Reconocer si una disculpa es sincera o no sincera puede ayudarte a responder de una forma en la que te sientas cómodo. Pero puedes decidir cuándo estás listo para ofrecer perdón.
Una disculpa poco sincera ocurre cuando no implica remordimiento o arrepentimiento. A veces, una disculpa puede hacerte sentir peor en lugar de ofrecer una oportunidad de reconciliación.
Una disculpa falsa puede generar resentimiento e ira, lo que puede hacerte sentir incomprendido, invalidado o manipulado.
La persona que se disculpa puede tener buenas intenciones, pero una disculpa poco sincera puede interferir con la reparación de la relación o la situación.
A veces experimentará una disculpa en la que la persona insinúa que usted reaccionó de forma exagerada o tuvo la culpa. Este tipo de disculpas no son significativas y, a menudo, pueden empeorar la situación.
Entender cuándo una disculpa no es sincera puede ayudarte a decidir ofrecer perdón cuando estés listo.
Cómo responder a una disculpa poco sincera
1. Diles que su disculpa no es sincera
Señalar las fallas en la disculpa de alguien aclara tu punto y les permite aprender. Puedes decirles por qué sientes que no fue sincero y que no sientes que haya resuelto nada.
Omar Ruiz, LMFT, fundador de Online Private Practice, LLC dice que “la mejor manera de responder es ser transparente en cuanto a su incapacidad para aceptar sus disculpas. Dile a la persona que lo que ha compartido no es sincero y comparte tus razones, que principalmente es que la persona no se ha hecho responsable de su comportamiento”.
2. Establecer y hacer cumplir los límites
Establecer límites deja en claro que no aceptará ciertos comportamientos. La gente conocerá tus límites y lo que esperas de ellos. Puede hacer que responder a una disculpa poco sincera sea más fácil porque los límites están establecidos.
Puede ser asertivo mientras mantiene la calma, ayudando a otros a comprender sus expectativas. Vacilar en sus límites puede indicar que las personas no tienen que seguirlos. Considere mantenerse fuerte incluso cuando parezca más fácil ceder.
3. No aceptes sus disculpas
No estás obligado a aceptar una disculpa y no debes sentirte mal por rechazar un intento poco sincero. Cuando algo te molesta, depende de ti cómo quieres seguir adelante.
4. Prioriza tu seguridad
Cuando alguien ofrece una disculpa poco sincera, es posible que se moleste si no la aceptas. Si sabe que la persona es propensa a un comportamiento violento o irascible, trate de garantizar un espacio seguro para la conversación.
Tu seguridad es la máxima prioridad y no tienes que ceder ante alguien que te lastime.
5. Pídales que vuelvan a intentarlo en otro momento
Puede pedirle a la persona que intente disculparse nuevamente en otro momento después de que aprenda a ofrecer una explicación efectiva.
Rechazar su intento en este momento no significa que los quieras fuera de tu vida para siempre. Una vez que explique sus pensamientos y sentimientos sobre la situación, es posible que necesite tiempo para reflexionar.
Puedes darle a la otra persona la oportunidad de aprender y a ti mismo la oportunidad de procesar. Perdonar a veces toma tiempo y no tienes que apresurarte.
Ejemplos de una disculpa sincera
La investigación de 2012 sugiere que los siguientes tres componentes diferentes conforman una disculpa:
Los estudios indican que las disculpas empáticas tienen un fuerte impacto en las personas que las perciben como una disculpa sincera. Y las disculpas tardías pueden aumentar la posibilidad de que alguien piense que no es sincero. Cuantos más componentes se utilizan en la disculpa, más sincera parece.
Según un estudio de 2021, ofrecer una disculpa sincera consiste en:
- expresar arrepentimiento y culpa
- aceptar la responsabilidad
- expresar sentimientos de culpa o remordimiento
- admitir la vergüenza
Aprender a diferenciar entre una disculpa sincera y una falsa puede ayudarte a reconocer los elementos que debes ver.
El cuadro a continuación explica cómo la apertura de disculpas sinceras y no sinceras puede diferir.
Recapitulemos
Es probable que a veces experimentes disculpas poco sinceras, y algunas veces pueden lastimarte más que si no las hubieras escuchado.
Estas disculpas a menudo vienen con estipulaciones, excusas y culpas cambiantes. No tienes que aceptarlos, ya que eres tú quien elige cuándo perdonar a alguien.
Cuando reconoces que una disculpa no es una disculpa, puedes considerar cómo quieres manejarla. Puedes explicar el problema y esperar para ofrecer perdón cuando estés listo.