Confianza vs Desconfianza (Ejemplos de la Etapa Psicosocial 1) –

El trabajo de Erik Erikson sobre el desarrollo psicosocial ha desglosado las diferentes etapas de la interacción social y cómo afectan la personalidad, la perspectiva y las virtudes de un niño. Esa primera etapa crucial del desarrollo psicosocial puede afectar su vida más allá de la infancia o la adolescencia.

¿Qué es la confianza versus la confianza? ¿Desconfianza?

La primera etapa del Desarrollo Psicosocial de Erik Erikson es la Etapa 1, donde el niño atraviesa una crisis psicológica de «confianza versus desconfianza». Deben depender de la madre para sus necesidades; La respuesta de la madre determina si el niño desarrolla confianza o desconfianza.

Este cuidado y atención deben ser coherentes para generar confianza. Si un bebé recibe algún cuidado de su madre pero no puede confiar en un cuidado constante, aún se generarán desconfianza y ansiedad. Con un cuidado constante, el niño también desarrollará esperanza.

Confianza versus desconfianza Edad

Esta etapa comienza tan pronto como nace el niño y dura hasta que el niño cumple 18 meses.

Ejemplo básico de confianza versus desconfianza

Digamos que una madre alimenta a su bebé por la mañana. La próxima vez que el niño tenga hambre, llorará, esperando que la madre escuche el llanto y vuelva a alimentarlo. La confianza se fortalecerá si la madre satisface las necesidades del niño. Si la madre no alimenta al niño, sus esperanzas se desvanecerán y se puede generar desconfianza. Rápidamente podemos sentirnos perdidos o impotentes cuando no podemos aferrarnos a la esperanza.

Esta esperanza y confianza se convierten en la base del niño en desarrollo. En la segunda y tercera etapa del desarrollo psicosocial, el niño tiene más oportunidades de diversificarse y tomar control de sus decisiones y acciones. Sin un padre o tutor que confíe, puede resultarle más difícil al niño tomar estas decisiones y expandirse más.

Ejemplos

A continuación se muestran algunos ejemplos que ilustran comportamientos, experiencias y resultados relacionados con esta etapa:

Desarrollo de confianza:

  1. Alimentación constante: Un bebé se alimenta con regularidad y no pasa hambre.
  2. Abrazos cálidos: Al niño lo cargan y lo abrazan con frecuencia.
  3. Atención receptiva: Cuando el bebé llora, un cuidador responde rápidamente.
  4. Rutina predecible: El niño tiene un horario constante para dormir y comer.
  5. Ambiente seguro: El entorno del bebé es seguro y está libre de posibles daños.
  6. Interacciones lúdicas: Los cuidadores juegan al escondite, cantan canciones de cuna y participan en otras actividades lúdicas con el bebé.
  7. Cuidadores consistentes: El bebé ve caras familiares con regularidad y forma vínculos.
  8. Comodidad física: El pañal del bebé se cambia rápidamente y se mantiene limpio y cómodo.
  9. Tranquilidad verbal: El cuidador utiliza tonos y palabras tranquilizadoras para calmar al bebé.
  10. Satisfacer las necesidades emocionales: El cuidador brinda consuelo cuando el bebé está asustado o molesto.
  11. Fomento de la exploración: El bebé puede explorar su entorno sabiendo que hay un cuidador cerca por seguridad.

Desarrollo de la desconfianza:

  1. Descuido: A menudo se ignoran las necesidades básicas del bebé, como el hambre o la comodidad.
  2. Atención inconsistente: El horario de alimentación y sueño del bebé es impredecible.
  3. Cambios frecuentes de cuidador: El bebé ve una puerta giratoria de caras desconocidas.
  4. Falta de comodidad física: A menudo se deja al bebé con el pañal mojado o con ropa incómoda.
  5. Ausencia de juego: El bebé tiene pocas o ninguna interacción lúdica o estimulante.
  6. Ambiente dificil: El bebé está expuesto a ruidos fuertes, luces brillantes u otros factores estresantes sin consuelo.
  7. Indisponibilidad emocional: El cuidador está emocionalmente distante o no responde a las señales del bebé.
  8. Peligro físico: El entorno del bebé no es seguro y presenta peligros potenciales.
  9. Falta de respuesta: El bebé llora durante períodos prolongados sin que nadie acuda a ayudarle.
  10. Rechazo: El bebé es apartado o ignorado cuando busca consuelo o atención.
  11. Reacciones inconsistentes: Las reacciones del cuidador ante los comportamientos del bebé son impredecibles, a veces cariñosas, negligentes o duras.

