Autoaceptación: definición, frases y cómo practicarla
¿Qué es la autoaceptación? Continúe leyendo para conocer la filosofía que sustenta la autoaceptación y descubrir formas efectivas de cultivar la aceptación de sí mismo.
*Esta página puede incluir enlaces de afiliados; eso significa que ganamos con las compras de productos que califican.
De vez en cuando, puede resultarnos difícil aceptar ciertas cualidades que tenemos. Ya sea que nos hayan criticado de niños o que nos comparemos con lo que vemos en la cultura popular o en las redes sociales, no siempre es fácil encontrar formas de mostrar compasión hacia nosotros mismos. Sin embargo, aceptar quiénes somos sigue siendo vital para nuestra felicidad y bienestar general.
Antes de continuar leyendo, si eres terapeuta, entrenador o emprendedor del bienestar, asegúrate de obtener nuestro curso gratuito. Libro electrónico sobre el crecimiento empresarial y el bienestar para obtener consejos de expertos y recursos gratuitos que le ayudarán a hacer crecer su negocio exponencialmente.
¿Es usted terapeuta, entrenador o emprendedor del bienestar?
Agarra nuestro Libro electrónico gratuito Para aprender cómo
¡Haga crecer su negocio de bienestar exponencialmente!
✓ Ahorre cientos de horas de tiempo ✓ Gane más $ más rápido
✓ Aumente su credibilidad ✓ Ofrezca contenido de alto impacto
¿Qué es la autoaceptación? (Una definición)
La autoaceptación es un acto de abrazar todos tus atributos, ya sean mentales o físicos, positivos o negativos, exactamente como son (Morgado, Campana y Tavares, 2014).
Vamos a ilustrar mejor este concepto con una actividad. Escribe (o piensa en) tres cosas específicas sobre ti que te encantan o que te hacen sentir seguro. Estas pueden ser algunas de tus fortalezas. Por ejemplo, tal vez te encanta tu empatía hacia los demás, estás orgulloso de ser el primer miembro de tu familia en graduarse de la universidad y has desarrollado un excelente régimen de cuidado de la piel que te hace sentir seguro de ti mismo.
Ahora, haz lo contrario. Escribe (o piensa en) tres cosas sobre ti de las que no te sientas orgulloso o que te hagan sentir inseguro. Puede que sean algunas de tus debilidades; no te preocupes, todos las tenemos. Por ejemplo, tal vez tengas tendencia a posponer las cosas, te saltes el entrenamiento para ver unas horas más de tu programa favorito o a veces seas impaciente.
Ahora, eche un vistazo a ambas listas. ¿Qué lista de atributos le resulta más fácil aceptar, la positiva o la negativa? Si usted es como la mayoría de las personas, es posible que acepte sus fortalezas con más facilidad que sus debilidades porque, como humanos, tendemos a evitar las cosas que no nos gustan de nosotros mismos. Independientemente de nuestra naturaleza de rechazar los atributos negativos, la autoaceptación requiere que aceptemos todas las partes de nosotros mismos. Profundicemos en el motivo.
¿Por qué es importante la autoaceptación?
Autoaceptación para la salud psicológica
La baja autoaceptación puede ser una de las formas en que nuestra salud psicológica se ve afectada. Cuando no nos aceptamos plenamente, corremos un mayor riesgo de experimentar síntomas de ansiedad y depresión (Macinnes, 2006). En particular, cuando rechazamos cualidades negativas sobre nosotros mismos, esto puede llevarnos a rumiar sobre estos atributos, lo que puede fomentar un diálogo interno negativo.
Algunos ejemplos de diálogo interno negativo pueden incluir afirmaciones como:
- «No soy lo suficientemente bueno.»
- “Soy un completo fracaso.”
- “Esa persona es muy inteligente. Yo nunca podría ser así”.
Las afirmaciones negativas que nos decimos a nosotros mismos pueden derivar en sentimientos de ansiedad, desesperanza, inutilidad y tristeza. Sin embargo, cuando nos aceptamos a nosotros mismos, especialmente las cualidades de las que no siempre estamos orgullosos, tenemos más control sobre nuestras emociones. En otras palabras, la autoaceptación puede prevenir la ansiedad y la depresión.
Autoaceptación para la felicidad y el bienestar
Al igual que la salud psicológica, la autoaceptación es fundamental para nuestra felicidad y bienestar general. Cuando tenemos más control sobre nuestros patrones de pensamiento y sentimientos, también podemos gestionar mejor el diálogo interno negativo. De hecho, unos niveles más elevados de autoaceptación mejoran nuestra autoestima, nos permiten tener más confianza en nosotros mismos y nos dan el poder de gestionar mejor las críticas (Szentagatoi y David, 2013).
La autoaceptación como medio para el cambio
Tal vez hayas leído hasta aquí y tengas la impresión de que la autoaceptación significa quedarse estancado o ser complaciente. Es fácil pensar en esto, especialmente porque la filosofía de la autoaceptación nos alienta a aceptar cada parte de nosotros mismos. Sin embargo, la autoaceptación nos permite reconocer y abrazar de todo corazón nuestras debilidades para que tomemos conciencia de las cosas en nuestras vidas que queremos cambiar. El crecimiento personal se amplifica a través de una lente de autoaceptación. No podemos mejorarnos a nosotros mismos sin estar en contacto con quienes somos. A su vez, aceptarnos más a nosotros mismos nos permite practicar más actos de amor propio y autocompasión, que nos ayudan a transformarnos en nuestro yo más auténtico (Boyraz y Kuhl, 2015).
