Cómo enseñar con éxito psicología positiva en grupos

La eficacia de las intervenciones psicológicas para aumentar el bienestar es, en muchos sentidos, el corazón de la psicología positiva.

Si bien la psicología positiva puede ser beneficiosa en una multitud de contextos individuales y grupales, incorporar conceptos como virtudes, fortalezas y atención plena a su trabajo con grupos puede ayudar a crear un marco de apoyo para el crecimiento y el desarrollo.

Esta red de apoyo tiene el potencial de aumentar el bienestar, la conexión, la esperanza, el propósito de vida y la vocación vocacional, y eso es solo la punta del iceberg. Entonces, ¿cómo puede usted, como facilitador, crear una experiencia de aprendizaje grupal que sea positiva, profesional y valiosa?

Este artículo analizará cómo puede incorporar con éxito la psicología positiva en su trabajo con grupos, las barreras comunes relacionadas con el trabajo en grupo, ejemplos de intervenciones y ejercicios para ayudarlo a enseñar psicología positiva en grupos de manera efectiva.

Antes de continuar, pensamos que le gustaría descargar nuestros tres ejercicios de psicología positiva de forma gratuita. Estos ejercicios basados ​​en la ciencia explorarán aspectos fundamentales de la psicología positiva, incluidas las fortalezas, los valores y la autocompasión, y le brindarán las herramientas para mejorar el bienestar de sus clientes, estudiantes o empleados.

6 Consejos para Enseñar Psicología Positiva en Grupos con Éxito

Al trabajar con grupos, hay varios aspectos a considerar, y compartimos seis consejos a considerar.

1. Fomentar el aprendizaje experiencial

Según Biswas-Diener & Patterson (2011), cuando se enseña psicología positiva en un entorno grupal, es vital un enfoque experiencial con énfasis en las aplicaciones prácticas de la psicología positiva, en lugar de simplemente memorizar el contenido.

En pocas palabras, los profesionales que instruyen a los clientes sobre los efectos de diversas intervenciones deben alentarlos a practicar esas intervenciones en sus propias vidas para maximizar el potencial de resultados positivos.

Dentro del ciclo de aprendizaje experiencial (Kolb & Kolb, 2005) se piensa que el aprendizaje es un proceso holístico y transaccional mediante el cual el conocimiento social se traduce en conocimiento personal a través del re-aprendizaje continuo y la resolución de conflictos entre diferentes formas de ver el mundo.

El objetivo de la enseñanza de la psicología positiva debe ser más que transferir conocimientos; también debe incorporar ejercicios prácticos, actividades y herramientas que puedan conectarse y aplicarse a situaciones de la vida real. De esta manera, cuando los clientes aprenden sobre temas particulares, pueden conectar el material con experiencias concretas.

Según Kolb & Kolb (2005), cambiar el énfasis del contenido del curso al entorno de aprendizaje cuando se enseña psicología positiva es efectivo porque se piensa que:

  • Mejorar la retención de contenido.
  • Aumentar el bienestar y disminuir la angustia.
  • Mejorar el aprendizaje dado que el bienestar está ligado a una ampliación de la atención y un aumento de la creatividad.

2. Desarrollar la cohesión del grupo

La cohesión es una fuerza de unión dentro de cualquier grupo. Un sentido de unidad y cohesión fomenta la cooperación y el compromiso hacia las metas del grupo, la comunicación efectiva, un sentido de inclusión y atracción por el grupo y los miembros individuales (Anderson & Martin, 1999).

La cohesión grupal tiene dos dimensiones distintas (Johnson, Burlingame, Olsen, Davies y Gleave, 2005):

  • los estructura de las relaciones grupales: la percepción de los miembros del grupo sobre la competencia, la autenticidad y la calidez del líder del grupo, y sus relaciones con otros miembros del grupo y con el grupo en su conjunto.
  • los calidad de las relaciones grupales: cómo se sienten los miembros del grupo con respecto a su líder y al grupo como un todo, y cómo se sienten con respecto a las tareas y metas del grupo.

