¡Oh, qué telaraña tan enredada tejemos cuando primero practicamos el engaño! Sir Walter Scott escribió esta famosa línea en su poema titulado Marmion sobre la batalla de Flodden (1808). (Curiosamente, a menudo se atribuye erróneamente a William Shakespeare). Su poema narra una historia de amor que sobrevive a pesar de una red de engaños, manipulaciones, caracterizaciones erróneas, mentiras y traiciones de dos personas intrigantes. Es trágico cómo la gente no ha cambiado mucho hoy.
La vida sería más fácil si cada persona con intenciones malvadas o egoístas fuera rápidamente identificable. Pero, por desgracia, no lo son. Entonces, los inocentes se enredan en una telaraña de engaño, se encuentran en lugares a los que nunca pensaron que irían, sintiéndose vulnerables y violados, y luego se van limpiando el desastre pegajoso de la red. La mejor manera de evitar una trampa de este tipo es identificarla a tiempo. Cuando una persona puede ver la telaraña frente a ella, puede caminar alrededor de ella y no tener que lidiar con las consecuencias de enredarse.
¿Cómo se ve eso? Aquí hay algunas pistas:
- Verdaderas intenciones ocultas. Desconfíe de alguien que anima a otros a compartir primero todo el tiempo. Esta es una forma de conocer las intenciones de sus presas y luego adoptarlas como propias. De esta manera, ocultan con éxito sus verdaderas intenciones de engaño mientras atraen a su presa para que se acerque.
- Trabajo sin esfuerzo. Esta persona engañosa se atribuye el mérito del trabajo de los demás. Recopilan información, proyectos y puntos de vista de otros y colocan su nombre en la parte superior de la lista. Si parece que alguien necesita participar en las tareas de todos, es porque está buscando oportunidades para aprovecharse de los demás.
- Dramatismo innecesario. El juego de manos más fácil es crear una propuesta irresistible o un drama innecesario. Esto obliga a la otra persona a acercarse al engañador y abordar el problema. Luego, el problema se deja de lado cuando el engañador ataca en un frente completamente diferente e inesperado. Evitando la confrontación solo y teniendo un acompañante para escuchar, esto puede ser evadido.
- Instrucción de retención. Una de las formas de mantener a una persona dependiente es enseñar una pequeña cantidad de información pero retener el conocimiento valioso para que fracase sin el intrigante. Este proceso fomenta más independencia para la parte equivocada y más dependencia de ellos para la presa.
- Regalos desprevenidos. Una forma rápida de desarmar a una persona es darle un regalo sorpresa sin ningún motivo. Este simple gesto rompe la guardia de la presa y al mismo tiempo los hace sentir en deuda con el engañador. Recuerde, un regalo es solo eso, un regalo. No hay necesidad de devolver el favor.
- Alianzas beneficiosas. La mayoría de las personas falsas forman múltiples alianzas en caso de que sean necesarias en el futuro. Una táctica común de engaño es descubrir alguna ventaja para la presa por esta lealtad. Cuanto más sucio esté, mejor. Pueden matar dos pájaros de un tiro usando más tarde este sucio para formar un compromiso profano más profundo o usarlo contra la presa cuando sea necesario.
- Preguntas furtivas. Otra táctica utilizada por una persona deshonesta es parecer amigable mientras recopila en secreto información valiosa sobre las debilidades de una persona. Las preguntas benignas programadas de manera inapropiada están diseñadas para atrapar a una persona con la guardia baja y alentar una respuesta honesta. Después de revelar sus vulnerabilidades, la presa a menudo descubre que la información se comparte en su detrimento.
- Escasez cronometrada. Una persona intrigante cronometrará su acto de desaparición justo en el momento en que más se la necesita. Esto se hace para resaltar la falta de ellos hasta el punto de la desesperación. Luego reaparecerán, justo a tiempo, para salvar el día y así restablecer su valor y valor. A veces, incluso llegan al extremo de crear una crisis solo para llevar este punto a casa.
- Comportamiento impredecible. Una de las herramientas eficaces del terrorismo es la ausencia de previsibilidad. En una escala más pequeña, una persona tortuosa cambia con frecuencia sus patrones y hábitos para mantener a los demás adivinando. Esto obliga a cualquiera que pueda estar detrás de ellos a gastar cantidades ridículas de tiempo y energía tratando de adivinar su comportamiento impredecible.
- Tontería fingida. Para evitar que su presa se dé cuenta de lo inteligente o inteligente que es, una persona engañosa finge su estupidez. Esto le da tiempo al engañador para evaluar mejor a su presa y recopilar información antes de atacar. También es un método eficaz para ocultar motivos ocultos.
- Cortejando a los superiores. Es difícil para una persona en una posición de poder sobre un engañador ver el engaño. Otros pueden haberlo visto e incluso identificado correctamente, pero la persona en el poder no lo hará. Esto se debe a que el intrigante cede abiertamente a su superior, lo halaga e incluso se hace la víctima para que la persona influyente tenga motivos para ayudarlo. Por supuesto, hacen todo esto indirectamente para que luego puedan reclamar la negación si la persona de poder pierde su posición.
- Rastro de chivos expiatorios. El último y mejor método para detectar a una persona tortuosa es mirar el rastro de víctimas o chivos expiatorios que quedan a su paso. Si una persona tiene una larga lista de tales personas, generalmente se debe a que se niegan a aceptar la responsabilidad de su contribución a cualquier daño que haya ocurrido. Evite a cualquiera que constantemente culpe a otros por las circunstancias de su vida.
Aprender estos doce signos reveladores de una persona engañosa ayudará a prevenir algunas de las trampas. Por supuesto, la mejor señal es la intuición de que algo no va bien. Confía en esos instintos y será más fácil evitar una trampa intrigante.