La vida está llena de oportunidades para salir de la zona de confort, pero aprovecharlas puede ser difícil.
A veces el problema es no ser consciente de las razones para hacerlo. Después de todo, si el sentimiento de comodidad significa que nuestras necesidades más básicas están siendo satisfechas, ¿por qué deberíamos tratar de abandonarlo?
Lo que frena a las personas la mayor parte del tiempo es su estado de ánimo más que una clara falta de conocimiento.
Este artículo analiza los cambios de pensamiento necesarios para salir de la comodidad y avanzar hacia el crecimiento personal. En el camino, describiremos herramientas útiles, tácticas y ejemplos para ayudar a que salir de la zona de confort sea lo más gratificante posible.
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¿Qué es la zona de confort en psicología?
Ahora firmemente arraigada en el discurso cultural, la metáfora de ‘salir de la zona de confort’ se hizo popular en la década de 1990. La frase «zona de confort» fue acuñada por la pensadora de gestión Judith Bardwick en su trabajo de 1991 Peligro en la Zona de Confort:
“La zona de confort es un estado de comportamiento dentro del cual una persona opera en una condición de ansiedad neutral, utilizando un conjunto limitado de comportamientos para brindar un nivel constante de desempeño, generalmente sin una sensación de riesgo”.
Dentro de la zona de confort, no hay muchos incentivos para que las personas alcancen nuevas cotas de rendimiento. Es aquí donde las personas siguen rutinas sin riesgos, lo que hace que su progreso se estanque.
Pero el concepto se remonta más atrás al mundo de la psicología del comportamiento.
En 1907, Robert Yerkes y John Dodson llevaron a cabo uno de los primeros experimentos que iluminó un vínculo entre la ansiedad y el rendimiento.
Vieron que los ratones se motivaban más para completar laberintos cuando se les daban descargas eléctricas de intensidad creciente, pero solo hasta cierto punto. Por encima de cierto umbral, comenzaron a esconderse en lugar de actuar.
El comportamiento correspondiente se ha visto en los seres humanos. Esto tiene sentido porque en respuesta a los estímulos que provocan ansiedad, las opciones son luchar (enfrentar el desafío), huir (huir/esconderse) o congelarse (quedarse paralizado).
La Ley de Yerkes-Dodson (Yerkes & Dodson, 1907) es cierta no solo para tipos de desempeño más tangibles, como cuando se le asigna una nueva tarea estresante en el trabajo, sino también en muchas áreas de la vida, como comprendernos a nosotros mismos, relacionarnos con los demás y pronto.
La idea central es que nuestro sistema nervioso tiene una zona de activación Ricitos de oro. Demasiado poco, y permaneces en la zona de confort, donde se instala el aburrimiento. Pero demasiado, y entras en la zona de ‘pánico’, que también detiene el progreso:
De la Zona de Confort a la Zona de Crecimiento
Al salir de la zona de confort, el miedo no siempre equivale a estar en la zona de pánico. Como muestra el siguiente diagrama, el miedo puede ser un paso necesario en el camino hacia las zonas de aprendizaje y crecimiento:
Fuente: .comSaliendo de la zona de confort‘ Caja de herramientas
Se necesita coraje para pasar de la zona de confort a la zona del miedo. Sin una hoja de ruta clara, no hay forma de aprovechar las experiencias anteriores. Esto puede provocar ansiedad. Sin embargo, si persevera lo suficiente, entrarás en la zona de aprendizaje, donde adquirirás nuevas habilidades y enfrentarás los desafíos con ingenio.
Después de un período de aprendizaje, se crea una nueva zona de confort, que amplía la capacidad de uno para alcanzar alturas aún mayores. Esto es lo que significa estar en la zona de crecimiento.
Es importante señalar que, como la mayoría de los intentos de cambio de comportamiento, pasar a la zona de crecimiento se vuelve más difícil sin cierto nivel de autoconciencia. Por lo tanto, puede ser beneficioso para los clientes considerar lo siguiente:
- ¿Qué tan grandes son sus zonas?
En todos los dominios de la vida, las zonas de todos varían en tamaño. Para salir de tu zona de confort, debes apreciar sus límites exteriores. De manera similar, debe desarrollar un sentido intuitivo de dónde se encuentra su zona de pánico. Asumir desafíos que se encuentran en algún punto intermedio lo ampliará, lo que lo llevará al crecimiento y al aprendizaje. - ¿Cuáles son sus puntos fuertes?