La cohesión puede tomar tiempo y paciencia para desarrollarse. Si bien no se puede obligar a los grupos a la cohesión, hay formas en las que se puede fomentar un sentido de unidad. Por ejemplo, la cohesión es más fuerte en grupos de 5 a 9 miembros y es más probable que se desarrolle alrededor de las 12 sesiones (Burlingame, McClendon y Alonso, 2010).

Además, la cohesión se puede inspirar a través de la comunicación constructiva y la resolución de conflictos de manera positiva antes de que se salgan de control (Pavitt & Curtis, 1998).

3. Cree una experiencia de aprendizaje positiva

Las relaciones positivas, respetuosas y de apoyo entre clientes y profesionales contribuyen a una multitud de resultados deseables, como la asistencia, el compromiso y la resiliencia (Noble & McGrath, 2015). A través de la psicología positiva, los profesionales pueden alentar a los clientes a identificar nuevas formas de aplicar sus fortalezas, ayudarlos a desarrollar sus fortalezas y participar plenamente en el proceso de aprendizaje.

Una faceta esencial de la psicología positiva es el aprendizaje comprometido, mediante el cual los clientes pueden procesar nueva información de manera significativa y participar activamente en la experiencia de aprendizaje. Según (Schreiner, 2015), es probable que aquellos que experimentan un ambiente de aprendizaje positivo compartan sus experiencias con otros, lo que puede resultar en un boca a boca positivo y una mayor reputación para el profesional.

4. Usa lenguaje positivo

En lugar de centrarse en las deficiencias y los problemas, el lenguaje positivo crea oportunidades para la esperanza, el cambio y la mejora (Adams & Grieder, 2005). La incorporación activa de un lenguaje sin prejuicios, inclusivo y orientado al futuro puede ayudar a mejorar la capacidad de los clientes para reconocer sus fortalezas e identificar lo bueno en ellos mismos y en el entorno que los rodea.

Es importante señalar que, si bien el lenguaje positivo tiene el potencial de motivar, guiar y apoyar el desarrollo y el aprendizaje de los clientes, también tiene el potencial de obstaculizarlo. El lenguaje que se enfoca en los resultados y las habilidades en lugar del crecimiento puede hacer que el aprendizaje y el progreso se estanquen.

El uso de afirmaciones como “Puedo ver cuánto esfuerzo está poniendo en su terapia.» y «Me gusta cómo probaste esta estrategia y pediste una aclaración cuando la necesitabas.” puede ayudar a los practicantes a elogiar el progreso de los clientes a través del esfuerzo que han hecho sobre sus habilidades naturales.

La herramienta Elogiar el esfuerzo por encima de la capacidad brinda a los profesionales orientación sobre cómo enfocarse en los éxitos de los clientes en lugar de las habilidades personales mediante el uso del lenguaje para ayudar a fomentar una mentalidad de crecimiento.

5. Proporcione comentarios claros

En ausencia de retroalimentación, su grupo puede tener dificultades para aprender y progresar. La retroalimentación guía, motiva y refuerza los comportamientos efectivos al mismo tiempo que reduce (o cesa) los comportamientos ineficaces (London, 2003). Dentro de un entorno de grupo, se puede dar retroalimentación a miembros individuales, subconjuntos de miembros o al grupo como un todo y es una herramienta efectiva para el desarrollo y la evaluación del cliente.

De acuerdo con London y Sessa (2006), en la mayoría de las circunstancias, un grupo tiene el potencial para cumplir sus objetivos a través de varias vías, por lo tanto, sin retroalimentación, un grupo no puede determinar hasta qué punto se está moviendo hacia sus metas o si necesita cambiar en alguna manera de lograr esos objetivos.

La retroalimentación puede ayudar a los grupos a aprender y desarrollarse de cuatro maneras (London & Sessa, 2006):

  • Fomenta la regulación de las acciones para lograr las metas del grupo.
  • Ayuda a los miembros del grupo en la evaluación y las respuestas posteriores a las influencias externas.
  • Promueve el desarrollo del grupo y la interdependencia de los miembros.
  • Ayuda en la formulación de una identidad y propósito de grupo compartido.

Si bien es más probable que los miembros del grupo reconozcan y acepten la retroalimentación positiva, los métodos mediante los cuales se entrega la retroalimentación negativa pueden tener un impacto significativo en el progreso de los clientes (London & Sessa, 2006). Sin duda, habrá ocasiones en las que se deba proporcionar retroalimentación negativa, en estos casos, las observaciones deben enmarcarse de manera constructiva y positiva como una vía para el crecimiento y el desarrollo.

