Los padres controladores o autoritarios a menudo se conocen como padres autoritarios. Si tus padres son estrictos, es posible que no te dejen tener mucha autonomía o independencia.
Algunos signos de padres controladores o autoritarios incluyen:
- haciéndote sentir avergonzado por expresar tu opinión
- querer discutir y pelear en lugar de estar abierto a la resolución de problemas
- amenazándote cuando los desafías
- ignorandote
- criticando tus ideas
- culparte por cosas que no son tu culpa
- esperar estándares altos o poco realistas de usted
- dándote poca privacidad o autonomía
- tomando sus decisiones por usted
Si tiene una madre o un padre controlador, esto puede conducir a una variedad de resultados adversos.
Un estudio de 2019 de 762 niños informó que aquellos que percibían que sus padres eran más controladores tenían un riesgo significativamente mayor de:
Lidiar con padres autoritarios puede ser un desafío. Saber por dónde empezar es difícil si nunca ha aprendido a establecer límites saludables.
1. Use ‘declaraciones I’
Cuando se trata de un padre autoritario, puede ser difícil comunicarse de manera efectiva. Si está buscando una manera de expresar sus necesidades de una manera saludable, el uso de ‘declaraciones en primera persona’ puede ser un buen lugar para comenzar.
Las declaraciones I son una forma de comunicación que te permite compartir tus sentimientos sin poner automáticamente a la otra persona a la defensiva.
Por ejemplo, podría decir: “Me siento enojado cuando no tengo la libertad de pasar tiempo con mis amigos. ¿Estaría dispuesto a discutir cómo puedo pasar algún tiempo con ellos?”.
Un estudio de 2018 refuerza la idea de que es menos probable que el «lenguaje yo» en lugar del «idioma tú» produzca una respuesta defensiva del destinatario.
2. Establezca límites saludables
Establecer límites saludables es otra forma de lidiar con una madre o un padre autoritario. Esto puede verse diferente dependiendo de su edad y situación de vida.
Puede ser más fácil establecer límites saludables cuando eres un adulto que cuando eres un adolescente que todavía vive en la casa de tus padres. Sin embargo, las personas de todas las edades tienen derecho a pedirles a sus padres libertad y privacidad.
Por ejemplo, si tus padres te están faltando al respeto por teléfono y no te gusta, puedes decir algo como: “No me gusta cómo me gritas; si sigues hablándome así, colgaré el teléfono”.
En este escenario, estableces la expectativa de que gritarte no está bien y les dices a tus padres lo que sucederá si no respetan tus límites.
Los límites personales son mejores cuando son claros y directos, dejando poco espacio para malas interpretaciones.
3. Limita lo que compartes
Si tu mamá o tu papá tienen un historial de criticarte o regañarte por tus elecciones, un método para sobrellevar la situación puede ser limitar lo que compartes con ellos.
Ser cauteloso con lo que compartes es otra forma de establecer límites. Si descubre que sus padres se vuelven críticos cuando comparte sus opciones de vida con ellos, elegir cuidadosamente lo que comparte con ellos puede ofrecerle algo de alivio.
No siempre necesitan saber los detalles íntimos de tu vida si te causa angustia cuando tratas de hablar con ellos.
Un artículo de 2016 sugiere sopesar el riesgo y los beneficios de compartir información antes de revelarla a un miembro de la familia. Puede optar por no compartir información si se siente avergonzado, ridiculizado o avergonzado por ello.
4. Reconoce cuál es tu responsabilidad y cuál no
Con padres controladores, puede ser tentador sentirse responsable de sus emociones. Es saludable aceptar su papel en la comunicación y, al mismo tiempo, aceptar que no es responsable de los sentimientos de los demás.
Cuando dejas de lado esa responsabilidad, puedes sentir que te quitas un gran peso de encima.
Aceptar que algunas personas pueden desaprobar tus elecciones sin importar lo que hagas, incluidos tus padres, puede permitirte tener una perspectiva diferente de la situación.
5. Terapia familiar
La terapia familiar puede ser una buena opción para ayudarte a manejar una situación familiar difícil. En la terapia familiar, un profesional de salud mental con licencia puede ayudarlo a reconocer patrones en su familia que conducen al conflicto.
Una vez que haya una buena comprensión de los patrones, un terapeuta familiar puede ayudar a todos a aprender estrategias para una comunicación más efectiva. Un terapeuta familiar puede ayudar a todos a sentir que se escucha su voz y abrir la puerta a relaciones más saludables entre ellos.
Puede usar la herramienta FindCare de Healthline para encontrar un terapeuta familiar cerca de usted. El recurso Cómo encontrar apoyo de salud mental de Psych Central también puede ayudarlo a encontrar apoyo.
Los padres autoritarios pueden tener buenas intenciones, pero pueden dejarlo sintiéndose avergonzado y abrumado. Al trabajar para establecer límites saludables y mejorar las habilidades de comunicación, puede sobrellevar la interacción con sus padres de manera más efectiva.
A veces, contar con la ayuda de la terapia familiar puede ser una buena idea. Si la familia está dispuesta a trabajar, esta puede ser una buena manera de aprender nuevas habilidades que lo ayuden con los conflictos y la comunicación.
No estás solo si estás lidiando con un padre controlador. Para obtener más información y apoyo, considere visitar:
También puede considerar el libro «Si tuviera padres controladores: cómo hacer las paces con su pasado y tomar su lugar en el mundo» de Dan Neuharth.