La terapia de diario me ayudó a procesar mi dolor
Foto de Thought Catalog en Unsplash
La mayoría de las rupturas son dolorosas. Aparte de quién se muda, quién se queda con el perro y quién roba la máquina de café, también hay que cuidar su corazón.
No me refiero a separaciones amistosas en las que la relación ha seguido su curso. Me refiero a lidiar con una ruptura que te dejó con el corazón roto, perdido y luchando por adaptarte a una nueva normalidad.
Hace un tiempo, estaba en ese mismo círculo desesperado y fue llevar un diario lo que me sacó de él.
También conocido como terapia de escritura o diario terapéutico, este es el proceso de escribir sus pensamientos y sentimientos por razones terapéuticas. Es una forma de terapia individual que le permite, mediante un diario regular, identificar sus emociones, comprender su origen y, finalmente, lidiar con ellas.
El psicoterapeuta estadounidense Ira Progoff fue uno de los primeros científicos sociales en desarrollar programas de redacción de diarios. Desarrolló el Método del Diario Intensivo a finales de la década de 1960, que allanó el camino para futuras investigaciones sobre la psicología y los beneficios de confinarnos en nosotros mismos.
En su libro, El poder curativo de la escritura: una guía para el terapeuta para llevar un diario con los clientes, la psicoterapeuta Susan Borkin enumera una serie de ejercicios para llevar un diario para ayudar a las personas a afrontar la depresión, la ansiedad, la pérdida, los problemas de relación y otras experiencias negativas.
Aunque puede ser de gran ayuda, llevar un diario no sustituye a la terapia profesional convencional, sino más bien un complemento a ella. Es una oportunidad para entenderse mejor a sí mismo a través de la escritura.
Escribir un diario sobre mi dolor me ayudó a dejar de distanciarme del dolor que sentía. Fue un cambio poderoso que me hizo sentir en control de mis propias emociones. Finalmente tuve voz y voto en la narrativa. Me sacó de la negación.
Cuando comencé a escribir un diario, no sabía nada sobre la ciencia detrás de ello. Me obligué a escribirlo todo, y no fue hasta que…