Cómo se ve el amor maduro y real: 15 señales innegables. |

Estar enamorado se siente bien.

Durante la etapa de euforia de una relación, nos sentimos frescos, eufóricos y afortunados.

Algo bueno debemos haber hecho en nuestra vida para merecer esta unión inigualable. Hemos esperado mucho tiempo por este tipo de amor y, finalmente, está aquí.

Avanzamos unos meses, tal vez años, cuando la etapa de euforia llega a su fin y nuestro yo real y defectuoso sale a la superficie. Ya no nos sentimos tan afortunados. Ya no estamos eufóricos y seguramente no merecemos este desastre emocional.

Así es el amor inmaduro: un completo desastre emocional.

He tenido mi parte y finalmente puedo decir que el amor verdadero y maduro no sabe nada. desorden. Es puro, tranquilo y, lo creas o no, sexy.

¿Ya lo sentiste? Aquí hay 15 señales innegables de un amor maduro:

1. Contribuir a la felicidad de tu pareja. No eres la principal fuente de felicidad de tu pareja; sin embargo, usted contribuye a sus sentimientos positivos.

2. Centrarse en lo bueno. Como los seres humanos nunca pueden ser perfectos, es imposible tener relaciones perfectas. Dicho esto, incluso cuando reconoces los defectos o imperfecciones de tu pareja, eliges ver lo bueno en ellos.

3. Perdonar y… olvidar. Tu relación puede tener muchos altibajos, pero comprendes que no puedes permitir que el dolor persista. Eliges seguir adelante, juntos.

4. Validar las emociones de tu pareja. Normalizas cómo se sienten sin menospreciarlos ni criticarlos.

5. Tener en cuenta las necesidades de tu pareja. Entiendes los deseos de tu pareja y por qué son importantes para ella. Incluso si no tienen sentido para usted, sea considerado y trabaje activamente para cumplirlos.

6. Mantener tu individualidad. Trabaja para lograr sus objetivos e intereses personales y les da valor. Cuando preservas tu individualidad, preservas tu relación.

7. Tener una relación sana contigo mismo. Te tomas tiempo para ti mismo, te controlas a ti mismo y comprendes que tu nivel de madurez emocional dicta en gran medida el viaje de tu relación íntima.

8. Abordar problemas y resolverlos fácilmente. Incluso cuando las cosas se ponen difíciles, ustedes se concentran en el resultado final y se comprometen a entenderse mutuamente.

9. Superar expectativas poco realistas. Las expectativas son normales y saludables siempre que sean realistas. Ambos se dan cuenta de que hacer suposiciones falsas sólo conduce a la decepción y la amargura. En consecuencia, trabajas constantemente para conocer las intenciones de tu pareja antes de sacar conclusiones.

10. Superar el “felices para siempre”. Vives en el momento presente con tu pareja y lo aprovechas al máximo. Entiendes la ley universal de la impermanencia y la naturaleza cambiante de los seres humanos, por lo que no esperas una relación «hasta que la muerte nos separe».

11. Ser responsable. Entiendes cómo tus acciones y reacciones pueden afectar a tu pareja y, por lo tanto, estás dispuesto a responsabilizarte de tus errores.

12. Aceptar las diferencias. Incluso si las creencias y opiniones de tu pareja difieren de las tuyas, eso no te impide conectarte con ella. Entiendes que tener diferencias está bien siempre y cuando tus valores fundamentales coincidan.

13. Comprender la importancia de la comunicación. No te desahogas, atacas, culpas ni das el trato silencioso. En cambio, aborda las conversaciones de una manera amigable que produce resultados positivos.

14. Mantener a raya las emociones destructivas. Sabes que tus emociones negativas (como la ira o los celos) pueden apoderarse de ti, por lo que trabajas activamente para no permitir que afecten tu relación. Los afrontas, pero también los reemplazas con amor, bondad y empatía.

15. Escucha sana y activa. Deja que tu pareja hable libremente sin interrumpirla ni juzgarla.

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