¿Son normales los problemas de confianza?

No es anormal que un niño pase por la etapa de confianza versus desconfianza sin establecer plenamente la confianza con sus padres. ¡La mayoría de las veces, de todos modos, no es “culpa” del niño! Un niño llora e intenta comunicar sus necesidades con sus limitadas capacidades. El niño puede desarrollar problemas de confianza si los padres no pueden satisfacer esas necesidades..

Los problemas de confianza pueden continuar fácilmente hasta la edad adulta y también pueden verse influenciados por otros factores. Una persona que sufre una infidelidad puede tener dificultades para confiar en sus futuras parejas. Alguien que fue despedido repentinamente de un trabajo puede no sentirse cómodo mientras busca otro trabajo. A todos nos suceden cosas malas, y reaccionar ante esas situaciones tratando de prevenirlas en el futuro es normal. Los pensamientos que experimentamos cuando tenemos problemas de confianza pueden ser un mecanismo de defensa. Es normal querer protegerse, por lo que es normal experimentar problemas de confianza cuando esa protección se ve amenazada.

Los problemas de confianza van más allá de las relaciones románticas. Una persona que no ha establecido confianza con sus padres o cuya confianza ha sido rota, no podrá confiar alguien. Educadores, científicos, conciudadanos, etc. En encuestas recientesla mayoría de los estadounidenses dicen que pueden confiar… ¡esa confianza en los demás ha empeorado y está provocando muchos conflictos interpersonales dentro del país!

Confianza versus desconfianza en la edad adulta

Aunque Erikson describió las etapas psicosociales del desarrollo en etapas claras y claras, pueden afectarse entre sí. Un niño no olvida simplemente sus problemas de confianza cuando cumple 18 meses: sus intereses cambian a medida que explora el conflicto entre autonomía versus vergüenza y duda.

Erikson llegó incluso a sugerir que si un niño no aprende a confiar en los primeros 18 meses, todas las áreas de su vida se verán afectadas. Piénsalo. Nuestras relaciones y la confianza que depositamos en ellas influyen en muchas de nuestras decisiones. ¿Viajarías por el mundo si no confiaras en las personas que viven en él? ¿Podría establecer contactos de manera efectiva si no confiara en que las personas lo ayudarían de la manera en que usted podría ayudarlos? Los adultos pueden encontrar maneras de restablecer la confianza que tal vez no hayan aprendido en su infancia, pero es muy posible que tengan que tomar esas medidas.

Si alguna vez has estado en una relación después de haber sido engañado, sabes el impacto que puede tener la desconfianza.

Impactos duraderos de la falta de confianza

Los psicólogos que han estudiado la confianza frente a la desconfianza sugieren que esta etapa no sólo es importante, sino que también tiene implicaciones duraderas. Asociados de investigación un Falta de confianza con:

  • Conductas criminales y delincuentes
  • Desvinculación social
  • Irresponsabilidad
  • Soledad
  • Rechazo de pares
  • Depresión
  • Menor aceptación social autopercibida
  • Preferencia social más baja entre pares

¡Estos son problemas importantes que pueden resolverse con más atención en la infancia!

De manera similar, psicólogos como Mary Ainsworth señalaron las relaciones y la confianza establecidas en la infancia cuando analizan las relaciones adultas. Sí, sus problemas de confianza con su pareja pueden deberse a que sus necesidades no fueron satisfechas cuando era niño. Al menos eso es lo que sugiere la teoría del apego.

Estilos de apego y confianza

La confianza fundamental desarrollada durante la etapa más temprana de la vida puede dejar impresiones duraderas, influyendo en cómo nos relacionamos con los demás a lo largo de nuestra vida.

Si bien Erik Erikson profundizó ampliamente en el desarrollo psicosocial, otros psicólogos, en particular John Bowlby y Mary Ainsworth, también fueron influenciados por las teorías freudianas. Fueron pioneros en el concepto de «teoría del apego», que describe el profundo vínculo emocional entre un niño y su cuidador principal y su impacto posterior en su desarrollo social y emocional hasta la edad adulta.

