Dejar las puertas de los armarios abiertas puede ser un hábito peculiar, o podría ser una estrategia de afrontamiento para las personas con TDAH.
Es muy probable que hayas oído hablar del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o que incluso conozcas a alguien que lo padezca. Y aunque esta condición del desarrollo neurológico generalmente se diagnostica en la infancia, no significa que los adultos sean inmunes a experimentar sus efectos.
Los síntomas pueden persistir mucho tiempo en años posteriores, y alrededor del 60% de los niños diagnosticados continúan mostrando comportamientos de TDAH en la edad adulta. Mientras tanto, algunas personas no reciben un diagnóstico hasta bien entrada la edad adulta.
De cualquier manera, puede preguntarse si sus comportamientos, o los comportamientos de un ser querido, son síntomas de TDAH o simplemente hábitos extravagantes que todos mostramos.
Es probable que todos seamos conocidos por correr por la casa a toda prisa y dejar los cajones o las puertas de los armarios abiertos a nuestro paso. Pero hay una diferencia entre el desorden general y el desorden asociado con el TDAH.
“Aquellos con TDAH tienden a tener diferencias estructurales en su corteza frontal [compared to] aquellos que no lo tienen”, explica el Dr. Sanam Hafeez, neuropsicólogo y director de Comprehend the Mind.
“Esto puede causar mala memoria, lo que dificulta recordar pequeños detalles, como dónde dejó las llaves del automóvil o el teléfono”.
También agrega que las personas con TDAH tienden a tener escasez de dopamina y norepinefrina, sustancias químicas en el cerebro que son importantes para regular el enfoque.
Como resultado de estas diferencias neurobiológicas, «las personas con TDAH trabajan muy visualmente para recordar cosas», dice Hafeez, «lo que puede significar dejar algo a la vista para recordar agarrarlo más tarde».
Entonces, si bien puede recordar haber dejado una carta importante en un cajón en particular, es posible que una persona con TDAH deba dejar el cajón abierto como indicación.
Las personas con TDAH también tienen que esforzarse más para mantener la concentración en una tarea, por lo que a menudo se olvidan de ordenar mientras se esfuerzan por completarla. “Tienden a concentrarse demasiado en las partes vitales de sus tareas”, afirma Hafeez. “Por ejemplo, si quieren un vaso de agua, se enfocan en llenar el vaso y, por lo tanto, tienden a dejar el gabinete abierto”.
Si tienes un ser querido con TDAH, trata de recordar que no dejarán los cajones de la cocina abiertos para molestarte. En todo caso, es su forma de mantenerse organizado y productivo.
En los Estados Unidos, el 4,4% de los adultos han sido diagnosticados con TDAH. Sin embargo, las tasas están aumentando rápidamente. La investigación sugiere que casi se han duplicado en la última década. Si bien esto puede deberse en parte a un sobrediagnóstico, también se cree que muchos casos permanecen sin diagnosticar.
El TDAH no es un paquete único para todos. Los síntomas del TDAH varían entre niños y adultos. Entonces, ¿qué comportamientos puede observar si cree que podría estar experimentando TDAH en la edad adulta?
Además de dejar abiertos los cajones y las puertas de los armarios, hay varias señales notables, que pueden incluir:
- dificultad para concentrarse
- inquietud o sensación de que no puede quedarse quieto
- desorden o desorganización
- olvido
- cambios abruptos en el estado de ánimo y dificultad para controlar las emociones
- dificultad con la planificación
- impulsividad con acciones y decisiones
- interrumpir durante las conversaciones
- un patrón de llegar tarde a reuniones o citas
Experimentar los síntomas del TDAH puede ser confuso y frustrante. Para algunas personas, obtener un diagnóstico puede proporcionar sentimientos de comprensión e incluso comodidad.
No existe una prueba sencilla para el TDAH. Es probable que el primer paso para obtener un diagnóstico sea analizar su historial y sus síntomas con un profesional calificado, como un médico de atención primaria o un profesional de la salud mental como un psicólogo.
Luego, si es necesario, pueden derivarte a otros profesionales de la salud mental, según tus necesidades, como un neuropsicólogo o un psiquiatra, que se especializa en realizar evaluaciones en profundidad. Esta evaluación debe incluir la discusión de su historia infantil, antecedentes educativos y síntomas en la infancia y la edad adulta, así como pruebas cognitivas.
El TDAH no tiene que hacerse cargo de sus actividades diarias. Si recibe un diagnóstico, hay varias opciones de tratamiento disponibles. Por ejemplo, la medicación puede ser beneficiosa para reducir la gravedad de los síntomas del TDAH y los resultados conductuales asociados, mientras que la terapia cognitiva conductual (TCC) también puede ayudar.
El desorden y la desorganización, incluso dejar cajones y armarios abiertos, son comportamientos que se observan típicamente en personas que tienen TDAH. Sin embargo, es importante recordar que exhibir estos comportamientos no significa automáticamente que alguien con TDAH sea perezoso.
Las tareas simples que normalmente se dan por sentadas pueden ser más desafiantes para las personas con TDAH, que generalmente tienen dificultad para concentrarse. Algunas personas con TDAH pueden encontrar que dejar pistas visuales, como cajones abiertos, les ayuda a recordar que deben completar las tareas.
Otros rasgos comunes del TDAH no diagnosticado entre adultos pueden incluir inquietud, cambios abruptos en el estado de ánimo, dificultad para concentrarse y dificultad para administrar el tiempo.
Si estos comportamientos le suenan familiares, es posible que desee hablar con un médico o psicólogo acerca de sus desafíos para ver si puede beneficiarse de una evaluación exhaustiva para determinar si es posible que tenga TDAH.
Si recibe un diagnóstico, el tratamiento está disponible y puede facilitar el manejo de sus síntomas de TDAH.