Ofrecer Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) en grupos beneficia a los participantes al brindar apoyo cuando los clientes se dan cuenta de que no están solos con sus luchas.
Trabajar en grupos también facilita el aprendizaje de formas saludables de relacionarse con los demás y hace que los clientes sean responsables cuando aprenden nuevas habilidades y mejores formas de afrontar la situación.
El enfoque ACT es colaborativo y especialmente adecuado para el trabajo en grupo porque los miembros del grupo se benefician entre sí como colaboradores, no solo como terapeuta.
Este artículo presentará la Terapia de Aceptación y Compromiso y explorará su aplicación al trabajo en grupo.
Antes de continuar, pensamos que le gustaría descargar nuestros tres ejercicios de psicología positiva de forma gratuita. Estos ejercicios basados en la ciencia exploran aspectos fundamentales de la psicología positiva, incluidas las fortalezas, los valores y la autocompasión, y le brindarán las herramientas para mejorar el bienestar de sus clientes, estudiantes o empleados.
¿Qué es la Terapia de Aceptación y Compromiso?
La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT, por sus siglas en inglés) es una de las terapias conductuales de la ‘tercera ola’ que combina estrategias de atención plena y aceptación con un cambio conductual basado en valores (Hayes, 2004).
ACT tiene como objetivo aumentar la flexibilidad psicológica como la piedra angular del funcionamiento óptimo y la salud mental. Esto se logra superando la evitación experiencial que conduce al sufrimiento.
ACT familiariza a los clientes con los aspectos más saludables de su funcionamiento psicológico y los equipa con las habilidades necesarias para ayudarlos a convertirse en la fuerza impulsora de pensar, sentir y comportarse. Vivir una vida más plena entonces se vuelve posible.
El fundador del enfoque ACT, el profesor Steven C. Hayes, creó un modelo al que llama hexaflex que ilustra los seis procesos centrales de ACT, presentados en el siguiente diagrama (Hayes & Smith, 2005):
De acuerdo con el modelo ACT, cuatro de los seis procesos centrales implican equipar a los clientes con habilidades de atención plena:
- Contacto con el momento presente
- Aceptación
- Defusión (a menudo llamada «defusión cognitiva»)
- El yo observador (llamado «yo como contexto» arriba)
Los otros dos procesos, los valores y la acción comprometida, son los impulsores clave del cambio de comportamiento.
Los seis procesos centrales son altamente interdependientes. A medida que se aborda un proceso, es probable que surjan otros. No existe un orden correcto para abordar estos procesos a medida que surgen en el contexto de la historia de vida única de cada cliente y las circunstancias actuales. Sin embargo, una introducción a ACT por lo general comienza con la identificación de los valores que guiarán las direcciones de vida deseadas del cliente lejos del sufrimiento y hacia una mayor realización.
Cómo hacer la terapia de grupo ACT
Al presentar ACT a un grupo, se aplican los marcos habituales necesarios para generar confianza y cohesión grupal.
Esta guía definitiva de terapia grupal sugiere siete actividades para romper el hielo grupales y cinco pautas y reglas grupales que se pueden usar para mantener límites saludables y aclarar las expectativas de los miembros del grupo. Ayudan a mantener seguros a los miembros del grupo.
Sin embargo, para aquellos que son nuevos en el enfoque, Westrup y Wright (2017a) señalan dos obstáculos potenciales para el trabajo grupal de ACT con clientes que tendrán diferentes niveles de conciencia de sus problemas y expresarán diversos grados de apertura para aprender las habilidades necesarias para superarlos. a ellos.
- ACT es contra-ortodoxo
Tradicionalmente, las terapias psicológicas y otras intervenciones de salud mental intentan reparar a las personas. Sin embargo, el enfoque ACT es diferente porque el terapeuta ayuda al cliente a ver que ya es completo, aceptable y posee las capacidades que necesita para vivir una vida significativa y satisfactoria.
El terapeuta ACT equipa a los clientes con las habilidades necesarias para navegar a través de los altibajos inevitables de la vida.
- ACT es contraintuitivo
ACT desafía la tendencia humana a confiar en lo que nos dice nuestra mente y tomarlo como la verdad literal. Por ejemplo, la idea de que el sufrimiento y la incomodidad no son necesariamente malos, sino parte integrante de vivir plenamente, no es lo que la mente humana tiende a creer.