Bowlby y Ainsworth identificaron varios estilos de apego que se originan en la infancia e influyen en la dinámica interpersonal en la edad adulta. Estos estilos proporcionan información sobre los patrones de relación con parejas románticas, amigos e incluso nuevos conocidos.

Estos cuatro estilos se clasifican en «seguros» o «inseguros».

Estilo de apego seguro

Las personas con un estilo de apego seguro generalmente tienen una visión positiva de sí mismos y de los demás. Este estilo generalmente se desarrolla a partir de un cuidado constante, donde las necesidades del niño se satisfacen regularmente y se les garantiza la confiabilidad de su cuidador. Como adultos, estos individuos tienden a sentirse cómodos con la intimidad y la independencia, equilibrando bien ambas en las relaciones. A menudo son expresivos acerca de sus sentimientos y no se muestran demasiado ansiosos ni evitan las relaciones cercanas.

Estilo de apego inseguro

Los patrones de apego inseguro surgen cuando las necesidades de la primera infancia no se satisfacen de manera consistente, lo que genera desconfianza. Tres estilos principales entran en esta categoría:

  1. Estilo de apego evitativo: Las personas con este estilo suelen parecer desdeñosas y tienden a distanciarse de sus parejas. Es posible que prioricen su independencia y autosuficiencia y duden en volverse demasiado cercanos o dependientes de otra persona. Esta evitación a menudo surge de experiencias de rechazo o negligencia durante la niñez.
  2. Estilo de apego ansioso: Las personas con un estilo de apego ansioso anhelan la cercanía, pero permanecen constantemente alerta e inseguras ante un posible rechazo o abandono. A menudo buscan la validación y la tranquilidad de sus parejas y pueden describirse como «pegajosos» o «necesitados». Este estilo de apego puede resultar de un cuidado inconsistente, donde el niño no está seguro de si se cubrirán sus necesidades.
  3. Estilo de apego desorganizado: También conocidos como temerosos-evasivos, los individuos con este estilo exhiben una mezcla impredecible de conductas ansiosas y evitativas. Desean profundamente la cercanía, pero tienen un miedo intenso de resultar heridos, lo que les lleva a un comportamiento desconcertante de tira y afloja. Este estilo de apego a menudo surge de infancias traumáticas o caóticas en las que el cuidador era una fuente de consuelo y miedo.

El usuario de Reddit mahanahan compartió su ensayo sobre cómo Barney de Cómo conocí a vuestra madre Es posible que haya desarrollado desconfianza y un estilo de apego inseguro cuando era niño. La referencia de la cultura pop a Barney en «Cómo conocí a vuestra madre» ilustra cómo los desafíos del desarrollo temprano pueden moldear los patrones relacionales en la edad adulta.

Las luchas de Barney con la confianza y el compromiso en la serie se remontan a posibles interrupciones tempranas del apego. Reconocer y comprender estos estilos de apego subraya el profundo impacto de las experiencias tempranas en la dinámica relacional a lo largo de la vida y la importancia de fomentar apegos seguros en la infancia.

Más ejemplos de confianza versus desconfianza

A veces, la desconfianza se desarrolla cuando un padre no logra satisfacer las necesidades de su hijo a pesar de sus mejores intenciones. Tal vez el padre esté estresado por tener que cuidar a varios niños, estar lejos de casa debido a un horario de trabajo agitado o no se sienta seguro de sus capacidades para criar a sus hijos. ¡Esto es completamente normal, ya que los padres suelen vivir una vida exigente! (¡No todos los países o empleos apoyan la licencia remunerada por maternidad o paternidad!)

Pero también hay ejemplos de confianza versus desconfianza que son francamente crueles. Descuidar o abusar de un niño ciertamente puede conducir a una vida no sólo de desconfianza sino también de subdesarrollo.

Niños salvajes

En la década de 1940, surgieron las desgarradoras historias de dos niñas salvajes, Anna e Isabelle, que dejaron una huella indeleble en el mundo de la psicología. Nacidos con sólo un mes de diferencia, los detalles de sus trágicos primeros años de vida salieron a la luz con nueve meses de diferencia, ofreciendo a los investigadores una visión poco común, aunque profundamente angustiosa, de las consecuencias de la privación social extrema.

Anna, de Pensilvania, vivió una vida aislada, confinada en el ático de la casa de su familia. Por otro lado, el confinamiento de Isabelle en Ohio fue en una habitación oscura, siendo su único contacto ella…