He de reconocer que soy amante de las fresas, son una de mis frutas favoritas y nunca faltan en mi casa durante su temporada de recolección, propia de los meses de febrero y mayo. Lo bueno de las fresas es que no solo captan la por su intenso color rojo o su sabor ácido tan rico para el paladar, sino también por su perfil nutricional: contiene una gran cantidad de minerales (como magnesio, potasio y fósforo), vitamina C y antioxidantes. Además, también son bajas en azúcares y tienen muy pocas calorías Con todo lo que ofrecen, no es difícil que me encanten.
Y, hablando de fresas, seguro que, como yo, en estas últimas semanas habéis visto que grandes organizaciones relacionadas con el mundo de la alimentación y el consumo han estado hablando mucho de ellas y yo, curiosa por naturaleza, he seguido investigando sobre el tema hasta que he llegado a un informe de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) donde desvelan cuál es la forma correcta de lavar y desinfectar las fresas. ¿Y sabéis qué? ¡Pues que llevo toda la vida lavándolas mal!
La OCU habla: así es cómo se lavan las fresas
Debido a su fragilidad, las fresas deben consumirse rápidamentepero como esto sería una pequeña misión imposible, a no ser que seáis muchos en casa, la recomendación de la OCU es guardarlas en el frigorífico nada más lleguemos del supermercado e ir cogiendo y lavando la cantidad exacta de fresas que vayamos a consumir en cada ocasión.
Sí, has leído bien: las fresas deben lavarse siempre antes de su consumo y debemos lavar únicamente aquellas piezas que vayamos a comernos. El motivo es comprensible: si lavamos todas las fresas a la vez y las guardamos en el frigorífico ya lavadas, la presencia de humedad podría favorecer el desarrollo de mohos. Incluso, la OCU también aconseja no quitar el rabillo verde hasta después de lavarlas.
En cuanto a la forma correcta de lavar las fresas, la OCU también se ha pronunciado y ha comentado que no es suficiente hacerlo con aguaal ser una fruta cruda, lo ideal sería sumergirla en agua con lejía apta para la desinfección de agua de bebida. Lo ideal sería hacerlo así:
- Paso 1. Lávate las manos con agua y jabón antes de manipular las fresas.
- Paso 2. En un recipiente hondo, agregue agua potable y agregue una cucharadita de postre del tipo de lejía mencionado anteriormente (unos 4,5 ml) por cada 3 litros de agua.
- Paso 3. Sumerge las fresas en esta mezcla líquida. Durante 5 minutos y, pasado este tiempo, enjuágalas, con cuidado, con abundante agua y sécalas con un papel absorbente de cocina.
Lienzo
Aprende a lavar las fresas correctamente para asegurarte de que están libres de pesticidas y otros contaminantes.
Otros consejos de la OCU para un buen consumo de fresas
Aunque las fresas estén riquísimas y no podamos parar de comerlas en cuanto nos metemos la primera en la boca, no podemos negar que son una fruta muy frágil, de ahí que haya que tener especial cuidado a la hora de conservarlas. Y es que, según la OCU, para poder disfrutar de las fresas debidamente, además de lavarlas correctamente, debemos seguir estos consejos:
- Para que estén en buen estado, las fresas deben haber sido recogidas en el momento más óptimo para su consumo.
- En el supermercado o en la frutería, asegúrese de coger piezas que estén enteras, sanas, con cáliz y con un corto pedúnculo. Además, deben estar maduras y sin malos olores.
- En casa, se deben almacenar en la nevera a pocos grados y sin amontonar unas con otras.
- Y el más importante y del que ya hemos hablado previamente: se deben lavar en el momento de su consumo.