Cómo hacer lo que importa de una manera amable

“Tú mismo, tanto como cualquiera en el universo entero, mereces tu amor y afecto”.
Buda

“La gente tira lo que podría tener insistiendo en la perfección, que no puede tener, y buscándola donde nunca la encontrará”.
edith schaeffer

Una forma común de hacer las cosas, lograr y motivarse es ser un poco duro consigo mismo.

Establecer estándares muy altos para ti mismo que quieras cumplir en todo momento.

Ahora, esta forma de hacer las cosas puede ayudarlo a lograr grandes cosas en su vida y hacer las cosas cada semana.

Pero tiene un precio.

Tres cosas negativas de tomar esta posición hacia ti mismo son:

Te destrozas la autoestima.

A medida que logras cosas, tiendes a derribar tu propia autoestima al mismo tiempo.

Entonces sientes cada vez menos que mereces el éxito. Y la frustración y el enojo pueden volverse cada vez más comunes a medida que no logra alcanzar esos estándares tan altos.

Le quitas la diversión y la emoción a las cosas.

Una actitud dura o dura hacia uno mismo tiende a hacer que las cosas que solían ser divertidas y emocionantes sean cada vez menos.

Esta actitud, en cambio, con el tiempo convierte esas cosas en solo trabajo que puede comenzar a temer porque teme fallar o no cumplir con sus altos estándares.

Te desempeñarás cada vez peor.

A medida que baja su autoestima, se sentirá menos motivado para abordar las tareas y proyectos de su vida. A medida que la diversión y la emoción desaparecen de muchas de las cosas que haces, la procrastinación tiende a volverse cada vez más común.

Además, el trabajo que realiza se vuelve menos enérgico y concentrado, por lo que los resultados tampoco son tan buenos.

Solía ​​tomar el camino más duro y duro. Ayudó de alguna manera. Pero no valió la pena.

Entonces, ¿qué puedes hacer si sientes que tal vez eres demasiado duro contigo mismo o te golpeas a ti mismo con bastante frecuencia?

Aquí hay 4 consejos que me ayudaron a ser más amable conmigo mismo, a hacer más de las cosas más importantes y a sentirme mejor conmigo mismo y con mi vida.

1. Recuérdese los efectos negativos de esta actitud.

Solo recordarte a ti mismo lo dañino que ha sido ser duro contigo mismo es, en mi experiencia, una forma muy efectiva de reemplazar el viejo hábito con ser más suave contigo mismo.

2. Busque estándares más humanos e inteligentes para usted.

Las películas, los libros y las personas que te rodean pueden imponerte estándares que son solo pura fantasía o algún tipo de sueño perfecto.

Pero la vida es la vida, no una fantasía o un sueño, y establecer estándares tan extremadamente altos que nadie puede cumplir solo conduce a lo que puede ver como un fracaso y una decepción en usted mismo y en su vida.

En cambio, relájate un poco y acepta que todo y todos tienen fallas y que las cosas no siempre salen según lo planeado.

Acepta que aún puedes mejorar las cosas, pero nunca serán perfectas.

Y date cuenta de que no serás rechazado si las cosas o tú no son perfectos. Al menos no por seres humanos razonablemente bien equilibrados, como lo son la mayoría de las personas en la realidad.

3. Concéntrese en la retroalimentación positiva y útil en los contratiempos.

Es muy común ser duro contigo mismo cuando cometes un error o fallas.

Pero también es un hábito muy destructivo porque puede magnificar uno de esos eventos y convertirlo en algo que lo haga sentir deprimido durante días o semanas o que lo haga dejar de fumar por completo.

Entonces, cuando seas duro contigo mismo por una falla o un error, relájate un poco y sé un poco más fácil contigo mismo. Recuerde por qué esta es una estrategia mucho mejor para mantener alta la motivación y la autoestima.

Y pregúntate:

  • ¿Qué es una cosa que puedo aprender de esta situación?
  • ¿Cómo puedo usar lo que aprendo de esto para no volver a cometer el mismo error y avanzar de una manera más inteligente?

4. Celebra tus pequeños pasos de adelante.

Si tienes el hábito de celebrar solo cuando alcanzas un gran hito o uno o dos momentos perfectos, es posible que pierdas la motivación y sientas que nunca eres feliz o que nunca llegas a donde quieres estar.

Así que acostúmbrese a celebrar también sus pequeños éxitos diarios y semanales.

Esto lo ayudará a mantener alejada la monotonía que cansa el alma y lo ayudará a mantenerse entusiasta en lugar de desmotivarse cada vez más hasta que incluso considere dejar de fumar a la mitad del camino hacia ese gran hito.