El huevo es uno de los ingredientes que nunca falta en la nevera, y es que una forma recurrente de Solucionar una comida rápida es simplemente hacer una tortilla o unos huevos fritos. Pero como muchos otros alimentos, es complicado saber si está en buen estado.
Quizás no recuerdes cuánto tiempo llevan esos huevos en la nevera, si son frescos o no. Entonces nos asalta una de las dudas más frecuentes sobre los huevos, su frescura y cómo saber si el huevo está malo. Para ello, diez esto en cuenta…
Cómo saber si un huevo está malo sin abrirlo: el truco INFALIBLE
La forma más común de comprobar la frescura del huevo sin necesidad de abrirlo es sumergiéndolo en un vaso lleno de agua. Si el huevo flota en la superficie quiere decir que ya no debe consumirse, ya que está en mal estado y no sería seguro.
Por qué te puedes fiar del truco. Porque conforme el huevo pierde la frescura, la cáscara se vuelve más porosa de manera que crea una especie de “flotador” haciendo que el huevo se eleve hasta la superficie. Por el contrario, si el huevo se hunde rápidamente hasta el fondo quiere decir que está totalmente fresco y está en su punto óptimo de consumo. Si el huevo tarda un poco en llegar al fondo del vaso, significará que sigue estando en buen estado, pero que debemos consumirlo cuanto antes ya que su fecha de vencimiento es cada vez más inmediata.
Cosas que debes tener en cuenta
- Fecha de caducidad. Un factor determinante de la calidad del huevo es la fecha. Antes de comprars, asegúrate de verificar la fecha de caducidad marcada en el paquete, así te harás una idea de cuánto te durarán en buen estado. Y si los mantienes en el envase, siempre podrás guiarte por esta fecha.
- Comprueba la cáscara. Si la cáscara del huevo está limpia y no presenta fisuras, es un buen aliciente para garantizar que el huevo sea apto para el consumo. Sin embargo, si la cáscara está sucia y rota por alguna parte, es muy probable que el huevo esté en mal estado. Por esa rotura pueden introducirse bacterias que descompongan el alimento y por tanto suponga un riesgo para nuestra salud.
¿Cómo saber si un huevo está malo al abrirlo?
- Oriéntate por los olores. El aroma de un alimento nos dará la pista evidente para saber si está podrido o no. El olor que desprende un huevo podrido, por ejemplo, es muy fuerte y desagradable, lo que nos indica de forma clara que debemos tirarlo a la basura inmediatamente.
- Color de la yema. Si al partir el huevo, observa que la yema tiene un color apagado, se rompe inmediatamente o se separa del centro de la clara, quiere decir que el huevo está malo.
- Adherencia de yema y clara. Otra forma de comprobar la frescura del huevo es moviendo ligeramente el cuenco. Si la yema no se separa del centro, el huevo es fresco y perfecto para su consumo.
- Estado de la clara. Una clara de huevo fresca debe ser translúcida y gelatinosa. Si al cascar el huevo y verterlo sobre un cuenco observa que la clara presenta pequeñas manchitas o elementos extraños, lo más recomendable sería tirarlo, ya que podría suponer un riesgo para la salud.
¿Cuál es la forma correcta de guardar los huevos?
- ¡No laves los huevos! La cáscara se caracteriza por su porosidad, y esa capa porosa está compuesta por una especie de cutícula impermeable que impide que los gérmenes pasen al interior del huevo. Al lavarlo, estarás eliminando esa capa tan fina que los protegidos y estarás favoreciendo la entrada de posibles gérmenes y bacterias al interior del huevo.
- Ponlos en un lugar fresco y seco. La balda superior de la nevera con el espacio diseñado especialmente para su colocación es sin duda el mejor lugar para conservarlos.
- Huevera cerrada. Si tu nevera carece de esa pequeña balda, deja tus huevos en una huevera bien cerrada, ya que es un recipiente ideal para conservarlos y evitar que se golpeen cuando busques otros ingredientes.
- Temperatura constante. Es primordial que evites someter los huevos a cambios bruscos de temperatura ya que si lo haces, podrías dañar tanto la cáscara, como el interior.
- ¿No tienes sitio en la nevera? Asegúrese de hacer un hueco lo antes posible, y mientras tanto, coloque los huevos en un lugar libre de humedad, de lo contrario, las bacterias comenzarán a actuar pronto hasta descomponerlos.