Cómo romper las ‘narrativas falsas’ para lograr un amor propio auténtico

Amar auténticamente quiénes somos requiere que despojemos de las narrativas falsas a las que nos aferramos.

Foto de Giulia Bertelli en Unsplash

«No sé si alguna vez te has dado cuenta de esto, pero las primeras impresiones suelen ser totalmente erróneas». – Lemony Snickett

En casi todas las series de comedia que he visto, hay un episodio en el que un personaje sabe que no le agrada a alguien o tiene una impresión falsa de él, y no puede soportarlo. Lo que sigue es una repetición de intentos fallidos de cambiar la narrativa de esta persona que nunca termina bien. Cada vez que veo uno de estos episodios, me identifico con él al 100%.

Han habido muchos (muchos) ocasiones y situaciones en las que me fui sabiendo que no causé una buena impresión y que las personas con las que me relacioné ahora tendrán una narrativa falsa sobre mí.

No me refiero a amigos y familiares que te conocen lo suficiente como para comprender, aceptar y superar tus pequeñas peculiaridades y desalineaciones ocasionales con #El mejor tú. Son las personas que sólo te conocen superficialmente, habiendo tenido un par de interacciones contigo en momentos fugaces. Momentos en los que no pudiste dar lo mejor de ti o en los que el contexto situacional te ha puesto en una mala situación.

A veces me detengo en estos momentos y tengo esa sensación de hundimiento: desearía poder cambiarlo. Pasaré horas reflexionando sobre la experiencia, cayendo en una espiral de desesperación social. Pero luego recuerdo los episodios de la comedia y sé que debo hacer las paces con ellos. De lo contrario, el pensamiento permanecerá conmigo y poco a poco se introducirá en otros diálogos internos insidiosos.

Ya sabes a qué tipo de diálogo interno me refiero. El tipo que intenta convencernos de que somos No es lo suficientemente bueno, lo suficientemente amable, lo suficientemente divertido, debería simplemente arrastrarse debajo de una roca y morir. … entiendes la idea.

El amor propio auténtico consiste en reconocer que habrá ocasiones en las que no lo hagamos bien, pero eso no significa que seamos malo persona. No siempre es fácil, especialmente si eres una de esas personas que necesitan agradarle a todo el mundo.

Necesitamos aceptar que habrá momentos en los que no podremos asegurar el cierre de diferentes relaciones e interacciones y…