Autoaceptación radical
Si eres como yo y esto te parece un poco abrumador, no estás solo. Cuando nos enfrentamos a situaciones difíciles como una pérdida, un duelo o una tragedia, aceptar las cosas como son puede no ser siempre nuestro primer instinto. Sin embargo, la autoaceptación radical promueve una forma de vida que desafía el impulso de reprimir nuestros sentimientos, negar las experiencias de la vida y rechazar el entumecimiento emocional como mecanismo de afrontamiento. En otras palabras, a medida que practicamos la autoaceptación a través de una lente radical, comenzamos a darnos cuenta de que una vez que aceptamos que las situaciones y los sentimientos negativos son parte de la vida, podemos transitar por ella con mayor facilidad.
Vídeo: La autoaceptación es vital para el desarrollo espiritual
Cómo practicar la autoaceptación
- Recuerda que eres un trabajo en progreso. ¿Alguna vez has empezado un nuevo hobby? Quizás has querido ampliar tus habilidades en la cocina y has empezado a tomar clases de repostería. Te das cuenta de que tus compañeros de clase preparan una deliciosa tanda de galletas con chispas de chocolate, pero tú quemaste las tuyas sin querer en el horno. Cuando cometes errores, es posible que el diálogo interno negativo esté acechando a la vuelta de la esquina, listo para entrar en tu mente. Tal vez te digas a ti mismo: “Soy un panadero terrible” o “Nunca volveré a clase porque no soy bueno en esto”. Una alternativa a esta respuesta cognitiva es decirte a ti mismo que eres un trabajo en progreso. La próxima vez que te encuentres en una nueva situación en la que no eres bueno automáticamente, intenta decir: “Voy a mejorar en esto” o “Está bien, esta fue mi primera vez y los errores ocurren”. Permitirte aceptar que arruinaste esta tanda de galletas puede liberar la expectativa de perfección y permitirte volver a intentarlo felizmente (Carson y Langer, 2006).
- Mantenga un diario de gratitud. Si te das cuenta de que estás pensando en cosas que salieron mal durante el día o reflexionando sobre cuáles son tus cualidades negativas, es posible que quieras pensar en formas de cambiar tu enfoque hacia una mentalidad más positiva. Una forma de lograrlo es tener un diario (o incluso la aplicación de notas de tu teléfono) para escribir algunas cosas por las que estás agradecido de tener en tu vida todos los días. Cuando nos centramos en lo positivo, comenzamos a reducir los sentimientos de carencia y negatividad, lo que puede aumentar nuestra capacidad de aceptarnos a nosotros mismos de manera más consciente (Carson y Langer, 2006).
- Mira tus experiencias desde una perspectiva diferente. ¿Te encuentras dándole vueltas a una situación que te provoca incomodidad o infelicidad? Intenta mirar la situación desde una perspectiva diferente o trata de encontrarle un lado positivo. Tal vez te dirijas a una fiesta en una noche calurosa de verano y, de repente, se encienden los aspersores y te mojas la ropa. Qué experiencia tan frustrante, ¿verdad? ¿Qué podrías hacer para que fuera menos frustrante? Tal vez te rías de la situación o encuentres algo positivo (por ejemplo, era un día caluroso y el agua me refrescó). O tal vez hables con un ser querido para que te dé su perspectiva sobre el asunto. A veces podemos quedarnos estancados en nuestros sentimientos. Cuando miramos las situaciones con nuevos ojos, podemos encontrar cosas que no notamos antes y que pueden ayudarnos a aceptar la experiencia (Carson y Langer, 2006).
- Meditar. Meditar te permite prestar atención a lo que sucede en tu vida y practicar la aceptación sin juzgar. La meditación es mucho más fácil de entender cuando se aplica de manera práctica. Mira el video a continuación para ver una meditación de autoaceptación.
Vídeo: Meditación de autoaceptación
Afirmaciones de autoaceptación
- Me amo y me acepto incondicionalmente.
- Acepto las pequeñas alegrías que se tejen en mi vida.
- Me siento lleno de gratitud por quien soy.
- Amo la persona que fui, la persona que soy y la persona que seré.
- Estoy orgulloso de todos mis logros.
- Me perdono por los errores que cometí cuando no sabía hacerlo mejor.
- Sé que estoy haciendo lo mejor que puedo.
- Me mantengo firme en mi verdad.
- Honro donde vengo.
- Elijo darme el servicio y la compasión que doy a los demás.
- Estoy en paz con mis imperfecciones.
- Me permito sentirme feliz con donde estoy.
- Me siento cómodo dentro de mi piel.
- Soy digno de disfrutar mi vida.
- Dejaré de disculparme por ser yo.
- Tengo suficiente, hago suficiente y soy suficiente.
- Honro mi cuerpo como un templo sagrado.
- Doy y recibo amor para mí y para los demás libremente.
- Prefiero ser real que perfecto.
- No vivo con miedo al juicio de los demás.
- Libero cualquier vergüenza o culpa que tenga por mí mismo.
- Soy digno de todas las cosas buenas que vienen a mi camino.
- Acepto quien soy sin críticas.
- Dejé ir cualquier duda o autodesprecio que alguna vez tuve por mí mismo.
- Me trataré con paciencia y respeto propio en el futuro.
- Tomo este viaje de sanación un día a la vez.
- Me ofrezco gracia cuando cometo errores.
- I…