Autosuficiencia: definición, ejemplos y consejos

Autosuficiencia: definición, ejemplos y consejos

La autosuficiencia es una característica esencial, pero también podemos llevarla un poco más allá. Siga leyendo para comprender las investigaciones sobre la autosuficiencia y cómo lograr el equilibrio adecuado en su vida.

Incluso a una edad temprana, reconocí algo del carácter irónico de esta canción, narrada por un hombre que está encerrado en su apartamento en la ciudad, “a salvo” de todas las emociones y el contacto humano. Sentí la disonancia entre el atractivo de estar a salvo y la impracticabilidad y el aislamiento de ser una isla en uno mismo.

Creo que esta es la contradicción que se esconde en el corazón de la autosuficiencia: es indiscutiblemente bueno poder manejar nuestras propias vidas, y sin embargo podemos apegarnos dolorosamente a hacerlo solos, con resultados previsiblemente malos para nuestro bienestar. Entonces, ¿cómo podemos caminar por la delgada línea entre maximizar nuestra capacidad para hacer las cosas por nosotros mismos y saber cuándo apoyarnos en los demás? Espero que este artículo te ayude a considerar cómo lograr ese equilibrio en tu propia vida.

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¿Qué es la autosuficiencia? (Una definición)

La autosuficiencia es la capacidad de elegir y ejecutar de forma independiente un curso de acción que te permita obtener lo que deseas (Bandura, 1977). Ser autosuficiente es dar todos estos pasos por tu cuenta, con confianza y éxito.

Podemos dividir la autosuficiencia en varias partes clave (Haley, 2013):

  • Automotivación:Si no encuentras la motivación para hacer algo por ti mismo, tendrás que buscar ese impulso en otra parte y no serás autosuficiente. Muchos de nosotros dependemos de fuerzas externas para ponernos en acción, pero para muchas tareas de la vida, eso no es suficiente. Por ejemplo, en este punto de mi carrera académica, no puedo esperar a que mi entorno me obligue a comenzar un nuevo proyecto de investigación; tengo que inspirarme por mí mismo.
  • Autoeficacia:La autoeficacia es la creencia de que uno puede hacer algo. Si no confío en que soy capaz de hacer algo, es probable que evite hacerlo o, una mejor opción, pida ayuda.
  • Mediación:Esto significa tener los medios necesarios para hacer algo. Por mucho que quisiera reparar mi pinchazo hace poco, simplemente no tenía la formación (ni las herramientas) para hacerlo por mi cuenta.
  • Autodirección:La autosuficiencia implica no depender de los demás para mantenerme concentrado en una tarea. A menos que contrate a un entrenador, por ejemplo, nadie más que yo hará un seguimiento de mi entrenamiento para carreras de larga distancia y me hará responsable de mis objetivos.
  • Autogestión:La autosuficiencia también requiere que creamos que podemos determinar nuestro propio destino. Si vivo reaccionando al mundo, en lugar de creer que puedo cambiarlo por mí mismo, no seré autosuficiente.

Lo opuesto a la autosuficiencia

Lo opuesto a la autosuficiencia es depender de los demás, es decir, no tomar decisiones por uno mismo y necesitar la ayuda de otras personas para hacer las cosas (Jennings et al., 2015).

¿Es bueno ser totalmente autosuficiente o totalmente dependiente de los demás? No, y todos vivimos en un espectro entre la dependencia y la autosuficiencia. Pero los extremos de la dependencia (en los que nos cuesta saber quiénes somos, cumplir con nuestras metas y alcanzarlas, y ocuparnos de nuestras necesidades) no son un lugar saludable en el que estar (Bacon et al., 2020).

Depender excesivamente de los demás, centrarse en las necesidades de los demás y tener problemas para tomar decisiones por cuenta propia a veces se denomina codependencia (Bacon et al., 2020). Si cree que este es un problema grave en su vida y le gustaría trabajar para ser más independiente y autosuficiente, puede resultarle útil participar en un grupo como Codependientes Anónimos.

