“Debes amar de tal manera que la persona que amas se sienta libre”. ~ Thich Nhat Hanh
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El budismo ha sido mi fuente de sabiduría durante muchos años.
He aplicado lo que he aprendido de la filosofía budista al área del amor y las relaciones, y se ha producido un cambio positivo importante en mi vida.
La noción de Dharma es ver las cosas como son. Dicho esto, si aplicamos las enseñanzas se puede solucionar un problema esencial en nuestras relaciones. Estoy convencido de que uno de nuestros mayores problemas es que negamos ver la realidad de las cosas. Vemos todo desde la lente de nuestro ego, que desea que las cosas sean diferentes. En consecuencia, nuestras acciones se vuelven insanas y nos dañan a nosotros y a nuestra pareja.
Además, el Dharma nos enseña a ser conscientes, lo cual es crucial en las citas. Sin conciencia, podríamos caer en las trampas de nuestros patrones de pensamiento destructivos.
Aunque no existen reglas para las citas, es aconsejable adoptar algunas nociones para mejorar nuestra vida amorosa. No solo nos volvemos más felices, sino que también hacemos que nuestra pareja se sienta más cómoda y bendecida con nosotros.
Aquí hay siete pasos para empezar a tener citas como un budista.
1. No te detengas en el pasado. La filosofía budista nos enseña que el pasado sólo está presente en nuestra mente. Lo mantenemos vivo mediante una actividad mental constante, pero no podemos volver a él ni cambiarlo. Dicho esto, aferrarse al pasado es inútil. El momento presenteel ahora—es todo lo que tenemos.
Los problemas que surgen de las citas se vuelven graves con el tiempo porque nos concentramos en ellos. Es beneficioso tomar medidas en el momento presente para arreglar cualquier problema que haya salido mal. Sin embargo, simplemente insistir en ello no resolverá el problema.
2. No culpes. Una de las lecciones más sabias del budismo es aprender a asumir la responsabilidad de nuestras acciones y palabras. Durante mi retiro de Vipassana, lo pusimos a prueba: cómo creamos miseria a través de nuestros pensamientos. Ahora, en lugar de señalar con el dedo a los demás, primero cambio mi propia perspectiva.
La culpa se ha convertido en un problema grave en las citas. Tengamos o no la culpa, nos resulta más fácil culpar a nuestra pareja. Sin embargo, debemos entender que la humildad acerca a los socios. Si nos equivocamos, es valioso admitirlo. Y si creemos que nuestra pareja está equivocada, podemos hablarlo con calma, sin culparla, y con la voluntad de cambiar nuestra perspectiva sobre el tema.
3. Conozca la motivación detrás de sus acciones. La filosofía budista nos anima a ser conscientes de nuestras motivaciones diarias. Durante mi curso de Introducción al Budismo, nos dijeron que hiciéramos una lista de lo que nos motiva cada día al despertarnos. (Por ejemplo, la lista incluía no dañar a otros y ayudar a alguien que lo necesita). Cuando respaldamos nuestras acciones con buenas motivaciones, nuestras acciones se vuelven saludables.
Antes de actuar con nuestra pareja, es valioso preguntarnos si nuestras acciones están guiadas por nuestro ego o por la conciencia. Es imperativo dejar nuestro ego a un lado si optamos por trabajar en una relación. Podemos crear una lista de motivaciones específicas para nuestra pareja: Escucharla, no hacerle daño, comprenderla, no atacarla, etcétera.
4. Dale espacio. Dzongsar Khyentse nos asegura que para que una relación funcione debemos saber cómo y cuándo crear espacio. No debemos perder nuestra vida individual, ni tampoco debemos hacer que nuestra pareja pierda la suya. El amor es una experiencia hermosa, pero a veces nos apegamos tanto que poco a poco perdemos nuestra propia identidad.
Sepa que el espacio es una de las cosas más beneficiosas en las citas. Ten unas horas durante el día exclusivamente para ti. Si han tenido una pelea, mantengan la distancia durante unos días, para que el panorama más amplio salga a la superficie. Pasa unos días entre semana solo o con amigos y familiares.
5. No tengas expectativas. El pasatiempo favorito de la mente es inventar escenarios que aún no existen. Nos aferramos a lo que creamos y lo confundimos con la realidad. En lo que a mí respecta, tener expectativas aniquila las relaciones desde el principio. Sin embargo, no esperar nada nos ahorra dolores de cabeza y nos permite disfrutar del momento presente.
El budismo sugiere estar en sintonía con lo que sucede ahora, para que no nos dejemos llevar por nuestros pensamientos ilusorios. Podemos probar la meditación para aprender a aceptar los pensamientos y dejarlos ser sin aferrarnos a ellos.
6. Perdona. En una de las charlas de Dharma a las que asistí en la India, el monje dijo que sólo nosotros sufrimos las consecuencias de no perdonar a alguien, y es cierto. Sólo nos castigamos guardando rencor, ya que afecta a nuestros propios estados mentales y emocionales. Liberar un dolor del pasado es como quitarnos un peso de encima.
Las relaciones pueden estar frecuentemente asociadas con el dolor porque todos tenemos un punto de vista diferente y una forma distinta de ver y experimentar las cosas. Para mantener sana la relación, debemos aprender a perdonarnos tanto a nosotros mismos como a la otra persona.
7. Recuerda la impermanencia. La noción de impermanencia es un punto clave en el budismo. Los budistas nos aconsejan que tengamos presente que todo tiene que terminar. No es una noción pesimista: es realista. Cuando reconocemos la impermanencia de las cosas, no nos decepcionamos tanto cuando las perdemos.
Incluso si una relación no termina debido a las condiciones, eventualmente terminará debido a causas naturales como la muerte. Recordar la naturaleza impermanente de todas las cosas (incluidos nuestros seres queridos) nos permite disfrutar de su presencia sin darlas por sentado.
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Autor: Elyane Youssef
Imagen: archivos de elefantes; Flickr/Hartwig EUR
Montaje: Yoli Ramazzina