El estrés escolar es común, pero puedes aprender a manejarlo y reducir su impacto con algunas estrategias simples.
El estrés escolar afecta a la mayoría de los niños en algún momento. Ya sea que se trate de un problema de compañeros en el patio de recreo o de la preparación para el examen final, cuando se elimina un factor desencadenante, puede surgir otro.
Para la mayoría de las personas en la vida, el estrés es casi inevitable.
Pero no saber cómo lidiar con el estrés y la presión en la escuela puede dificultar la concentración de algunos estudiantes. El estrés puede interferir con la preparación de un estudiante para aprender, lo que puede hacer que se retrase, lo que podría aumentar aún más los niveles de estrés.
Sin embargo, el estrés escolar no tiene por qué obstaculizar el éxito de los estudiantes. El primer paso suele ser identificar su existencia y sus causas.
No todos experimentan el estrés y la ansiedad de la misma manera. Mientras que algunos niños tienen dolores de cabeza, otros pueden sentir náuseas.
El estrés en los niños puede manifestarse tanto en síntomas físicos como en comportamientos. Los signos de estrés también pueden ser obvios o sutiles.
Algunos que son fáciles de identificar incluyen irritabilidad y comportamiento ansioso. Otros signos no son tan evidentes, como el dolor muscular.
Síntomas físicos
Investigar las causas médicas del dolor recurrente en su hijo siempre es una buena idea, pero a veces ese dolor puede ser una respuesta al estrés. El dolor muscular, por ejemplo, está relacionado con el estrés en los niños debido a las respuestas neurobiológicas que pueden desencadenar la tensión muscular.
Los signos físicos de estrés en los niños pueden incluir:
- dolor muscular
- dolores de cabeza
- náuseas
- dolor de estómago
Comportamiento
Las respuestas conductuales al estrés en los niños pueden parecerse a:
- mal humor
- insomnio
- Retiro social
- motivación reducida
- menos autocontrol
- deterioro del enfoque y la concentración
Señales de advertencia
Experimentar estrés puede ser confuso e incómodo para los niños. Algunos niños, especialmente los adolescentes y adolescentes, pueden mostrar estrategias de afrontamiento poco saludables, que también pueden ser indicadores de estrés, como:
Los signos de estrés pueden no ser siempre evidentes en casa. Los maestros y los consejeros escolares pueden informar a los padres sobre el comportamiento relacionado con el estrés en sus hijos, que puede verse como:
- conducta de oposición
- ausencias de clase
- evitación de tareas
- interrupciones de clase
- conflicto entre pares
- vandalismo
- volatilidad emocional
- salir de la clase sin permiso
- acoso
Los comportamientos son a menudo solo una pequeña parte de una imagen más grande. Cuando se trata de comprender las señales de estrés, puede ser importante ver al niño en su totalidad.
Por ejemplo, el aislamiento social no siempre es un reflejo del estrés. Un niño que prefiere mantenerse solo podría ser simplemente introvertido o posiblemente tener un trastorno del espectro autista (TEA).
Muchos escenarios pueden causar estrés escolar. Los factores estresantes escolares comunes pueden incluir:
- pruebas
- plazos
- carga de trabajo
- nivel de trabajo
- presión de grupo
- manejar las expectativas de los maestros
Lo que molesta a una persona puede no afectar a otra. El estudiante que está estresado por dar un discurso puede ser un examinado seguro. Un estudiante puede preocuparse por las matemáticas, mientras que otro teme la clase de gimnasia.
Para algunos jóvenes, el simple hecho de llegar tarde a clase puede causarles una ansiedad extrema.
Causas menos notorias
A veces, las fuentes de estrés pueden ser obvias tanto para los estudiantes como para los padres. Una próxima prueba es un ejemplo de ello.
Otras veces, no es tan obvio. ¿Cómo puede ser estresante un trabajo que es demasiado fácil? El aburrimiento puede ser una causa de estrés para un estudiante superdotado o avanzado que no se siente desafiado.
Las diferencias en el ritmo de instrucción pueden causar estrés. Para algunos estudiantes, el ritmo es demasiado rápido. Para otros, es demasiado lento, lo que puede dificultar mantener el enfoque.
La sobrecarga sensorial también puede causar estrés. Las luces fluorescentes, las voces parlanchinas y el movimiento en todas partes pueden aumentar la carga cognitiva de un estudiante que ya tiene un desafío para una tarea.
Estrés crónico versus agudo
El estrés escolar puede ser crónico o agudo. El estrés crónico es persistente y continuo, como la preocupación de ingresar a la universidad de su elección. El estrés agudo es intenso pero de corta duración, como sentirse avergonzado frente a sus compañeros.
Causas fuera de la escuela
Muchos estudiantes también experimentan estrés fuera de la escuela. La vida de algunos niños está llena de factores estresantes crónicos y agudos, tanto dentro como fuera de las aulas.
Algunas causas de estrés fuera de la escuela pueden incluir:
- Exceso de programación de actividades extracurriculares, como deportes y clubes.
- percances sociales
- factores estresantes del hogar
- manejar las expectativas de los padres
La privación del sueño
La sobreprogramación combinada con horarios de inicio temprano del día escolar conduce a otra fuente de estrés escolar: la falta de sueño.
Un análisis del sueño de 2015 realizado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) demostró que la falta de sueño durante la noche escolar es un problema común para los estudiantes de secundaria y preparatoria en los Estados Unidos.