Además, los seres humanos ganamos un sentido de identidad al realizar una serie de evaluaciones que nos ubican en ciertas categorías, sin embargo, ACT requiere que los clientes cuestionen este proceso. Los miembros del grupo que se aferran fuertemente a ciertos aspectos de su identidad pueden encontrar esto desafiante.
El trabajo grupal de ACT es psicoeducativo y prioriza el aprendizaje experiencial sobre el verbal. Preguntar a los miembros del grupo sobre sus luchas, seguido de una introducción a «observar» en lugar de identificarse con las luchas, puede motivar a los participantes a participar en los ejercicios que siguen.
ACT aplica habilidades de atención plena para dirigir el cambio de comportamiento basado en valores. Este breve video del terapeuta de ACT, el Dr. Russ Harris, aclara las diferencias entre los valores y las metas y puede ser útil para presentar al grupo la importancia de los valores y los beneficios de ACT.
Dado que ACT es psicoeducativo, colaborativo y de tiempo limitado, puede planificar cada sesión con anticipación para asegurarse de que incluya la revisión de la tarea (mejor realizada en parejas), ejercicios experimentales y reflexión grupal.
Lo mejor es centrarse en ejercicios individuales para la tarea. ACT se ofrece en un número limitado de sesiones, lo que permite planificar con anticipación sin dejar de responder al proceso grupal.
“Para ayudar a los miembros del grupo a desarrollar la flexibilidad psicológica, nos basamos tanto en la psicoeducación como en la experiencia directa” (Westrup & Wright, 2017a, p. 58).
Los terapeutas familiarizados con ACT pueden encontrar útiles los tres pilares conductuales de ACT (Hayes, Strosahl y Wilson, 1999) para guiar las sesiones grupales de la siguiente manera:
- Pilar uno: Abierto (Procesos ACT: voluntad y defusión)
- Pilar dos: centrado (procesos ACT: contacto con el presente, yo como contexto)
- Pilar tres: Comprometidos (procesos ACT: valores y acción comprometida)
Los terapeutas ACT experimentados pueden usar los tres pilares para determinar una estructura para cada sesión y trabajar en el momento ideando ejercicios en respuesta a la experiencia directa del grupo.
Esto permite al terapeuta modelar la flexibilidad psicológica. Sin embargo, para aquellos que son nuevos en ACT, se sugieren algunos ejercicios, hojas de trabajo y manuales de trabajo en grupo en las siguientes secciones. Además, le sugerimos que lea detenidamente nuestro artículo Capacitación en terapia de aceptación y compromiso: los 17 mejores cursos.
6 Objetivos de la Terapia de Aceptación y Compromiso
El objetivo principal de ACT es aumentar la flexibilidad psicológica mediante la adquisición de las habilidades cognitivas y conductuales necesarias para superar la evitación experiencial. Mientras tanto, los objetivos de aprendizaje de los seis procesos centrales comprenden hitos en el camino de ACT.
- Vivir una vida impulsada por valores en lugar de una vida impulsada por objetivos. Esto implica elegir direcciones de vida valiosas en lugar de lograr una lista finita de logros. Si bien los clientes necesitan objetivos, sus objetivos siempre deben servir como hitos en un camino determinado por sus valores.
- Conexión mejorada con el momento presente a través de la atención plena. Esto reduce la tendencia a insistir en el pasado o centrarse demasiado en el futuro y puede ayudar a aliviar los síntomas de depresión y ansiedad (Hofmann, Sawyer, Hitt y Oh, 2010).
- Aceptación del momento presente y de todos los pensamientos y sentimientos incómodos que puedan surgir. Esto es necesario para cultivar la flexibilidad psicológica y la resiliencia ante los inevitables altibajos de la vida.
- Una habilidad para desactivar los pensamientos y sentimientos dolorosos, en lugar de identificarse con ellos. Por ejemplo, en lugar de tener el pensamiento «a nadie le importa», un cliente puede usar la defusión cognitiva para reformular el pensamiento como «Tengo el pensamiento de que a nadie le importa» o incluso «Me doy cuenta de que tengo el pensamiento de que a nadie le importa». se preocupa.” La defusión cognitiva se llamó originalmente distanciamiento integral. Le permite a un cliente observar su experiencia interna mientras elige tomar acción al servicio de sus valores a pesar de sus pensamientos y sentimientos incómodos.
