
Y la alegría de ser rechazado y despreciado.

Derrota, mi derrota, mi brillante espada y mi escudo,
En tus ojos he leído
Que ser entronizado es ser esclavizado,
Y ser comprendido es ser nivelado,
Y ser captado no es más que alcanzar la plenitud.
Y como fruto maduro caer y consumirse.

Derrota, mi Derrota, mi audaz compañera,
Oirás mis canciones y mis gritos y mis silencios,
Y nadie sino tú me hablará del batir de alas,
Y el impulso de los mares,
Y de montañas que arden en la noche,
Y tú solo subirás por mi alma empinada y rocosa.

Derrota, mi derrota, mi coraje inmortal,
Tú y yo reiremos juntos con la tormenta,
Y juntos cavaremos tumbas para todos los que mueren en nosotros,
Y estaremos al sol con voluntad,
Y seremos peligrosos.

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