Crianza permisiva: definición, ejemplos y características

Crianza permisiva: definición, ejemplos y características

Los padres permisivos ejercen relativamente poco control sobre la vida de sus hijos. ¿Es ésta una buena opción de crianza? ¿Qué dicen las investigaciones?

Confiaron en mi criterio, vieron lo independiente que era y estaban bastante seguros de que no me metería en muchos problemas.

Las cosas fueron distintas para algunos de mis hermanos menores, quienes probablemente podrían haberse beneficiado de padres que intervinieran con más frecuencia y con mayor autoridad. A veces, necesitaban que nuestros padres fueran menos permisivos y más asertivos. Lo que había funcionado en mi crianza dejó a mis hermanos en un mayor riesgo de tomar decisiones y estar cerca de personas que terminarían lastimándolos. Excepto en circunstancias muy extremas, mis padres fueron padres permisivos, cálidos pero no muy involucrados, y eso trajo consigo tanto beneficios como costos. Veamos la psicología detrás de esos beneficios y costos.

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¿Qué es la crianza permisiva? (Una definición)

La psicóloga Diana Baumrind, en una serie de artículos clásicos, describió su minuciosa investigación que identificó tres estilos primarios de crianza: permisivo, autoritario y autoritario (Baumrind, 1966). Los padres autoritarios utilizan mucho control y no demasiada calidez en la crianza; dan órdenes y esperan que se cumplan. Los padres autoritarios brindan mucha estructura, pero también son más cálidos y cariñosos con sus hijos. Por último, los padres permisivos tienen pocas expectativas explícitas para sus hijos y no hacen mucho para controlar la vida de sus hijos.

Los padres permisivos tienden a ser menos constantes con la disciplina, miman más a sus hijos y les dan menos órdenes y tareas. Esto hace que los niños no tengan una idea clara de lo que sus padres esperan de ellos (Shumow et al., 1998). En lugar de seguir la guía de sus padres, los hijos de padres permisivos se ven obligados a seguir sus propios impulsos y deseos. Como se puede imaginar, este enfoque tiene pros y contras.

La psicología de la crianza permisiva

¿Por qué algunos padres terminan criando a sus hijos de manera permisiva? Una posible razón es que algunos padres experimentan más inseguridad en el apego que otros: no confían en poder crear expectativas de otras personas sin alejarlas o dañar la relación (Branjerdporn et al., 2019). Estos padres parecen ser más sensibles a los impactos de su crianza en sus hijos, lo que puede llevarlos a evitar tomar decisiones de crianza que resulten en conflictos entre padre e hijo. En otras palabras, estos padres están escuchando su ansiedad sobre cómo responderán sus hijos a ser criados y permitiendo que esos miedos les impidan ser directivos (dar órdenes y establecer expectativas).

Los padres permisivos también pueden sentir aversión por la autoridad en general (Manuel, 2006). No quieren limitar la autonomía de sus hijos, por lo que optan por darles mucha libertad. Esto puede estar en línea con sus actitudes y morales personales, pero no les proporciona a sus hijos parte de la estructura y la orientación importantes que necesitan a medida que se desarrollan.

Ejemplos de crianza permisiva

He aquí un ejemplo convincente de cómo la crianza permisiva afecta a las familias: una línea de investigación muy interesante vincula la crianza permisiva con peores resultados para los niños con diabetes. En general, los padres permisivos parecen ser menos estrictos y efectivos a la hora de conseguir que sus hijos coman una dieta saludable (Podlesak et al., 2017); tienden a dejar que los niños coman lo que quieran, experimentan más frustración a la hora de comer y tienen problemas para conseguir que sus hijos se queden en la mesa. Sabiendo todo esto, tal vez no sea sorprendente escuchar que los padres permisivos pueden tener más dificultades para seguir los protocolos de tratamiento para sus hijos con diabetes (Shorer et al., 2011). Lo que puede ser bueno en un contexto, como cuando se cría a un niño cuya dieta tiende naturalmente a ser saludable, se vuelve bastante riesgoso cuando es necesario imponer una dieta estricta para la seguridad del niño.

Probablemente también puedas pensar en muchos ejemplos de crianza permisiva si piensas en ocasiones en las que tú o alguien que conoces le ha dado a un niño toneladas de libertad para tomar decisiones (McCoby y Martin, 1983). Mis propios padres me escucharon hablar durante años sobre lo interesado que estaba en ir a un campamento de verano (aunque también me sentía un poco aprensivo ante la idea), pero no fue hasta que les pedí directamente que fueran que siguieron adelante con la idea. Mirando hacia atrás, tal vez me perdí algunos veranos maravillosos junto al lago porque mis padres no fueron lo suficientemente decididos como para sacarme de mi zona de confort de esta manera.

Efectos y resultados de la crianza permisiva

La mayoría de los efectos de la crianza permisiva identificados en la literatura psicológica no son muy alentadores; sugieren que la crianza permisiva no es el estilo de crianza más eficaz. Por ejemplo, una revisión de estudios sobre el rendimiento académico y los estilos de crianza encontró que los hijos de padres permisivos tienden a tener un rendimiento ligeramente peor en términos de calificaciones y puntajes en pruebas estandarizadas (Pinquart, 2016). Es importante señalar que este tipo de hallazgo parece ser consistente, al menos para los niños en los Estados Unidos, en diferentes grupos demográficos. En otras palabras, la crianza permisiva no es el estilo ideal para apoyar el rendimiento académico independientemente de la raza, el género o el nivel socioeconómico (Dornbusch et al., 1987; Pinquart, 2016).