El ejercicio Dar retroalimentación negativa positivamente es una herramienta excelente que brinda una guía práctica para los profesionales sobre cómo brindar retroalimentación negativa de una manera que propicie el bienestar en lugar de ser abiertamente crítica.

6. Respete sus responsabilidades éticas

Los estándares éticos cumplen funciones importantes, particularmente dentro de campos relativamente nuevos como la psicología positiva. De acuerdo con Vella-Brodrick (2011), los códigos éticos no solo guían los estándares de conducta adecuados para atender a los clientes, sino que también promueven la transparencia y la rendición de cuentas y permiten que el profesional evalúe y mejore su servicio.

Ivers (2016) recomendó que los profesionales deberían incorporar lo siguiente para garantizar que se mantengan altos estándares de conducta al trabajar con grupos:

  1. Autonomía – En los grupos, los miembros deben sentir que tienen derecho a tomar sus propias decisiones. Puede fomentar la autonomía dentro de los entornos grupales promoviendo la autodeterminación de los clientes y reforzando que tienen el poder de elegir su dirección.
  2. Beneficencia – Los profesionales deben trabajar junto con los clientes para el mejoramiento del grupo como un todo.
  3. No maleficencia – Los profesionales deben evitar hacer daño y asegurarse de que los cambios en los clientes sean positivos y no dañinos.
  4. Justicia – Todos los miembros del grupo deben ser tratados de manera justa e igualitaria. Las diferencias visibles como el género o la raza nunca deben interferir con el trato de los clientes.
  5. Fidelidad – Los profesionales deben cumplir sus compromisos con los clientes. En el trabajo en grupo, la fidelidad implica declarar claramente en qué se centrará el grupo y luego cumplir ese compromiso.
  6. Veracidad – Ser abierto y honesto con los clientes es vital en todas las fases del desarrollo de los grupos.

3 Barreras Potenciales para la Enseñanza Exitosa de Psicología Positiva en Grupos

Al igual que con muchas cosas, por lo general hay ‘hacer y no hacer’. A continuación hay tres cosas que no se deben tener en cuenta.

1. Frustración del cliente dirigida al grupo

Cuando una persona se compromete con cualquier grupo, sin duda tendrá sus esperanzas y expectativas para el grupo como un todo, para los demás miembros del grupo y para el facilitador.

Si el grupo no cumple con sus expectativas predeterminadas, la ira, la frustración y el conflicto son consecuencias muy reales. En tales casos, responder empujando al cliente o retirándose puede empeorar la situación y descarrilar el progreso de todo el grupo.

Honda (2017) sugirió que cuando un profesional se enfrenta a un cliente desafiante dentro de un grupo, es imperativo que sea consciente de su estado emocional y no responda de la misma manera hostil.

En su lugar, responder con frases como, “Estás enojado conmigo porque….” y preguntando “¿Te estoy escuchando bien?” asegura que los sentimientos del cliente se reconozcan sin confrontación y brinda oportunidades para calmar la situación a través del diálogo, la comprensión y la aceptación mutuos.

2. Miembros del grupo que hablan demasiado

Como era de esperar, ciertos clientes pueden dominar las discusiones grupales. Por lo tanto, es vital introducir formas geniales de interrumpir a dichos clientes, ya que a menudo no son conscientes del impacto que su comportamiento tiene en el grupo. Redirigir las preguntas al grupo como un todo es una forma efectiva de negar este problema de manera constructiva.

Por ejemplo, cuando un cliente está monopolizando una sesión, el practicante puede decir: “Parece que han pasado muchas cosas contigo esta semana. Me pregunto qué ha pasado con otros miembros del grupo.» o «Parece que tuviste mucho que hacer la semana pasada. Echemos un vistazo a lo que ha estado sucediendo con usted durante unos minutos más y luego veamos cómo les ha ido a los demás..”

De esta manera, el facilitador del grupo puede llamar a otros miembros del grupo para que contribuyan sin alienar las voces más dominantes (Sobell & Sobell, 2011).

3. Miembros del grupo…