Comprender y capitalizar las fortalezas personales puede ser de gran utilidad. La mayoría de las personas han tenido la experiencia de abandonar la zona de confort en al menos un área de la vida y, por lo general, hay muchas ideas que descubrir a partir de esta experiencia.
En realidad, el proceso de pasar de la zona de confort a la zona de crecimiento puede no ser lineal. Los picos, los valles y las mesetas a menudo complican el viaje. A veces, incluso necesitamos retirarnos a la zona de confort periódicamente antes de reunir las fuerzas para salir de nuevo. Sin embargo, apreciar los pasos puede ayudar a tolerar la incertidumbre.
Mientras ocupa la zona de confort, es tentador sentirse seguro, en control y que el entorno está en equilibrio. Es una navegación tranquila.
Los mejores marineros, sin embargo, no nacen en aguas tranquilas.
Exploraremos algunos poderosos beneficios de salir de la zona de confort en la siguiente sección.
Beneficios de salir de la zona de confort: 4 ejemplos
Aparte de mejorar el rendimiento, hay muchos beneficios menos directos al salir de la zona de confort. Una lista completa requeriría un artículo separado, por lo que aquí hay cuatro ejemplos de primera línea, ampliamente aplicables.
1. Autorrealización
Para muchos, la autorrealización actúa como un poderoso incentivo para salir de la zona de confort. El concepto se popularizó a través de la teoría de la motivación humana de Abraham Maslow (1943), que describió de la siguiente manera: “Lo que un hombre puede ser, debe serlo. A esta necesidad la podemos llamar autorrealización.”
La jerarquía de necesidades de Maslow opera como una escalera, con la satisfacción de nuestras necesidades ‘básicas’ y ‘psicológicas’ análogas a habitar la zona de confort. Pero ya sea que seamos conscientes de ello o no, la teoría argumenta que nuestro próximo requisito es el crecimiento y la realización personal.
Siempre que la decisión de abandonar la zona de confort se alinee con los valores de una persona, este cambio es similar a hacer una apuesta por la autorrealización. ¿Porque es esto importante? Para uno, no esforzarse por crecer podría significar caer en un estado de inercia más adelante en la vida.
2. Desarrollo de una mentalidad de crecimiento
El trabajo de la psicóloga de Stanford Carol Dweck (2008) sobre la mentalidad marcó un cambio de paradigma en el campo de la psicología positiva. Su investigación distinguió entre dos sistemas de creencias contrastantes: la mentalidad fija versus la mentalidad de crecimiento.
Con una mentalidad fija, las personas creen que han establecido dosis de cada habilidad, con un techo correspondiente sobre cuánto pueden lograr. El fracaso revela insuficiencia y la crítica se convierte en un golpe fatal para la autoestima.
La mentalidad de crecimiento significa reconocer a los humanos como maleables. Desde esta postura, los contratiempos se convierten en oportunidades de aprendizaje (Dweck, 1999) y nuestro potencial se vuelve ilimitado.
Dejar intencionalmente la zona de confort va de la mano con el desarrollo de una mentalidad de crecimiento. Mientras que la mentalidad fija nos mantiene atrapados por el miedo al fracaso, la mentalidad de crecimiento expande lo posible. Nos inspira a aprender y tomar riesgos saludables, lo que lleva a resultados positivos en todos los dominios de la vida.
3. Resiliencia y antifragilidad
La vida no es exactamente un asunto predecible; quizás entonces, la gente tampoco debería estarlo. Tarde o temprano, todo el mundo se enfrenta a la adversidad. El hábito de expandir nuestra zona de confort equipa a las personas para manejar el cambio y la ambigüedad con más aplomo, lo que lleva a la resiliencia.
Yendo más allá, el estadístico Nassim Taleb (2012) introdujo el concepto de sistemas ‘antifrágiles’, que “prosperan y crecen cuando se exponen a la volatilidad, la aleatoriedad, el desorden y los factores estresantes.Los ejemplos incluyen la evolución y los sistemas inmunológicos, así como la psique humana.
Mientras que los sistemas resilientes se recuperan al mismo nivel después de un impacto, los sistemas antifrágiles aprenden a crecer a partir de ellos, alcanzando nuevas alturas. Entonces, salir de la zona de confort es cultivar deliberadamente la antifragilidad, ¡siempre y cuando no entremos en la zona de pánico!
