Comprender cómo el alto contenido de aluminio aumenta el riesgo de autismo

¿Tener una alta exposición al aluminio tiene algo que ver con el trastorno del espectro autista? Un nuevo estudio comprueba que esto es así.

Un estudio de investigación reciente llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Keele destaca una fuerte asociación entre la exposición al aluminio y el autismo. El contenido de aluminio se extrajo del tejido cerebral de cinco donantes con antecedentes de diagnóstico de autismo.

Los investigadores destacan que el contenido de aluminio era extraordinaria o extremadamente superior al del cuerpo humano normal. Además, los investigadores explican que los valores son del orden más alto que se había observado anteriormente.

Por ejemplo, se observó que el lóbulo occipital de un adolescente autista de 15 años tenía 8,79 MG, un valor 10 veces mayor que el de un individuo promedio.

Además, se analizó la presencia de contenido de aluminio en el cerebro de cada uno de los cinco cuerpos. Los investigadores observaron que el contenido de aluminio era más alto de lo normal, lo que el equipo cree que servirá como una observación destacada en estudios futuros.

Cabe señalar que la mayor parte del contenido de aluminio extraído se identificó en las regiones internas de células no neuronales que incluían astrocitos y microglía.

Además se observó que el contenido de aluminio estaba presente en los linfocitos de la región de la meningitis. Sin embargo, los investigadores observan que la evidencia subyacente es más clara ya que las células inflamatorias estaban fuertemente cargadas con contenido de aluminio que ingresó al cerebro a través de las barreras hematoencefálicas y membranas similares del cuerpo humano.

Se considera que el contenido de aluminio que se encuentra en las capas subyacentes de los tejidos cerebrales en los casos de autismo es intracelular y tiene una fuerte asociación con células no neuronales. Los investigadores creen que estos resultados podrían proporcionar una explicación sobre la presencia de altos niveles de aluminio en los cerebros de los jóvenes autistas.

El equipo afirma además que podría haber una posibilidad subyacente de algo que podría atribuirse a la composición genética de los individuos que tienden a retener o acumular niveles de aluminio en esa región de su cerebro. El Dr. Mark dice: «Este tipo de casos generalmente se observan en casos con antecedentes familiares de esquizofrenia».

Sin embargo, la nueva evidencia en cuestión asocia la entrada de aluminio en las celdas con una precarga con contenidos de aluminio suficientemente elevados. El Dr. Mark dice: “Uno de los principales recursos externos que se sabe que contiene aluminio son las vacunas. Ya es hora de que tomemos nota de los contenidos que los fabricantes introducen en las vacunas”.

El aluminio es uno de los agentes de vacunación más utilizados y es conocido por sus factores estimulantes de la inmunidad. Además, se considera que el aluminio es capaz de inducir trastornos neuroinmunes en los individuos.

Los investigadores destacan 2 puntos clave a la hora de evaluar las toxinas adyuvantes en niños pequeños:

  1. Los niños nunca deben ser considerados ni vistos como adultos jóvenes o pequeños. Sus fisiologías únicas subyacentes hacen que el joven sea más vulnerable a las toxinas de lo que normalmente se sospechaba.
  2. La exposición a pocas vacunas, en ocasiones, puede provocar deterioros cognitivos. Por lo tanto, hay que tener cuidado con el uso de vacunas que contengan múltiples mezclas de aluminio (Al).

¿Se ha encontrado con algún médico que sugiera el uso de múltiples vacunas en niños? No dude en compartir sus comentarios en la sección de comentarios a continuación.