Cuando los adultos se dan cuenta de que fueron producto de un padre narcisista, pueden impactarlos y llevarlos a un estado de dolor. Instantáneamente, pasan de idealizar al narcisista a llorar por su infancia perdida y la imagen divina de sus padres. De repente, el padre se transforma de más grande que la vida a un ser humano profundamente inseguro. Con las gafas color de rosa quitadas, el adulto lucha por reescribir su historia sin una percepción narcisista.
No es un proceso fácil. Requiere tiempo recordar eventos y alterarlos a una realidad recién descubierta. Implica energía masiva para reprogramar las palabras negativas y las acciones competitivas del narcisista. Se necesita motivación para completar el proceso hasta que se logre un nuevo nivel de salud. Pero ahora que este proceso ha terminado, ¿qué nuevos límites pueden evitar que el adulto vuelva a caer en los viejos hábitos?
- Piensa antes de hablar. Antes de visitar o hablar con un padre narcisista, el adulto debe recordar que el padre es narcisista. Podría ser útil revisar algunas de sus características evidentes para que las expectativas se puedan establecer de manera más adecuada. Una vez que una persona sabe que un león es un león, no debe esperar un cordero. Pensar en la conversación antes de que comience le permite al adulto planificar en consecuencia. Límite = Voy a establecer expectativas razonables.
- Recuerda, todo se trata de ellos.. Es útil tener la expectativa de que la conversación gire hacia el narcisista. Si bien la pregunta inicial puede ser sobre el adulto, rápidamente cambia al narcisista. Los adultos deben esperar esto y mantener las respuestas breves y sencillas para evitar dar demasiada información. El narcisista solo usará los datos adicionales contra el adulto en una fecha posterior. Límite = No voy a dar información.
- Negarse a ser interrogado. Una táctica típica de los narcisistas es abrumar a los demás en un estado de mayor ansiedad para que sean menos capaces de pensar con claridad. Los adultos caen en esta trampa fácilmente cuando el padre narcisista los preparó a través de intensos interrogatorios cuando eran niños. Se trata de poder y control para el narcisista. Tan pronto como el narcisista comienza, el adulto debe ralentizar su respiración. Luego responda la pregunta que desea que haga el narcisista en lugar de la que se le hizo e inmediatamente sígala con un cumplido. Esto desarma y distrae a la mayoría de los narcisistas. Límite = Voy a ser tratado como un compañero.
- Rechazar agresiones verbales. Otra táctica narcisista típica es agredir verbalmente a cualquiera que crea que es una amenaza. El adulto puede convertirse en el objetivo de un comentario agresivo (Eres perezoso), pasivo-agresivo (Tu hermano es tan exitoso) o lleno de culpa (Invertí mucho en ti). Se trata de que la comparación mantiene el estatus superior de los narcisistas. Si el adulto se pone a la defensiva, el narcisista ha ganado. Más bien, el adulto debe ignorar el comentario o decir que no es apropiado y nuevamente ofrecer un cumplido que distraiga. Esto evita que el adulto actúe como el narcisista. Límite = No voy a actuar como un narcisista.
- Estar libre de victimización. Cuando todo lo demás falla, el padre narcisista se convierte en la víctima como una forma de hacer que el adulto se sienta culpable y se someta. Su rutina ¡Ay de mí! está personalizada para que coincida con la debilidad y la vulnerabilidad de cada niño adulto. Generalmente es efectivo o el narcisista detendría este comportamiento. Ayuda si el niño adulto ve esta secuencia como la de una rabieta de un niño de dos años. Cuanta más atención positiva o negativa recibe el niño de dos años, más se repite la actuación. La clave aquí para el adulto es ignorar por completo la conducta del narcisista. Al igual que un niño de dos años, se necesitarán varios intentos antes de que la nueva realidad se establezca y no se repita. Límite = No voy a ceder ante la manipulación.
Después de un período de tiempo, estos nuevos límites se convertirán en hábitos para el adulto y el impacto del narcisista se verá muy disminuido. La mejor parte es que, aunque la relación parece superficial, funciona a un nivel mucho más seguro y saludable.