4. Mayor autoeficacia
Según Albert Bandura (1997), la autoeficacia es la creencia de poder ejecutar las acciones necesarias al servicio de un objetivo. Las metas que conducen a una mayor autoeficacia son específicas, no demasiado difíciles y de corto plazo (Yailagh, Lloyd y Walsh, 2009).
Salir de la zona de confort significa una fase de prueba y error, durante la cual es inevitable al menos cierto nivel de éxito. Experimentar este éxito desarrolla nuestra autoeficacia, y la creencia en nuestra capacidad comienza a crecer.
Al igual que otros beneficios de salir de la zona de confort, esto probablemente no sucederá de la noche a la mañana. Sin embargo, la espiral ascendente acumulativa de logros y confianza puede convertirse en un activo poderoso para cualquiera.
4 consejos para ayudar a salir de su zona de confort
Lo que sigue son cuatro consejos útiles para ayudar a los clientes a salir de sus zonas de confort. Estos son una combinación de consejos de mentalidad y orientación práctica para establecer metas.
1. Replantear el estrés
Fisiológicamente, no hay diferencia entre la ansiedad y la excitación (Smith, Bradley y Lang, 2005). Ambos implican una «respuesta de estrés», pero si se perciben como positivos o negativos es una cuestión de etiquetado.
La sociedad tiende a conceptualizar todo estrés como ‘malo’, pero la idea de ‘eustrés’ o ‘estrés positivo’ desafía esto. El eustrés proporciona la energía necesaria para pronunciar un discurso público, tener una cita romántica, etc. Estos estímulos pueden reformularse como emocionantes, impulsándonos fuera de la zona de confort.
2. Comprender la neuroplasticidad
Un paso esencial para internalizar la mentalidad de crecimiento es adoptar la investigación de la neuroplasticidad. Una vez entendido, se necesita menos coraje para dar el primer paso lejos de la comodidad porque el fracaso mismo se convierte en parte integral del viaje.
El núcleo de la teoría de Dweck es que los humanos son maleables y adaptables. Otra buena manera de apreciar su filosofía es viendo esta charla TED:
3. Prioriza
Ocupar la zona de confort no siempre es perjudicial. Por ejemplo, podría ser razonable permanecer en la zona de confort de tocar el ukelele, pero no en la de administrar las finanzas personales.
El punto es identificar cuellos de botella: áreas de la vida donde estar demasiado cómodo hace más daño que bien. Fomentar la selectividad de metas en los clientes para que puedan enfocarse de manera efectiva.
4. Pequeños pasos
Está bien dar pasos pequeños y metódicos, así como también pasos más grandes y audaces. Dejar atrás la zona de confort no significa dejar de lado la precaución de manera imprudente. Cada paso adelante es un progreso.
Fomentar pacientemente la autoconciencia mientras se evalúan inteligentemente los límites de cada zona es una forma segura de hacer que el proceso sea lo más fluido posible.
7 formas de salir de tu zona de confort
Habiendo cubierto el qué, por qué y cómo salir de su zona de confort, cubramos ahora siete formas en que alguien podría intentar hacerlo.
1. Haz las cosas cotidianas de manera diferente.
En la vida cotidiana, hay amplias oportunidades para desafiarte a ti mismo. Apague su teléfono inteligente y su televisor mientras cena, decida qué ponerse más rápido o simplemente disminuya la velocidad para observar los alrededores mientras camina. Estos cambios lo sacan de viejas y cómodas rutinas.
2. Amplíe su conjunto de habilidades profesionales.
El aumento de su conjunto de habilidades puede fomentar la creatividad y refrescar su confianza en sí mismo, así como aumentar la empleabilidad. Habilidades como hablar en público, negociación y liderazgo pueden representar un nuevo desafío para muchas personas. Invertir en ellos puede generar resiliencia, satisfacción personal y abrir más oportunidades que nunca.
3. Pruebe una nueva dieta.
Muchas personas quieren mejorar sus dietas y dejar de depender de los ‘alimentos reconfortantes’. Hacerlo a menudo significa probar algo nuevo.
Cumplir con una dieta saludable puede ser tan desafiante como gratificante, y la autoeficacia crece a medida que alcanza metas a lo largo del…