Cómo tomar café para adelgazar

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Café expreso

Es el café solo de toda la vida. Una taza te traerá 9 kcal. El café americano tiene las mismas calorías ya que, simplemente, contiene más agua.

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Café cortado

Lleva la misma cantidad de café que el expreso pero se le añade leche. En lugar de tomarla entera, opta por la leche desnatada y así tendrás un cortado aún más ligero. Este café te aportará unas 18 kcal.

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Café con leche

Uno de los protagonistas más habituales de los desayunos. Aquí la taza es más grande, por lo que llevará más cantidad de leche (más o menos la proporción sería de 1/3 de café y 2/3 de leche). Tiene unas 72 kcal.

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Capuchino

Para los amantes de la espuma, esta es la opción ideal. En este caso 1/3 es café, 1/3 es leche y el tercio restante es espuma de leche. Al contener aire, las calorías son un poco más bajas que en el caso del café con leche: 56 kcal. Eso sí, si lo tomas, evita añadir siropes.

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Café vienés

Muy parecido al capuchino, en lugar de utilizar espuma de leche, se le añade nata y también chocolate. La cantidad de café es la misma que en el expreso. Aquí estarás tomando alrededor de 256 kcal.

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Café caramelo

Esta es la versión más dulce del café con leche. Además del café y la leche, en este caso añadimos caramelo líquido. En taza grande son unas 102 kcal.

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Café bombón

Su nombre bien podría sustituirse por «café bomba», y es que la mezcla de café y leche condensada supone 334 kcal. Mejor déjalo para ocasiones especiales.

No hay nada como el olor a café recién hecho por la mañana, aunque según las estadísticas hay muchos partidarios de saborearlo después de una deliciosa comida. Sea cual sea la hora de tu café, si estás intentando controlar tu peso te conviene tomar nota de las variedades de café y de cuál es su aporte calórico, algo que te hemos preparado en nuestra galería de imágenes.

El café bombón, mejor de merienda

Como puedes comprobar en la galería de imágenes, de las inocentes 9 calorías de un expreso sin azúcar, puedes llegar a las 334 del café bombón. Y todo ello sin tener en cuenta los capuchinos con sirope, natachinos y cafelattechinos de cadenas algunas cafeteras, cuyos niveles de azúcar y grasa pueden llegar a la estratosfera. Con ello no queremos decir que renuncia a tu café preferido. Solo que seas consciente de lo que supone y lo tomes más como una merienda oa media mañana (sin acompañarlo de nada más) que como el postre de después del postre.

La mejor opción

Sin lugar a dudas, El mejor café es el expreso. del bar de confianza de toda la vida (con o sin leche, sea o no de soja, sin lactosa, de almendras… para gustos, los colores). Y por supuesto, la opción casera, donde lo más importante, además del tipo de café y la cafetera que escojas, es cómo lo conservas. Porque, si no quieres que ese café buenísimo que has comprado pierdas parte de su aroma y cualidades, debes guardarlo como corresponde. Toma nota:

  • Envase hermético. Si tiene juntas de goma, mejor. Evitarás que se evapore el aroma y que le afecte los sabores de otros alimentos.
  • Fuera humedad. Es uno de los peores enemigos del café. Guárdalo en un lugar frío y seco, y siempre bien tapado.
  • Lejos de otros sabores. El café absorbe con mucha facilidad los aromas y sabores de otros alimentos. Procura guardarlo en un recipiente dedicado solo para él y alejado de olores fuertes.
  • Muele en el momento. Si es posible, es mejor que muelas los granos de café justo antes de prepararlo. Si te lo hacen en la tienda, indica el tipo de cafetera que usas para que te ajusten el grosor de la molienda.
  • El agua importa. Si el agua de tu localidad es dura, mejor usa agua mineral. Si usas agua del grifo, el café tendrá mejor sabor si la dejas reposar para que se evapore el cloro.
  • No lo recalientes. El café debe tomarse recién hecho. Si no te queda más remedio, usa el microondas para que no se pierda el aroma y añade un pelín extra de agua mineral.

Y si quieres descubrir más, pásate por nuestro artículo 6 curiosidades sobre el café.