- Una reorientación hacia el “yo como contexto”, también llamado “yo observador” (Harris, 2008), como fuente de conciencia libre de juicios. Esto desplaza la orientación hacia el “yo como contenido”, lo que implica la fusión de la identidad con el contenido de los pensamientos y sentimientos que conducen al sufrimiento. En cambio, el yo observador es testigo de toda experiencia sin comentarios y es la base de la atención plena y la aceptación.
- Acción comprometida al servicio de metas de vida impulsadas por valores. ACT enseña a los clientes cómo usar las habilidades de atención plena para actuar de acuerdo con sus valores, independientemente de lo que les diga su mente. La planificación de acciones, al establecer objetivos a corto, mediano y largo plazo, dirige el cambio de comportamiento necesario para disfrutar de una vida más satisfactoria.
3 actividades grupales y ejercicios para sus sesiones
Los ejercicios a continuación se han adaptado de los ejercicios complementarios de Westrup y Wright (2017b).
1. Notar la habitación
Transmitir los beneficios de la atención plena/conexión con el momento presente.
Este breve ejercicio muestra lo que sucede cuando los miembros del grupo enfocan su atención en el momento presente.
Primero, pida a los miembros del grupo que dejen sus sillas y den un paseo por la sala. Mientras lo hacen, pídales que observen la habitación como si nunca la hubieran visto antes. Dígales que miren a su alrededor detenidamente, como si estuvieran en una exhibición de arte observando todo lo que se exhibe.
Pídales que se fijen más que en los objetos de la habitación, prestando atención con todos sus sentidos, incluida la temperatura, la iluminación, los sonidos, los olores, los colores, las formas, etc. Continúe esto durante unos 10 minutos, luego pida al grupo que tome asiento.
Luego, pida a los miembros del grupo que compartan lo que no habían notado antes. Puede utilizar los comentarios de los miembros del grupo para modelar la aceptación y el aprendizaje colaborativo al reforzar aquellas cosas que tampoco había notado previamente; por ejemplo, diciendo: ‘Sí, tienes razón. No me había dado cuenta de eso.
Puede señalar con qué frecuencia todos quedamos tan atrapados en nuestras mentes que no nos damos cuenta de lo que está justo frente a nosotros. Puede explicar cómo pasar por la vida en ‘piloto automático’ (mindless) es una experiencia cotidiana que socava nuestra capacidad de estar presente (mindfulness).
2. Establecer tus intenciones
Centrarse en la acción comprometida.
Pida a los miembros del grupo que se acomoden en sus asientos y cierren los ojos. Guíelos para que respiren profundamente mientras centran su atención en la respiración. Pausa.
Luego, guíe lentamente a los miembros del grupo a través del siguiente ejercicio.
“Te estás embarcando en un nuevo día. Lo único que realmente tienes en la vida es este momento. (Pausa) Fíjate que este momento lleva al siguiente, y al siguiente, y así sucesivamente… y todos estos momentos sumarán hasta el día de hoy. El hoy lleva al mañana. Un nuevo día está frente a ti y te espera. ¿Qué te gustaría hacer con este día? Hay nuevas posibilidades en este mismo momento. Y éste. Y éste. A medida que experimente los momentos de este día, pregúntese cómo le gustaría que transcurriera este día. ¿Cómo piensas usar tu tiempo hoy? (Pausa) Piensa en cómo puedes invertir tu tiempo con propósito aquí mismo, hoy. Establece tu intención allí. (Pausa) Cuando esté listo, vuelva a concentrarse en la habitación”.
3. El desfile de las etiquetas
Ilustrar el yo/yo del observador como contexto y demostrar fusión y defusión.
Para realizar esta actividad, necesitará notas adhesivas y un marcador. Puede hacer este ejercicio en un círculo y usar a un miembro del grupo como “ayudante”. Cuando trabaja con un miembro del grupo para generar un flujo de pensamientos y sentimientos, le pide a un compañero sentado a su lado que se pegue.
Este ejercicio crea una representación táctil y visual de la distinción entre el experimentador y las experiencias. Esto se logra por…