¿Por qué una crianza permisiva puede conducir a peores resultados escolares? Un estudio concluyó que los hijos de padres permisivos tenían mayores niveles de derecho académico: esperaban que las escuelas fueran más flexibles y complacientes de lo que en realidad eran (Barton y Hirsch, 2016). Esto provocó que los estudiantes se sintieran estresados ​​y tuvieran peores resultados en materia de salud mental.

Características de la crianza permisiva

Posteriormente a sus estudios iniciales, Baumrind llegó a clasificar los estilos de crianza según dos características diferentes: cuán exigentes son los padres y cuán receptivos son con sus hijos (Baumrind, 1991). Cuanto más exigente es un padre, más expectativas y órdenes da. Cuanto más receptivo es un padre, más probabilidades hay de que responda positivamente cuando sus hijos piden atención o apoyo.

Con el tiempo se hizo evidente que los padres permisivos, aunque no son muy exigentes con sus hijos, pueden diferir en su grado de respuesta hacia ellos. Así, Baumrind (1991) dividió la crianza permisiva en dos tipos: el padre permisivo-indulgente y el padre permisivo-negligente. Los padres permisivos-indulgentes son cálidos y cariñosos con sus hijos, pero les proporcionan menos estructura, algo así como mis padres. Los padres permisivos-negligentes proporcionan poca calidez y poca estructura; no están muy presentes en la vida de sus hijos.

Pros y contras del estilo de crianza permisivo

Un beneficio claro de la crianza permisiva-indulgente es que los padres son cálidos y brindan apoyo a sus hijos (Baumrind, 1991). Cuando los hijos de padres permisivos-indulgentes buscan atención y amor, generalmente los obtienen. Sin embargo, más allá de este beneficio, la crianza en cualquiera de los estilos permisivos tiene costos, especialmente en el caso de los niños con diagnósticos de salud mental, como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad y el trastorno del espectro autista. Debido a los desafíos adicionales que enfrentan estos niños, necesitan apoyo adicional de sus padres para funcionar, y cuando no lo obtienen debido a las decisiones de crianza permisivas, su funcionamiento general puede verse realmente afectado (Hutchison et al., 2016).

Otra desventaja de la crianza permisiva es que los niños criados de esta manera enfrentan menos experiencias emocionalmente difíciles, al menos cuando tienen un padre a su lado. Piénsalo: si tus padres rara vez te obligan a tomar decisiones difíciles (lo ideal es que te ayuden a tomarlas), es posible que no aprendas a navegar esos momentos difíciles. De hecho, los hijos de padres permisivos pueden incluso desarrollar menos inteligencia emocional como resultado de no estar expuestos a estas situaciones desafiantes (Wischerth et al., 2016).

Si quieres saber más sobre algunas de las ventajas de este estilo de crianza, te animo a ver este vídeo:

Vídeo: Crianza permisiva

Crianza negligente y permisiva

La crianza permisiva que también implica negligencia (como vimos anteriormente, esto significa que carece tanto de estructura como de apoyo) puede ser especialmente dañina para los niños. La crianza negligente se considera una forma de abuso (Rodríguez, 2010), ya que deja a los niños sin muchos de los recursos que necesitan desesperadamente para aprender a desenvolverse en sus vidas y convertirse en adultos funcionales. Los padres negligentes pueden no proporcionarles comida, refugio y ayuda con la higiene personal, por ejemplo.

Las opciones de crianza asociadas con la crianza permisiva también pueden poner a los niños en mayor riesgo de participar en conductas delictivas. En un estudio, los padres que establecían pocas reglas familiares, no establecían un horario de queda para sus hijos y realizaban un control mínimo de las actividades de sus hijos (todas conductas que podemos clasificar definitivamente como permisivas) tenían hijos que participaban en más conductas delictivas (Church et al., 2015).

Crianza permisiva versus crianza apacible

Quizás te preguntes si la crianza permisiva es tan mala. ¿Acaso no es saludable tratar de controlar a nuestros hijos y dirigir sus vidas por ellos? Podríamos establecer aquí una diferencia entre permisividad y amabilidad. Los padres pueden ser amables, independientemente de si son firmes o permisivos. El problema con la permisividad es que hay momentos en que se requiere una firmeza amable.

Efectos de la crianza permisiva en el desarrollo infantil

Hay una gran cantidad de investigaciones que demuestran una clara asociación entre tener una crianza permisiva y tener peores resultados en el desarrollo de la niñez. Por ejemplo, los adolescentes de padres permisivos tienen más probabilidades de consumir sustancias y meterse en problemas en la escuela y con la policía (Hinnant et al., 2016). Esto puede suceder porque un aspecto importante del desarrollo es buscar y poner a prueba los límites: los niños quieren aprender qué es bueno y qué no, qué es seguro y qué no. Sin que los padres pongan barreras a las conductas y establezcan límites,…