¿Por qué es importante la autosuficiencia?

La autosuficiencia es importante porque hacer las cosas por nuestra cuenta nos hace más eficaces, aumenta los sentimientos positivos sobre nosotros mismos y aumenta la probabilidad de que trabajemos más en el futuro, especialmente en circunstancias difíciles (Bandura, 1997). Las cosas que nos cuesta hacer o que creemos que no podemos hacer tienden a convertirse en cosas que evitamos hacer. Por lo tanto, desarrollar la autosuficiencia se convierte en una forma importante de mantener el compromiso con nuestras metas y perseguirlas activamente.

La mayoría de las culturas occidentales dan gran importancia a la autosuficiencia y así lo han hecho durante miles de años (Goodin, 1988). De hecho, a estas sociedades se las ha denominado a menudo culturas “individualistas”, en las que se considera muy valioso cuidar de uno mismo y de la propia familia de forma independiente, y depender de los demás suele considerarse una debilidad. Dejando de lado la cuestión de si estas son buenas creencias, resulta útil ser autosuficiente en una sociedad en la que los apoyos sociales no siempre están disponibles.

Para un análisis más profundo de esta historia de autosuficiencia e individualismo, sugiero ver el siguiente video breve. Se centra en varios pensadores clave que han influido en nuestra comprensión de la autosuficiencia y aborda las tensiones entre el objetivo de la autosuficiencia y la dependencia de los demás.

Vídeo: Ralph Waldo Emerson y la psicología de la autosuficiencia

Ejemplos de autosuficiencia

Cualquier situación que requiera tomar una decisión implica la posibilidad de confiar en uno mismo. En mi caso, esto se plantea con frecuencia con mi viejo y poco fiable coche. Cuando mi coche empieza a hacer un ruido preocupante mientras conduzco, ¿qué hago? ¿Entro en Internet y busco información sobre la situación por mi cuenta, sin consultar a nadie que conozca personalmente? ¿Espero a que se encienda la luz de «revisar el motor» y compro una herramienta de diagnóstico e intento arreglar el coche yo mismo? ¿O llamo inmediatamente a un familiar que es hábil con los coches para pedirle su opinión experta? Quizá pueda ver cómo estas opciones se volvieron cada vez menos independientes.

He aquí otro ejemplo: El fin de semana pasado ayudé a un amigo a mudarse al otro lado de la ciudad. Cuando llegué, ya había otros dos amigos allí y mi amigo tenía un camión de mudanzas, con sus carretillas, listo para el trabajo. Me recordó mi viaje por carretera de ida y vuelta por el país antes de la escuela de posgrado, cuando cargué y descargué todas mis pertenencias en mi sedán por mi cuenta. Al comparar esa experiencia con la de mi amigo, que implicó mucha conversación, trabajo en equipo y comida tailandesa para celebrar un trabajo bien hecho, es posible que haya llevado la autosuficiencia un poco demasiado lejos.

Ejemplos más extremos de autosuficiencia son las personas que viven “fuera de la red”, que utilizan paneles solares, cultivan sus propios alimentos y toman otras medidas para minimizar su dependencia de la infraestructura que el resto de nosotros damos por sentada. De manera similar, hay personas que se preparan activamente para el fin de la civilización moderna y dedican su tiempo a almacenar recursos esenciales en un lugar seguro, anticipando que algún día ya no podrán depender de otras personas, o de la sociedad en general, para satisfacer sus necesidades básicas.

¿La autosuficiencia es buena o mala?

Tal vez ya se habrán dado cuenta de que tengo dos opiniones diferentes sobre el tema de la autosuficiencia. Creo que es un arma de doble filo y la literatura psicológica está de acuerdo conmigo.

En primer lugar, el lado positivo: la autosuficiencia es la manera en que superamos las experiencias difíciles que están dentro de nuestras capacidades y, como resultado, crecemos (Quick et al., 1996). Por ejemplo, cuando voy a escalar, llego a la cima de la pared confiando en mis propias habilidades, fuerza y ​​coraje; nadie más puede hacerlo por mí. Con cada escalada exitosa, mi autosuficiencia crece y me vuelvo capaz de enfrentar un desafío mayor la próxima vez.