Según el análisis, el 57,8 % de los estudiantes de los grados 6 a 8 duermen menos de 9 horas, mientras que el 72,7 % de los estudiantes de los grados 9 a 12 duermen menos de 8 horas.
La guía sobre las necesidades de sueño de los niños en edad escolar de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño (AASM, por sus siglas en inglés) recomienda:
- 3-5 años de edad: 10-13 horas por 24 horas
- 6-12 años de edad: 9-12 horas por 24 horas
- 13-18 años de edad: 8-10 horas por 24 horas
Esto significa que la falta de sueño puede hacer que algunos estudiantes se estresen incluso antes de que comience la jornada escolar.
Aprender estrategias de afrontamiento efectivas puede facilitar que los estudiantes y los padres manejen la presión de la escuela.
1. Autocuidado
Enseñar a los niños a cuidarse a sí mismos ayudándolos a practicar hábitos centrados en la salud y el bienestar puede ayudar a contrarrestar los efectos del estrés.
Algunas formas fundamentales de autocuidado incluyen:
- comer alimentos saludables
- haciendo ejercicio regularmente
- descansar y mantener un horario de sueño regular
El cuidado personal también puede incluir pasar tiempo en entornos naturales. La investigación de 2020 respalda el vínculo entre el tiempo verde y una mejor salud mental. Los ajustes para el tiempo verde pueden incluir:
- parques
- espacios verdes
- jardines
- bosques
Las conexiones sociales positivas también son una parte importante del bienestar mental. Puede ser fácil que la tarea y las actividades escolares se apoderen de un horario, por lo que puede ser importante hacer tiempo para la familia y los amigos.
2. Relajación
Las estrategias de relajación son poderosas herramientas para el manejo del estrés. Los niños de todas las edades pueden aprender habilidades para aliviar la ansiedad en cualquier momento del día, como:
Ya sea en los momentos previos a un examen o después de un conflicto entre compañeros, las estrategias de relajación pueden ayudar a los estudiantes a mantener el control del estrés para evitar que aumente.
3. Saldo
El exceso de programación y las actividades escolares a veces pueden apoderarse de la vida diaria. Los padres pueden ayudar enseñándoles a sus hijos sobre el equilibrio entre la vida escolar y la vida.
Ofrecer y apoyar «descansos mentales», como pasatiempos creativos y juegos no estructurados, puede ayudar a los niños a relajarse.
4. Mentalidad de crecimiento
A veces, son los pensamientos de un estudiante los que pueden causarle más estrés. Practicar el pensamiento de reducción del estrés puede ayudar.
Hacer las paces con una marca menos que perfecta y reconocer que todos tienen diferentes fortalezas son ejemplos de esta mentalidad. Otros pensamientos útiles incluyen:
- “los errores son la forma en que aprendemos”
- “está bien si no termino primero cada vez”
- “Simplemente no he aprendido esto todavía”
- “el trabajo duro es como un entrenamiento para mi cerebro”
5. Estrategias organizacionales
El trabajo escolar puede ser abrumador, particularmente cuando se debe entregar más de un proyecto o se programan múltiples pruebas dentro del mismo período de tiempo. La procrastinación puede ser parte del ser humano, pero esto a menudo empeora el estrés.
Considere dividir las tareas grandes en secciones más pequeñas para completarlas individualmente. Esto se denomina «fragmentación» y puede ayudar a que los proyectos grandes parezcan menos abrumadores.
Un horario de tareas puede brindarles a los estudiantes un plan para trabajar en partes de tareas. También puede hacer que estudiar para los exámenes con anticipación sea más fácil, en lugar de abarrotarlos en el último momento.
La fragmentación y el uso de herramientas como una agenda para programar tareas son solo dos de las muchas formas en que los estudiantes pueden organizarse para que su carga académica sea menos estresante.
6. Soporte
Saber cuándo obtener ayuda y cómo pedirla es una valiosa habilidad para la vida. La ayuda suele estar cerca, ya sea su:
- maestro
- mentor de compañeros
- padre
- consejero
- entrenador
A veces, incluso comunicarse con compañeros de clase que podrían estar pasando por la misma experiencia puede facilitar el manejo del estrés.
7. Terapia
Si el estrés escolar se vuelve demasiado difícil de manejar por su cuenta, puede ser útil comunicarse con un terapeuta. Un terapeuta a menudo puede ayudarlo a identificar los desencadenantes del estrés y enseñarle estrategias efectivas de afrontamiento.
El estrés escolar puede ser común para los estudiantes de cualquier edad. Pero para los niños y adolescentes, experimentar presión y estrés puede ser confuso e incómodo.
Hay muchos aspectos de la vida escolar que pueden ser estresantes y los niños no siempre saben cómo lidiar con estos sentimientos.
El estrés es una experiencia individual. Algunos estudiantes pueden disfrutar de los desafíos académicos, mientras que otros se sienten abrumados. Lo que molesta a una persona puede no ser una fuente de estrés para otra.
El estrés escolar puede causar síntomas físicos, como dolor de cabeza y náuseas, así como signos de comportamiento, como cambios de humor e interrupción del sueño.
Hay muchas maneras de manejar el estrés escolar, que incluyen:
- cuidados personales
- mejor organización
- llegar a otros en busca de ayuda
Si cree que usted o su hijo pueden beneficiarse de la terapia, consulte la guía de Psych Central para buscar apoyo de salud mental.
El estrés es a menudo una parte de la vida de todos, pero aprender a manejarlo temprano puede darle una ventaja para el futuro.