De todas las cualidades de una piel sana y bonita, la luminosidad y la vitalidad son las que más valoran las mujeres, seguidas por la firmeza, sobre todo para aquellas que pasan de los 35 años. La suavidad, la ausencia de imperfecciones y la uniformidad en el tono (sin manchas) son los otros atributos más valorados.
¿Cómo saber qué tipo de piel tienes?
Pero para lucirla en todo su esplendor no todas las pieles necesitan los mismos cuidados. El primer paso para darle lo que necesita es conocerla en profundidad. Sin embargo, según diferentes estudios, la mayoría de los españoles no saben cómo cuidar su piel. Como consecuencia, un 69% de la población no la hidrata adecuadamente. Por otro lado, la mayoría considera que su piel es sensible, cuando la realidad es bien distinta, lo que puede llevar a proporcionarle unos cuidados que, como mínimo, no necesita, irritándola o haciéndola empeorar. Por eso, es importante conocer cómo es tu piel haciendo nuestra prueba, para poder darle lo que necesita.
Cómo cuidar tu piel según su tipo y necesidades
No todos los rostros envejecen de la misma forma, dependen mucho del tipo de piel, de los hábitos y de factores externos. Mantén tu piel joven más tiempo anticipándote con los cuidados más adecuados. El 80% de los efectos del envejecimiento de la piel se producen por agresiones externas, y solo el 20% es debido a factores cronológicos, según los resultados de un reciente estudio presentado por la doctora Elisa Simonpietri, directora científica internacional de la firma Biotherm. Esto significa que la gran mayoría de los signos de envejecimiento se pueden ralentizar.
Consejos para cuidar la piel
Ni demasiado sol, ni fumar, ni el alcohol la favorecen, pero además de unos hábitos de vida saludables, tu piel necesita cuidados cosméticos específicos. Analiza cómo es tu piel con nuestra prueba y proporciónale una cura de belleza a medida, procurando ser siempre muy constante. Así lograrás retrasar o atenuar las primeras líneas de expresión y los signos de la edad.
Tipos de piel
La prevención es la mejor arma para mantener a raya el paso del tiempo. Si sabes cuáles son los puntos débiles de tu cutis, en función de tu tipo de piel, sabrás qué cuidados son los imprescindibles.
- Piel seca, las arrugas aparecen antes. Esta piel suele ser más áspera, porque es incapaz de retener el agua en su interior. Utilice una crema nutritiva, de textura untuosa, que le proporcione mayor hidratación. Refuerza el contorno de ojos y labios con productos específicos: estas zonas son las más castigadas en estas pieles. Aceite de argán, manteca de karité, glicerina y urea son algunos de los mejores principios activos. En cuanto al maquillaje, los productos deben tener activos minerales, que no se pueden resecar.
- Estafa tendencia grasael problema son los poros. Al ser más gruesa y resistente, la piel grasa tiene menos arrugas, pero los poros están más dilatados y son más visibles. Utiliza cosméticos que no sean muy astringentes, para que la piel no se deshidrate, y con activos que controlen la grasa y renueven la piel, como el retinol y los ácidos glicólico y salicílico. La limpieza facial diaria es vital para minimizar los poros y la aparición de pequeños granitos o lesiones que pueden derivar en manchas que tardan semanas en desaparecer. La arcilla o el aceite de árbol de té son ingredientes bactericidas y cicatrizantes, que ayudan a regular la producción de sebo. Si te maquillas, opta por texturas en polvo, mantendrás a raya los brillos.
- La piel mixtauna de cal y otra de arena. Tiene los mismos problemas y virtudes que los dos tipos de pieles anteriores, ya que no deja de ser una mezcla de ambas. Y el problema es ese, hay que tratar la sequedad de la zona seca y al mismo tiempo controlar la grasa de la zona grasa. Pero no es misión imposible. Gracias principalmente a que es el tipo más frecuente de piel, en el mercado hay infinidad de productos y soluciones para tratarla como se merece.
Piel sensible
El objetivo son las rojeces. Las pieles claras suelen ser las más reactivas, con propensión a la cuperosis (dilatación de los vasos capilares que provoca rojeces o la aparición de pequeñas venas varicosas). Elige cosmética hipoalergénica, libre de sustancias químicas e irritantes. Hay líneas completísimas para pieles sensibles, en las que el agua termal, la rosa mosqueta o la caléndula son excelentes aliados. Evita el estrés, el alcohol, ambientes con mucho calor o el picante, ya que propician la dilatación de los vasos sanguíneos.