De manera similar, la autosuficiencia es una herramienta clave para desarrollar la autonomía, o la capacidad de tomar decisiones por uno mismo (Ryan et al., 2005). Ejercer la autonomía nos hace más eficientes y eficaces en nuestra vida profesional y personal; significa que podemos cuidar mejor de nosotros mismos y de los demás.

Por otro lado, la autosuficiencia implica que es posible que no obtengamos ayuda cuando la necesitemos (Jennings et al., 2015). Hay muchas investigaciones que sugieren que las personas con un alto nivel de autosuficiencia tienen menos probabilidades de buscar ayuda para problemas personales, comenzar terapia y permanecer en ella (Ortega y Alegría, 2002; Taylor et al., 2004). Cuando tratamos de ser autosuficientes pero no tenemos los recursos personales para manejar la situación, podemos sentirnos ansiosos o deprimidos (Schwanz et al., 2016).

Como habrás notado en tu propia vida, a los hombres se les enseña a ser más autosuficientes que a las mujeres, y como consecuencia de ello, sufren consecuencias para la salud (Addis y Mahalik, 2003). Los héroes masculinos, desde la mitología hasta la literatura moderna, son muy autosuficientes, y el viaje del héroe a menudo implica que un hombre se da cuenta de lo mucho que debe depender de sí mismo para lograr sus objetivos (Ellwood, 1999). Si bien estas historias son inspiradoras y cautivadoras, también pueden generar expectativas poco realistas sobre cuánto debería ser capaz de hacer una persona promedio por su cuenta.

Cómo ser más autosuficiente

A continuación se presentan algunas ideas (Gecas, 1989) sobre cómo ser más autosuficiente (pero no demasiado):

  • Desarrollar un locus de control interno. El locus de control interno es la conciencia de lo que uno puede controlar en su entorno. Concentrarse en las cosas que están bajo su control puede ayudarle a mantener una actitud positiva.
  • Desarrollar un sentido de dominio. Sentirse capaz y competente es una parte fundamental de la autosuficiencia. Para desarrollar esta sensación de dominio, aborde las actividades de una manera que maximice sus posibilidades de éxito. Establezca metas modestas y alcanzables, reconozca sus éxitos y luego establezca el listón un poco más alto la próxima vez. Esta acumulación de éxitos generará gradualmente autosuficiencia (Bandura, 1997).
  • Encuentra tus límites de autosuficiencia. Paradójicamente, saber cuándo estás fuera de tu alcance o necesitas ayuda y luego obtener el apoyo que necesitas puede fortalecer tu sentido de autosuficiencia. Pero cuando otras personas tienen que intervenir y decirnos que no estamos a la altura, eso debilita nuestro sentido de autosuficiencia. Ser honestos con nosotros mismos acerca de nuestros límites puede ayudarnos a ser autosuficientes incluso en el ámbito de la búsqueda de ayuda.
  • Obtenga comentarios positivos. Las investigaciones indican que resulta de gran ayuda que otras personas nos observen y nos den apoyo y aliento cuando hacemos cosas por nuestra cuenta (Ashford et al., 2010; Bandura, 1997). Podemos llevar con nosotros este aliento a medida que hacemos más cosas por nuestra cuenta.

Citas sobre la autosuficiencia

  • “No pidas a tus amigos lo que tú mismo puedes hacer.” – Quinto Ennio

  • “Los hombres superficiales creen en la suerte o en las circunstancias. Los hombres fuertes creen en la causa y el efecto”. – Ralph Waldo Emerson

  • “Si crees que puedes hacerlo, o crees que no puedes hacerlo, tienes razón.” – Henry Ford

  • “Reúnete con las personas más nobles que puedas encontrar; lee los mejores libros; vive…