La labradorita es una piedra preciosa, atravesada por matices místicos que invocan a los espíritus del universo. Se cree que nació de los destellos dorados y verdes de la aurora boreal, esta es una piedra que abre nuestra imaginación y, en lugar de atarnos al suelo, nos anima a saltar a otros reinos.
Lapis Lazuli profundiza en la autoexpresión, por lo que es una herramienta de comunicación imprescindible. El brillo del azul invita a un flujo libre y tranquilo de pensamientos, asegurándose de que no adivine qué es lo que se siente obligado a decir. Una piedra favorita de Cleopatra, el lapislázuli invoca la fuerza interior y forma un vínculo con planos superiores de conciencia, llevándote a hacer espacio para tu lado espiritual.
Kyanite zumba a frecuencias más altas y trae una vibra sobrealimentada a tu alma. Una piedra importante en el paquete para alcanzar esos niveles más profundos de comunicación y conciencia, Kyanite te ayuda a entrar en esos espacios de meditación. Esta es una de esas piedras que no se adhieren a la mala energía, lo que significa que no hay necesidad de fregar. Para aquellos deseosos de romper los ciclos negativos, la cianita allana el camino para llevarlos a un nuevo y emocionante camino espiritual.